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ONU considera positivo el alto el fuego en Ucrania, pero pide una solución al conflicto
El secretario general de la ONU dio la bienvenida a cualquier esfuerzo para tratar de poner fin a la guerra en Ucrania, en referencia a la oferta de ayuda del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en cuanto a unas posibles conversaciones de paz.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, consideró como positivo el alto el fuego en Ucrania anunciado este jueves por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, pero ha admitido que por ahora no se dan las condiciones para una solución duradera del conflicto.
“Si puede haber condiciones para que la gente no muera eso en sí mismo es positivo, pero lo que importa fundamentalmente es una solución al conflicto y la solución solo es posible sobre la base de la carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional”, dijo Guterres.
“En este momento, aún no se han creado las condiciones para una solución de paz inmediatamente efectiva, pero espero que sea posible”, agregó, según ha recogido la agencia Lusa, en declaraciones al margen de una ceremonia en la que ha recibido el Premio Universidad de Lisboa para 2020.
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Asimismo, Dujarric aseguró que la ONU da la bienvenida a cualquier esfuerzo para tratar de poner fin a la guerra en Ucrania, en referencia a la oferta de ayuda del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en cuanto a unas posibles conversaciones de paz.
A pesar de ello, el portavoz insistió en que el secretario general “es realista” sobre su opinión de que no hay posibilidad significativa de negociaciones de paz en un futuro próximo.
“No estamos descartando en modo alguno ninguno de estos esfuerzos de los que estamos oyendo hablar desde distintos frentes. No sabemos si estos esfuerzos conducirán a algo”, ha replicado.
“Lo que sí sabemos es que el resultado final que nos gustaría ver es el fin de esta guerra (...) y estamos dispuestos a ayudar a las partes a alcanzar ese objetivo”, dijo Dujarric.
Vladimir Putin cede y ordena cese al fuego en Ucrania durante dos días
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este jueves a su ejército aplicar un cese el fuego el 6 y 7 de enero para la Navidad ortodoxa, tras una petición hecha por el patriarca Kirill, informó el Kremlin.
Se trata del primer alto el fuego desde el inicio de la ofensiva en Ucrania, el 24 de febrero de 2022. Este anuncio se produce después de una petición del patriarca Kirill, de 76 años, con motivo de la Navidad ortodoxa, que se celebra en ambos países.
“Teniendo en cuenta el llamado de su santidad el patriarca Kirill, instruí al ministro de Defensa que ordene un régimen de cese el fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania a partir de las 12:00 del 6 de enero de este año hasta las 24:00 del 7 de enero”, dijo el Kremlin en un comunicado.
El Kremlin indicó que dada la alta cantidad de personas que profesan la fe ortodoxa en las zonas de combate, lanzaron un llamado a los ucranianos a declarar un alto el fuego que les dé la oportunidad de “asistir a los servicios religiosos en la víspera de Navidad, así como en el Día de la Natividad de Cristo”.
Cúpula militar rusa genera dudas
El ataque en el que murieron 89 soldados rusos en la noche de Año Nuevo en la localidad ucraniana de Makéyevka reavivó en Rusia las críticas contra la movilización y acentuó la falta de confianza hacia la cúpula militar, casi un año después del inicio de la ofensiva.
Según el ejército ruso, este bombardeo, que fue especialmente letal y que fue reivindicado por los ucranianos, alcanzó un albergue temporal en la región anexionada de Donetsk gracias a los misiles HIMARS, un arma suministrada a Kiev por Estados Unidos.
Los medios de comunicación y los analistas rusos rápidamente revelaron que en la base albergaba a personas que habían sido movilizadas, muchos de ellos soldados no profesionales.
Por lo general, las autoridades y los medios mantienen en silencio el balance de las bajas en Ucrania o se apresuran a culpar a los occidentales, cuyas entregas de armamento son cruciales.
Esta vez, muchos comentaristas partidarios del Kremlin señalaron como culpables a los líderes del ejército ruso, ya acusados de una serie de derrotas militares sobre el terreno.
Algunos cuestionaron también la veracidad del balance presentado por el Ministerio de Defensa, que podría ser mayor dada la destrucción total del edificio y la posible presencia de municiones almacenadas en el lugar.
El ejército no vaciló en culpar a las propias tropas, acusadas de haber utilizado masivamente sus teléfonos pese a la prohibición de hacerlo, lo que permitió a los ucranianos geolocalizar el sitio.
“Por supuesto, no es el comandante que dio la orden de colocar al personal en el edificio el que tiene la culpa, sino el combatiente raso con su teléfono”, ironizó en Telegram el diputado municipal moscovita Andrei Medvedev.
Con información de Europa Press