Medio Ambiente
Octubre de este año fue el más caluroso de la historia, mientras que el 2023 se encamina a ser el año más caliente desde que se llevan registros
El Fenómeno del Niño contribuye a que el 2023 supere al 2016, hasta ahora el año más caliente de la historia.
El mes pasado fue el octubre más cálido jamás registrado en el mundo, alargando una serie de cinco récords mensuales consecutivos, anunció el miércoles el observatorio europeo Copernicus, que pronosticó que este año será el más caluroso de la historia.
Estas nuevas mediciones, que en la práctica se traducen en sequías y hambrunas, incendios devastadores o huracanes más intensos, refuerzan los avisos de los científicos de cara a la cumbre climática COP28 de la ONU en Dubai (30 de noviembre-12 de diciembre).
“Podemos afirmar con casi total certeza que 2023 será el año más cálido en los anales”, dijo Samantha Burgess, jefa adjunta del servicio de cambio climático de Copernicus.
“El sentimiento de que deben tomarse urgentemente medidas climáticas ambiciosas de cara a la COP28 nunca ha sido tan fuerte”, agregó Burgess en un comunicado.
El mes pasado, con una media de 15,38 °C en la superficie del planeta, la cifra superó en 0,4 °C, el récord precedente de octubre de 2019, según Copernicus.
La anomalía es “excepcional” para las temperaturas mundiales, apuntó este observatorio. Octubre de 2023 fue “1,7 °C más cálido que la media para el mes de octubre en el periodo 1850-1900″, antes de que se notasen los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la actividad humana”, añadió el observatorio.
Y desde enero, la temperatura media en el planeta es la más cálida registrada para los primeros diez meses del año, situándose 1,43 °C por encima de la media en el periodo 1950-1900, indicó Copernicus.
La vida “en estado de sitio”
Más que nunca, 2023 se acerca al límite emblemático de +1,5 °C establecido por el Acuerdo de París. La COP28 debe aportar un primer balance oficial del avance hacia este objetivo y, si es posible, una primera corrección.
La Organización Meteorológica Mundial estimó en primavera que en el próximo lustro se iba a superar por primera vez este límite a lo largo de un año. Sin embargo, habrá que registrar este incremento de 1,5 °C de media en varios años para considerar que se ha franqueado ese umbral desde el punto de vista climático.
El panel IPCC de expertos del clima de la ONU prevé que hay un 50% de posibilidades de que esto ocurra entre los años 2030-2035, teniendo en cuenta el ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero.
Actualmente, se considera que el calentamiento se sitúa en alrededor de +1,2 °C respecto a la era preindustrial.
Las mediciones de Copernicus se remontan hasta 1940, pero pueden compararse con el clima de otros milenios establecidos gracias a los anillos de los troncos de los árboles o los núcleos de hielo.
Los datos obtenidos por estos métodos sugieren que las temperaturas actuales sean probablemente las más cálidas desde hace más de 100.000 años.
“La vida en el planeta Tierra está en estado de sitio”, advirtió a finales de octubre un grupo de eminencias científicas que denunciaron “progresos mínimos” para reducir las emisiones de CO₂.
El Niño
Como ocurrió en 2016, actualmente el año más caluroso registrado, El Niño se suma a los efectos del cambio climático para hacer subir el termómetro. Este fenómeno cíclico en el Pacífico suele culminar alrededor de la Navidad.
Copernicus señaló que el fenómeno sigue activo “si bien las anomalías son inferiores a las registradas en este periodo del año” en 1997 y 2015, cuando El Niño fue históricamente intenso.
En el último octubre, la sequía castigó regiones de Estados Unidos y México, pero otras zonas del planeta experimentaron condiciones más húmedas de lo habitual, a menudo vinculadas a tormentas y ciclones.
Los océanos contribuyen en gran medida a estos récords. Las temperaturas en la superficie de los mares baten récords cada mes desde abril y en octubre se situaron en una media de 20,79 °C.
Esto hace aumentar la intensidad de las tormentas, cargadas con más agua evaporada, y aceleran el deshielo de plataformas flotantes como Groenlandia y la Antártica, cruciales para evitar la subida del nivel del mar.
La banquisa de la Antártica se mantiene por sexto mes consecutivo a un nivel récord para la temporada, un 11% por debajo de la media, según Copernicus. En el Ártico, octubre es el séptimo mes seguido, un 12% por debajo de la media.