MUNDO
Ola de rechazo de países musulmanes a Francia por medidas tomadas tras el asesinato del profesor
El gobierno turco ha llamado a boicotear los productos franceses y en Bangladés miles de personas salieron a protestar pidiendo que el embajador francés salga del país.
El mundo musulmán ha reaccionado en rechazo a las declaraciones y fuertes medidas tomadas por el presidente francés Emmanuel Macron, después del asesinato del profesor Samuel Paty por un musulmán radical. Los hechos ocurrieron después de que el profesor mostró a sus estudiantes unas caricaturas de Mahoma publicadas en la revista satírica Charlie Hebdo con el objetivo de hablar sobre libertad de expresión.
Esta semana, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó a la ciudadanía a boicotear los productos franceses y dijo que Macron tenía problemas mentales por su actitud frente al islam. En Twitter, los partidarios de Erdogan publicaron listas de marcas francesas que debían evitarse.
En respuesta, el Gobierno francés pidió a su embajador en Ankara que se devolviera al país y ha llamado a la Unión Europea a que se tomen medidas en contra de Turquía.
Por otra parte, otros gobiernos alrededor del mundo musulmán también rechazaron la defensa que hizo el Gobierno francés de las caricaturas del profeta Mahoma y las otras medidas en contra de asociaciones y grupos sospechosos de apoyar actividades radicales. En la religión musulmana, están prohibidas las imágenes del profeta.
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En Bangladés, cerca de 40.000 personas, según la policía, participaron este martes en una protesta contra Francia y sus productos en la capital. La marcha fue organizada por el partido Islami Andolan Bangladesh (IAB), uno de los partidos islamistas más importantes.
La protesta fue detenida antes de que pudiera acercarse a la embajada francesa en la ciudad. Cientos de policías levantaron barricadas con alambradas para bloquear a los manifestantes, que se dispersaron sin violencia.
La marcha empezó delante de Baitul Mukarram, la principal mezquita de Bangladés, un país cuya población es mayoritariamente musulmana. Los manifestantes gritaban “boicot a los productos franceses” para “castigar” a Macron.
“Macron es uno de los pocos dirigentes que adoran a Satán”, declaró ante la multitud reunida en la mezquita Baitul Mukarram un alto responsable del IAB, Ataur Rahman.
Rahman instó al Gobierno bangladesí a “echar” al embajador francés. Otro dirigente islamista, Hasan Jamal, declaró que los manifestantes iban a “destruir cada ladrillo del edificio” de la embajada si el diplomático no era expulsado.
Tras la disolución de la marcha, los manifestantes siguieron gritando en las calles adyacentes para instar al boicot de productos franceses y asegurando que “Macron pagará un alto precio”.
En otros lugares como Siria la gente quemó retratos del presidente francés, en la capital de Libia ardieron banderas galas y en los supermercados de Catar, Kuwait y otros países del golfo fueron retirados los productos franceses.
En las protestas, los manifestantes se refirieron a las palabras de Macron durante el homenaje de la semana pasada al profesor asesinado. En el evento, el presidente francés dijo que el país no renunciaría a las caricaturas ni a la libertad de expresión. Asimismo, defendió la labor de la revista satírica Charlie Hebdo, que en 2015 fue víctima de un atentado terrorista de musulmanes radicales que dejó como saldo 12 muertos. La publicación era conocida, entre otras cosas, por sus dibujos mordaces sobre el islam y sus creyentes.
Después del asesinato de Paty, que provocó manifestaciones multitudinarias en Francia, el gobierno de Macron también tomó medidas de mano dura contra grupos islámicos y asociaciones sospechosas de apoyar miembros radicales. El Gobierno detuvo e hizo visitas domiciliarias a decenas de círculos islamistas, amenazó con deshacer asociaciones, cerró una mezquita y anunció que expulsaría a 231 extranjeros radicalizados. Muchos han aplaudido las medidas, otros consideran que el Gobierno se está extralimitando y estaría estigmatizando a la comunidad musulmana en general.
El asesino de Samuel Paty fue un joven ruso de 18 años, de origen checheno. Abdoullakh Anzorov atacó al docente cuando salía de la institución educativa en la que trabajaba y lo decapitó con un cuchillo de 35 centímetros. Luego publicó una foto y un mensaje en Twitter: “(…) A Macron, el dirigente de los infieles, ejecuté a uno de tus perros del infierno que osó degradar a Mahoma; tranquiliza a tus semejantes antes de que les inflijamos un duro castigo”. La policía de París abatió al joven cuando llegaron al lugar del crimen y este los atacó con la misma arma.
*Con información de la AFP.