Ucrania
ONG pide apoyo para refugiados ucranianos, pero llama a no olvidarse de otros conflictos
El Consejo Noruego advirtió que la crisis en Europa podrá reflejarse en otros lugares, donde el alza de los precios de los alimentos “puede desencadenar disturbios por el acceso a la comida.
En declaraciones entregadas a medios internacionales por el representante de la organización humanitaria conocida como Consejo Noruego, este advirtió sobre la importancia de que, así como los países de Occidente han puesto su lupa en las necesidades de los millones de refugiados que se han derivado del conflicto en Ucrania, no se pierda el interés y la voluntad por seguir ayudando a los millones de ciudadanos de los países pobres, que también están atravesando fuertes momentos por cuenta de la situación que se vive en distintos nodos del planeta.
Según Jan Egeland, secretario de la referida ONG, en declaraciones entregadas a la AFP, “en mis 40 años como trabajador humanitario nunca he visto tres millones de personas desplazadas por la guerra y el conflicto cada semana durante un mes”, manifestando gran preocupación por los alcances que ha tenido este conflicto iniciado el pasado 24 de febrero, y que, según la Acnur, a esta semana ya había dejado 3,4 millones de personas desplazadas fuera de su país.
Esta cifra también es complementada por otra entregada por la ONU, en la que se advierte que, sumando también el número de personas que han sido objeto de desplazamiento interno en Ucrania, la cantidad de personas que han abandonado sus hogares por cuenta de la confrontación ya superó los 10 millones.
Sobre los países denominados ‘de acogida’, la ONG explicó que Polonia se ha constituido en el principal destino de la diáspora ucraniana, y que actualmente alberga a más de la mitad de los refugiados, situación que también comparte con Rumania, Hungría, Eslovaquia y Moldavia, este último uno de los estados más pobres de toda Europa, donde cientos de voluntarios y organizaciones humanitarias han desplegado todos sus esfuerzos.
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Sin embargo, el directivo de la ONG advirtió que la hospitalidad mostrada por dichas organizaciones, como lo demuestra la historia reciente en situaciones como el Mediterráneo, o los refugiados de Siria y Afganistán, también tiene un límite, y que cuando se rebasa, comienza a disminuir.
“No habrá la misma cantidad de voluntarismo en seis o nueve meses, y por eso necesitamos que los servicios gubernamentales lo asuman”, advirtió el funcionario en entrevista con la AFP.
La respuesta en Ucrania
De acuerdo con Egeland, la reacción inmediata que despertó en el mundo entero la crisis de los refugiados ucranianos ha sido “muy buena hasta ahora”, recordando las múltiples donaciones enviadas por gobiernos de todo el mundo, y la forma en la que algunos estados de acogida comenzaron a destinar fondos especiales, o fueron apoyados por otros gobiernos para atender a la crisis marcada por la particularidad de la masiva llegada de mujeres y niños.
“Me gustaría que hubiéramos tenido la misma respuesta para el llamado yemení, que se dirigía a más gente que era todavía más pobre en Yemen (...) Pedía 4.200 millones de dólares y recibimos menos que para Ucrania”, lamentó.
Egeland explicó que la recaudación para Yemen solo alcanzó 1.300 millones de dólares para ayudar a 17,2 millones de personas en este país en guerra al borde de la hambruna.
Sobre el particular, también advirtió que, si bien “no hay dudas de que una guerra en Europa es horrible”, sus secuelas para otras partes del mundo, que además también están en conflicto, son aún peores, citando por ejemplo las consecuencias del alza de precios de los alimentos y cómo esto ha perjudicado a los pobladores en el Sahel”.
El líder de la referida ONG recordó que con lo ocurrido entre Rusia y Ucrania, “el trigo que provenía de esos países puede no llegar, y los precios están por las nubes”.
En ese sentido, advirtió que el alza de los precios “puede desencadenar disturbios por comida en Oriente Medio y el Norte de África”.
Añadiendo que el sector de los combustibles también se ha visto afectado, tornando los productos más caros.
En cuanto a la financiación de la ayuda humanitaria para otros rincones del mundo, Egeland también explicó que debido a la crisis en Ucrania, un importante porcentaje de la financiación se ha desviado hacia Europa, dejando a la deriva a los países más pobres.
Según Naciones Unidas, los precios del trigo ya han superado los alcanzados al comienzo de la Primavera Árabe y los disturbios de 2007-2008.
Sobre las que calificó como crisis olvidadas, el líder de la referida ONG advirtió que es importante abogar por la protección de los presupuestos humanitarios, advirtiendo que en países que también viven crisis como Etiopía, Afganistán o Somalia, los funcionarios de los cuerpos humanitarios aún indagan cómo abordar crisis que estallan, y a las que el mundo hace oídos sordos.
“Así que este es nuestro desafío: responder a las grandes necesidades en Europa, y especialmente dentro de Ucrania, y al mismo tiempo responder igualmente a las necesidades en otros lugares”, advirtió.
Según detallan medios internacionales, cada año el Consejo Noruego para los Refugiados elabora una clasificación de las crisis más descuidadas del mundo, y en ella actualmente sobresalen los casos de República Democrática del Congo, Camerún, Burundi, Venezuela y Honduras.
*Con información de la AFP.
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