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ONU dice que tragedia por inundaciones en Libia podría haberse evitado
Un organismo adscrito a Naciones Unidas precisó que parte de la culpa de la tragedia que deja cerca de 7.000 muertos, se refiere al mal funcionamiento de los sistemas de alerta temprana.
En medio de la tragedia que azota a Libia por cuenta de las mortales inundaciones que ya dejan cerca de 7.000 muertos, este jueves se conoció un duro pronunciamiento por parte de la OMM, Organización Meteorológica Mundial, una entidad subsidiaria de la ONU, cuyos voceros sentenciaron que la actual situación que padece ese país africano podría haberse prevenido en gran medida.
De acuerdo con la OMM, la actual situación en Libia es en parte producto de la negligencia de los funcionarios estatales, señalando que parte importante de las miles de muertes eran ‘evitables’ si los sistemas de alertas tempranas de los organismos de gestión del riesgo hubiesen funcionado de modo acertado.
En ese sentido, la OMM aclaró que la tragedia no hubiese alcanzado la ingente magnitud que hoy llora ese país, si desde el Estado se hubiesen “emitido las alertas” que permitieran la oportuna evacuación de las zonas afectadas.
Las fuertes afirmaciones fueron hechas este jueves por Petteri Taalas, jefe de la OMM, quien igual se manifestó solidario con las miles de familias de las víctimas mortales que deja parcialmente este fenómeno; una cifra cercana a las 7.000 personas, que las mismas autoridades advierten seguirán creciendo debido al alto número de personas aún por rescatar, o que permanecen desaparecidas.
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Además de la situación derivada de las inundaciones, la situación social de Libia se ha visto afectada en los últimos años por los retos que sugiere la perdurable inestabilidad política, y lo que ello ha significado en materia de falta de prevención ante los embates de fenómenos naturales como las recientemente originadas por la tormenta Daniel, hechos sucedidos durante el pasado fin de semana.
El centro de la tragedia en Libia, según precisan autoridades locales, se ha situado en la localidad de Derna, la cual actualmente se encuentra convertida en una superficie de agua y barro que se convierte en el principal obstáculo para la ubicación y rescate de las víctimas.
Dentro de los errores señalados por el funcionario de la OMM, este precisó que la tragedia se hubiese podido prevenir si las autoridades no minimizaran la importancia de contar con herramientas como los pronósticos meteorológicos y la correcta implementación de las llamadas alertas tempranas.
En ese sentido, el experto ha acusado que el hecho de que el foco de la vida política se centre en la disputa por el poder y no en la administración de los recursos e implementación de herramientas necesarias como los informes meteorológicos, se ha convertido en un obstáculo, más aún si se tiene en cuenta que la red existente para la observación meteorológica se encuentra demasiado deteriorada debido a la falta de recursos e importancia.
La OMM lamentó que Libia no supiera evacuar de forma correcta, ni tampoco contara con los planes adecuados de prevención de desastres, debido a la inexistencia de los sistemas necesarios.
En medio de la tragedia, los ojos del mundo en materia humanitaria se han posado sobre este país, advirtiendo la importancia de la solidaridad mundial para hacer frente a la tragedia, señalando que además de la ayuda humanitaria en materia de víveres y atención a los sobrevivientes, se necesita apoyo en materia de personal de rescate y atención de las víctimas.
Desde el Medio Oriente y Europa han comenzado a llegar a ese país aviones y barcos que transportan recursos para hacer frente a la emergencia.
Sobre el panorama actual que vive Libia, medios internacionales sugieren que la tragedia debe verse más allá de los muertos y los desaparecidos, acusando que las verdaderas necesidades las afrontan los sobrevivientes que han perdido todo menos la vida y que, por ello, necesitan el apoyo del orbe.
Las grandes inundaciones provocadas por la tormenta Daniel se vieron nutridas por el desbordamiento y ruptura de obras de infraestructura hídrica, como las represas del río Wadi Derna, las cuales colapsaron al superar su capacidad, convirtiéndose en avalanchas que a su vez produjeron ríos de lodo.
El manejo de las víctimas, otro reto para las autoridades
Uno de los lugares donde la emergencia y la tragedia son evidentes es en inmediaciones del mar, hasta donde la fuerza de las aguas han arrastrado algunos cadáveres y donde las aguas se tornan marrones debido al barro.
En medio de la emergencia, según destacan medios internacionales, la ONU ha prometido la destinación de aproximadamente 10 millones de dólares para la atención a los sobrevivientes; cerca de 30.000 personas que se quedaron sin hogar.
Dentro de los retos de la atención a las víctimas, también se destacan los problemas de las vías obstaculizadas debido a la presencia de lodo, lo cual repercute en las posibilidades de la llegada de las ayudas humanitarias.
Desde el CICR, Comité internacional de la Cruz Roja, se han entregado, según destacan medios internacionales, cerca de “6.000 bolsas mortuorias”, para hacer frente a la emergencia y la aparición masiva de cuerpos sin vida, lo que refiere la necesidad de un debido manejo de los cuerpos de las víctimas.