Afganistán
ONU asegura que talibanes buscan a afganos que ayudaron a EE. UU. para capturarlos
La organización señaló que los talibanes han estado realizando “visitas puerta a puerta selectivas”, buscando a las personas que quieren detener y a sus familiares.
Los talibanes están intensificando la búsqueda de personas que trabajaron con las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, según un documento confidencial de Naciones Unidas, que advierte sobre “tortura y ejecuciones” contra estas personas y sus familias, pese a que los militantes prometieron no vengarse de sus oponentes.
El informe -proporcionado por los consultores de evaluación de amenazas de la ONU y consultado por la AFP- dice que los talibanes tienen “listas prioritarias” de individuos que quieren arrestar.
Según el documento, las personas que corren más riesgo son las que han desempeñado funciones importantes en el ejército, la policía y las unidades de inteligencia afganas.
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Añade que los militantes están controlando a las personas que se dirigen al aeropuerto de Kabul y han establecido puestos de control en las principales ciudades, incluidas la capital y Jalalabad.
El documento, fechado el miércoles, fue redactado por el Norwegian Center for Global Analyses, una organización que proporciona trabajo de inteligencia a las agencias de la ONU.
“Están apuntando a las familias de los que se niegan a entregarse, y persiguiendo y castigando a sus familias ‘según la ley islámica’”, le dijo a la AFP Christian Nellemann, director ejecutivo del grupo.
“Prevemos que tanto los individuos que anteriormente trabajaban con las fuerzas de la OTAN/Estados Unidos como sus aliados, junto con los miembros de sus familias, estén expuestos a la tortura y a las ejecuciones”, añadió.
“Esto comprometerá aún más los servicios de inteligencia occidentales, sus redes, métodos y capacidad para contrarrestar tanto a los talibanes como al EI y otras amenazas terroristas”, añadió.
El informe señala que los militantes están “reclutando rápidamente” nuevos informantes para que colaboren con el régimen talibán y están ampliando sus listas de objetivos poniéndose en contacto con mezquitas y corredores de dinero.
Los talibanes lanzaron una estrategia de relaciones públicas desde que volvieron al poder el domingo, incluyendo la promesa de una amnistía completa para todos los que trabajaron con el gobierno afgano electo.
Pero los afganos y los observadores no han olvidado el régimen islámico ultraconservador de los talibanes de 1996-2001, cuando se impusieron castigos brutales, como la lapidación hasta la muerte por adulterio.
Crímenes cometidos por los talibanes
Cuatro días después de la toma de poder por los talibanes, Kabul ha cambiado de rostro pues los carteles y fotos de mujeres que en la capital afgana adornaban las vitrinas han sido borradas o vandalizadas.
El movimiento islamista radical, tras una expeditiva campaña militar, controla totalmente el país y ha tomado desde el domingo la capital de Afganistán.
Este cambio de régimen generó una ola de pánico en el país, donde se recuerda el precedente régimen talibán, entre 1996 y 2001, marcado por violaciones de los derechos humanos. Parece que nada de esto cambió con el regreso del movimiento.
Los talibanes, mientras trataban de tomarse el poder, también cometieron algunos crímenes atroces que reflejan que comenzó una nueva era del terror en Afganistán. Basta con ver que en las últimas horas, una mujer fue asesinada por los talibanes en pleno espacio público por el simple hecho de no llevar puesta una burka, prenda de vestir tradicional que obligan a usar a las mujeres musulmanas.
La mujer fue asesinada en la provincia de Takhar y en redes sociales circulan imágenes de su cuerpo tendido en un charco de sangre, con sus seres queridos acurrucados a su alrededor, después de que los insurgentes la mataran por estar en público sin cubrirse la cabeza.
Según Fox News, los combatientes talibanes dispararon y mataron a esta mujer el pasado martes, mismo día en que el grupo se comprometió a marcar el comienzo de una nueva era inclusiva en el país que honra los “derechos de las mujeres”.
Sin embargo, no ha sido el único crimen de los talibanes. Sohail Pardis, un joven de 32 años que había trabajado durante 16 meses como traductor para las tropas estadounidenses, había recibido en varias oportunidades amenazas serias y acusaciones de “traidor” por su pasada labor. Los talibanes no dudaron en acabar con su vida de una manera cruel, según testimonios de la Cruz Roja.
El regreso de los talibanes al poder en Afganistán ha hecho que centenares de afganos intenten huir del país con el fin de escapar de los extremistas.
Vale la pena recordar que el Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, aseguró este martes que los talibanes accedieron a un importante arsenal militar y armamento que robaron a las fuerzas de seguridad de Afganistán, luego de que el grupo fundamentalista islámico tomara el control desde el pasado domingo de la capital del país, Kabul.
Sullivan agregó que la administración del presidente Joe Biden todavía está tratando de determinar la cantidad de armamento militar estadounidense que ahora está en manos de los combatientes talibanes, como recoge un artículo publicado por el medio norteamericano New York Post.
*Con información de AFP