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‘Nunca tuve una novia’: la carta que dejó autor del tiroteo en Misuri, Estados Unidos
En el hecho, otras siete personas resultaron heridas.
Un hombre armado de 19 años que mató a tiros a dos personas el lunes (25 de octubre) en una escuela secundaria de la ciudad estadounidense de St. Louis tenía 600 rondas de municiones pero la rápida respuesta de las autoridades evitó una tragedia “aún más horrible”, dijo el martes (25 de octubre) el jefe de policía local.
Orlando Harris, quien se graduó el año pasado de la Escuela Secundaria Central de Artes Visuales y Escénicas de St. Louis, en Misuri (centro-este de Estados Unidos), fue abatido por agentes de policía que respondieron rápidamente al ataque en la escuela.
El jefe de policía de la ciudad de St. Louis, Mike Sack, señaló en rueda de prensa el martes que Harris estaba armado con un rifle semiautomático estilo AR-15 y tenía varios cargadores de municiones atados al pecho y llevaba una bolsa con abundante recarga.
Sack también indicó que se había encontrado una carta escrita a mano en el automóvil de Harris en el que expresaba su deseo de “realizar el tiroteo en la escuela”.
“No tengo amigos. No tengo familia. Nunca he tenido novia. Nunca he tenido una vida social. He sido un solitario toda mi vida”, escribió.
Además, indicó que “parece que entró al edificio con más de 600 rondas de municiones en su cuerpo”, quien subrayó que esa cantidad “es mucha munición”.
“Este podría haber sido un escenario horrible. No lo fue por la gracia de Dios”, expresó.
Según la Policía, se respondió en cuatro minutos a la denuncia de la presencia de un “tirador activo” en la escuela. Los agentes armados destacados abatieron a Harris en un intercambio de disparos.
Un profesor de educación física de 61 años y un estudiante de 16 años murieron en el ataque y otras siete personas resultaron heridas.
Hombre disparó al interior de un hospital tras sentirse engañado por su novia
Néstor Hernández, de 30 años, estaba preso y le fue otorgada la libertad condicional hace un año, pues su pareja estaba embarazada y se le dio un permiso especial para asistir al hospital para el nacimiento del bebé, llevando el monitor electrónico en el tobillo, que cargaba desde el momento de su liberación y con el que se controlaba su ubicación, cuando tenía autorizaciones.
El procedimiento médico se estaba llevando a cabo en el Centro Médico Metodista de Dallas. En un ataque de celos, Hernández acusó a su novia embarazada de serle infiel, por lo que comenzó a golpearla en la sala de partos con la pistola. Posteriormente, abrió fuego y mató a dos empleadas del hospital.
De acuerdo con la rueda de prensa de Eddie García, jefe de la Policía de Dallas, Hernández llegó al hospital hacia las 10:21 de la mañana. Durante la visita a su pareja, quien ya había tenido el bebé, “sacó una pistola de sus pantalones y golpeó a la mujer en la cabeza, en múltiples ocasiones”.
Después de eso, dice el comandante, Jacqueline Pokuaa, empleada del hospital de 45 años, entró a la habitación para prestarle los servicios de rutina a la paciente. “Mientras Pokuaa estaba atendiendo a la paciente, el sospechoso se paró, se acercó a la empleada y le disparó una vez”.
Otra empleada del hospital, Katie Flowers, de 63 años, escuchó el ruido desde la habitación y comenzó a caminar hacia allá por el pasillo, cuando Hernández “disparó de nuevo desde la puerta, dándole un tiro a Flowers en el pasillo”. Dice la Policía que Hernández cargó su arma una y otra vez y luego salió de la habitación. Una agente de policía que llegó a la escena le disparó en la pierna y logró retenerlo, y finalmente fue capturado.
Ataque de celos
De acuerdo con el comandante, Hernández presentó un comportamiento extraño durante toda su visita al hospital: “actuó de forma muy extraña durante todo el tiempo que estuvo allí, preguntando quién más había estado en la habitación, cosas de esa naturaleza. Sinceramente, no sabemos qué le hizo estallar”.
La cadena de televisión Fox News publicó parte de la declaración jurada de Hernández; allí aseguró que después del parto había comenzado a inspeccionar el armario y el baño de la habitación para comprobar si había alguien más y mientras golpeaba a su pareja le decía “ambos vamos a morir hoy”; luego, aseguró que cualquier persona que entrara a la habitación “iba a morir con ellos”.
De acuerdo con ‘Fox News’, los administrativos del hospital no tenían idea de que Hernández iba en condición de visitante bajo libertad condicional.
La misma Policía ha criticado el hecho de que el hombre estuviera libre, sin acompañamiento, solamente con el monitor electrónico en el tobillo, que si bien permite localizar a la persona, no evita que pueda cometer un crimen como estos.
*Con información de AFP