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Oleksandr Zinchenko evidencia el impacto de la guerra en la salud mental de los niños ucranianos
El jugador ucraniano del Arsenal, Oleksandr Zinchenko, uno de los promotores de un partido benéfico para reconstruir un colegio en Ucrania, confesó a la AFP que al mirar a los ojos de niños de su país que han vivido bajo la ocupación rusa “te das cuenta de las heridas mentales que tendrán el resto de sus vidas”.
El lateral de 26 años volvió a su país en mayo por primera vez desde el inicio del conflicto con Rusia en febrero de 2022, y visitó la ciudad y el colegio The Mykhailo-Kotsiubynsky Lyceum en el norte de Ucrania.
El colegio sufrió graves daños tras un ataque con cohetes el 4 de marzo del pasado año, que mató a una empleada de la limpieza de 64 años, un ataque que podría haber sido mucho peor, con cerca de 100 civiles viviendo en el edificio, el más joven de tan solo dos meses. “Me enfadé mucho, fue duro moralmente para mí entenderlo”, dijo el director del colegio Mykola Shpak a la AFP. “Cuando vi el nivel de destrucción, entendí todo el trabajo necesario para renovarlo (valorado en cerca de 1,7 millón de dólares) y recomenzar la educación”.
Partido en Stamford Bridge
Zinchenko y la leyenda del fútbol ucraniano Andriy Shevchenko, que le acompañó en la visita, jugaron con algunos de los 412 alumnos y hablaron después con ellos sobre su experiencia cuando Rusia ocupó la ciudad, del 28 de febrero al 31 de marzo del año pasado.
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United24 fue lanzada por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski para recaudar donaciones que cubriesen las necesidades más importantes de Ucrania: defensa y desminado, ayuda médica y reconstrucción de un país que ha sido devastado desde el inicio del conflicto.
“Cerca de 800 colegios han sido dañados por los rusos, y es imposible reconstruir más de 200 de ellos”, declaró Zinchenko a la AFP a principios de mes. “Este colegio es importante por su localización porque lo utilizan 10 pueblos”, añadió.
Sin embargo, lo que más marca dejó al jugador del Arsenal fue escuchar cómo eran las vidas de los niños bajo la ocupación rusa. “Algunos nos contaron que el ejército ruso entró en sus casas; miras a sus ojos y te das cuenta de las heridas mentales que sufrirán el resto de sus vidas”, confesó. “Es algo que asusta”.
Nunca lo entenderé
“Me llenó de esperanza cuando jugaron al fútbol con nuestros chicos y chicas en el terreno que fue destruido por misiles”, confiesa Shpak, muy conectado con el colegio, pues, antes que él, sus padres ya fueron también profesores en el mismo centro. “Hay muchos niños que se graduaron en este colegio a los que no volveré a ver nunca y eso es terrible”, dijo. “Desgraciadamente, graduados del colegio con los que trabajé murieron en esta guerra”.
Zinchenko no ha perdido a ningún amigo cercano, pero sigue sin poder comprender la invasión. “Nunca lo entenderé”, dijo.
“Que alguien nazca y crezca en una tierra en la que conoce cada piedra y cada árbol y que de repente un día alguien venga de otro lugar y pueda hacer lo que quiera, pueda matar mujeres, hombres y niños y destruir todo a su alrededor, en los años 2020, es algo absolutamente increíble”, lamenta.
Zinchenko, cuya mujer Vlada espera el segundo hijo de la pareja, está agradecido por no haber tomado las armas, pero está ayudando a su país en un terreno que conoce mejor. “Espero que si mis hijos me preguntan ‘Papá, ¿qué hiciste en ese momento?, ¿cómo ayudaste?’, pueda mirarlos a los ojos y responder que estaba dando lo mejor de mí”, concluye.
Con información de AFP*