La ONU ratifica su oposición contra el bloqueo.

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Aplastante derrota de Estados Unidos: La ONU condena el embargo a Cuba y Colombia toma una decisión histórica

Durante veintiocho años la Asamblea General de la ONU se ha negado tajantemente a aceptar el embargo de Estados Unidos a Cuba. Este jueves lo volvió a hacer. Pero, por primera vez en la historia, Colombia se abstuvo en ese asunto. Lo que debilita, de alguna manera, la relación del país con Cuba.

7 de noviembre de 2019

La Asamblea General de la ONU condenó, una vez más este jueves y por 28º año consecutivo, el embargo que Estados Unidos le ha impuesto a Cuba hace casi sesenta años. La moción en contra de continuar con el bloqueo obtuvo 187 votos contra tres, los de Estados Unidos, Israel y, por primera vez, Brasil, bajo el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.

Solo hubo dos abstenciones tras dos días de debates en los que decenas de países fustigaron el embargo impuesto hace 57 años contra la isla comunista por considerarlo "anacrónico" e "inhumano": Ucrania y por primera vez, Colombia, otro gran aliado de Washington.

El gobierno de Cuba asegura que desde que el presidente estadounidense John F. Kennedy impuso el embargo a Cuba en febrero de 1962, menos de un año después de que Fidel Castro declarase el carácter socialista de la revolución cubana, éste ha provocado perjuicios a la isla por más de 138.000 millones de dólares al cambio actual.

El gobierno estadounidense "no esconde su propósito de asfixiar económicamente a Cuba e incrementar los daños, carencias y sufrimientos a nuestro pueblo", afirmó en la Asamblea el canciller cubano, Bruno Rodríguez, que denunció "una escalada en la agresión contra Cuba" de parte de Donald Trump.

Hace un año, la resolución que reclamaba el fin del embargo contra Cuba fue apoyada en la ONU por 189 países y rechazada solo por Estados Unidos e Israel, igual que en 2017. Ucrania y Moldavia se abstuvieron.

Solo una vez, en 2016, Washington se abstuvo de votar contra la resolución que condena el embargo en un contexto de acercamiento del gobierno de Barack Obama hacia la isla, que incluyó la reapertura de embajadas en ambas capitales en 2015.

Pero Trump dio marcha atrás a esa política y sigue aumentando la presión contra la isla con nuevas sanciones que han provocado una crisis de energía y que busca cortar a la mitad el turismo a la isla. "Estados Unidos no es responsable por los interminables abusos del régimen contra su propia gente; no aceptamos responsabilidad por eso", dijo en la Asamblea la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Kraft.

"Cuba es un contribuyente activo a la inestabilidad regional" y "colabora con el exrégimen de (Nicolás) Maduro, perpetuando una crisis humanitaria y económica que se extiende más allá de las fronteras de Venezuela", señaló.

¿Por qué el caso colombiano es atípico?

Durante los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, cuyas tesis políticas son diametralmente opuestas a las de los hermanos Castro, la diplomacia colombiana ofreció su respaldo irrestricto a Cuba en cada votación.

Sin embargo, desde el atentado perpetrado por el ELN a la Escuela de Policía General Santander, las relaciones entre Cuba y Colombia atraviesan uno de los capítulos más tensos de su historia. Hay que recordar que cuando se presentó ese acto terrorista en el que murieron 22 jóvenes inocentes que apenas empezaban su carrera de oficiales, el presidente Duque decidió, con razón, pararse de la mesa de dialogo con el ELN que en ese momento estaba instalada en La Habana. Ese fue un hecho que el país entendió y en que los colombianos rodearon y respaldaron al jefe de Estado.

No obstante, a las pocas horas empezaron los problemas. El gobierno cubano era uno de los garantes del proceso y, en esa medida, tenía que velar por el cumplimiento de los protocolos establecidos para un eventual rompimiento de la mesa.

Lo que queda claro es que durante todo el proceso de Paz y luego en el intento de negociación con el ELN, Cuba mostró buena fe a la hora de ayudar a Colombia para superar la violencia que por tantos años la ha aquejado. Por lo tanto, la abstención, aunque evidentemente menos fuerte que un apoyo directo al bloqueo, sí se ve como una traición a los cubanos, firmes aliados en los últimos años. 

Esto podría desembocar en un punto de quiebre en las relaciones bilaterales que cause un debilitamiento total de ellas.  Y, con eso, se rompe también la posibilidad de sentarse de nuevo a conversar con los grupos guerrilleros en un país que tantas veces ha servido de garante. 

Escuche en SEMANA la respuesta del canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, sobre la histórica decisión: 

* Con información de AFP.