MUNDO
ONU tilda de “abominable” el atentado terrorista que dejó siete muertos en Jerusalén
El ataque armado ocurrió en los alrededores de una sinagoga en Neve Yaakov, en Jerusalén Este.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, tildó de “abominable” el ataque terrorista perpetrado este viernes por un hombre armado palestino contra una sinagoga en Jerusalén Este, que se ha saldado la vida de al menos siete personas.
“Es particularmente abominable que el ataque haya ocurrido en un lugar de culto y el mismo día que conmemoramos el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto. Nunca hay excusa para los actos de terrorismo. Deben ser claramente condenados y rechazados por todos”, ha expresado en un comunicado la portavocía del secretario.
En este sentido, ha expresado “sus más sentidas condolencias” a las familias de las víctimas a la par que ha dicho estar “profundamente preocupado” por la escalada de violencia en la región. “Este es el momento de ejercer la máxima moderación”, ha agregado.
El ataque armado ha ocurrido en los alrededores de una sinagoga en Neve Yaakov, en Jerusalén Este. El hombre palestino ha disparado desde un automóvil a un edificio utilizado como templo judío, matando al menos a siete personas e hiriendo a algunas más.
Tras ello, el sospechoso, residente en Jerusalén Este, se ha dado a la fuga hacia el barrio palestino de Beit Hanina, donde ha sido neutralizado por agentes de la Policía israelí mientras intentaba huir a pie del lugar.
Incursión en Yenín
Nueve personas murieron el jueves en una incursión israelí en el campamento de refugiados palestinos de Yenín, en el norte de Cisjordania, según el ministerio palestino de Salud.
Otro palestino murió ese mismo día por disparos israelíes en un incidente separado cerca de Ramala, también en Cisjordania.
Israel afirmó que se trató de una operación de “contraterrorismo” contra la organización armada Yihad Islámica.
La Autoridad Palestina la calificó de “masacre” y anunció que dejaba de cooperar en materia de seguridad con Israel.
Según la ONU, no ha habido tantos muertos en una operación israelí en Cisjordania desde que comenzaron los registros de esas operaciones en 2005.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos llamó el viernes a “poner fin al ciclo de violencia sin fin” y se dijo “muy preocupado por el fuerte aumento de muertes de palestinos en operaciones israelíes en Cisjordania ocupada”.
La ministra palestina de Salud, Mai Al Kaila, denunció que las fuerzas israelíes, antes de retirarse, “lanzaron de manera deliberada granadas de gas lacrimógeno” en el servicio de pediatría de un hospital de Yenín, lo que “provocó la asfixia de algunos niños”.
“Nadie lanzó gas lacrimógeno deliberadamente en un hospital (...), pero la operación se llevó a cabo no lejos de un hospital y es posible que entrara gas lacrimógeno por una ventana abierta”, dijo a la AFP un portavoz del ejército israelí.
El campo de refugiados de Yenín, creado en 1953, alberga cerca de 20.000 refugiados, según la UNRWA, la agencia de la ONU a cargo de los refugiados palestinos.
El ejército israelí, que ocupa Cisjordania desde 1967, efectúa operaciones casi diarias en ese territorio y en particular en los sectores de Yenín y Naplusa, bastiones de grupos palestinos armados.
Bombardeo de Gaza
Israel bombardeó el viernes la Franja de Gaza en respuesta a un disparo de cohetes desde el enclave palestino.
El ejército indicó que realizó al menos dos rondas de bombardeos aéreos contra islamistas de Hamás, tras varios disparos de cohetes procedentes de Gaza hacia el sur de Israel.
Los bombardeos israelíes alcanzaron la ciudad de Gaza, capital del enclave, constataron periodistas de la AFP.
Ninguna de las partes reportó heridos y la mayoría de los cohetes disparados desde Gaza fueron interceptados por el sistema israelí de defensa aérea.
Los movimientos armados Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, y Yihad Islámica participaron en los disparos de cohetes, indicó Jaled el-Batsh, un responsable de Yihad Islámica.
Horas antes, Hamás había indicado que los proyectiles llevaban el siguiente mensaje: “El enemigo [Israel] debe estar alerta, porque la sangre palestina derramada cuesta cara”.
Miles de personas se manifestaron en Gaza el jueves, donde se vieron carteles que rezaban: “Yenín, la respuesta llega y la resistencia es nuestra estrategia”.
Con información de AFP y Europa Press