MUNDO
Opositor ruso Alexei Nalvani fue declarado culpable por tribunal de Moscú
Nalvani se encuentra detenido desde que regresó a Moscú en enero de 2021.
Un tribunal de Rusia declaró este martes al opositor Alexei Navalni culpable de fraude, cargos por los que la Fiscalía reclamó una pena de trece años de cárcel contra él, lo que ampliaría el tiempo que deberá pasar entre las rejas.
“Navalni cometió fraude, es decir, robó la propiedad de otras personas a través del engaño y la violación de la confianza”, dijo la jueza Margarita Kotova, del tribunal de Lefortovo, en Moscú, durante la lectura del veredicto.
Así, el tribunal indicó que el opositor es supuestamente responsable de cuatro casos de fraude a gran escala que le fueron imputados, al tiempo que declaró a Navalni igualmente culpable de las acusaciones por desacato que pesan contra él, según recogió la agencia rusa de noticias Interfax.
La Fiscalía rusa reclamó la semana pasada una pena de trece años de cárcel, que lleva aparejada una multa de 1,2 millones de rublos (9.500 euros al cambio actual), por la peligrosidad que le atribuye a Navalni, al que acusa de crear una trama fraudulenta en colaboración con su entorno y a través de sus principales organizaciones.
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En 2020, el opositor pasó varios meses en convalecencia en Alemania tras haber sobrevivido a un envenenamiento mediante un agente nervioso, del que responsabiliza a Vladimir Putin.
A su retorno a Rusia, el opositor fue detenido en enero de 2021, juzgado y condenado, por una causa por “fraude” que databa de 2014. Esta condena generó una ola de críticas y de sanciones de los países occidentales contra Moscú.
El opositor fue incluido en una lista oficial de “terroristas y extremistas”, en el marco de una campaña de represión hacia voces disidentes que también afectó a sus principales colaboradores, que están exiliados.
Ello generó asimismo una fuerte presión de las autoridades rusas contra varios medios de oposición así como contra ONG críticas con el poder
Por otra parte, Navalni también se ha pronunciado contra la ofensiva del ejército ruso en Ucrania y llamó a sus aliados y a quienes lo apoyan a manifestarse por la paz, pese a los riesgos de detención y de graves acciones judiciales.
En junio su movimiento político fue prohibido y acusado de “extremismo”. A la represión de los partidarios de Navalni le siguió una campaña contra los medios críticos y las oenegés, que fueron designadas como “agentes extranjeros”, una denominación que complica su trabajo y las expone a problemas judiciales.
En diciembre la emblemática ONG Memorial, que trabaja por la defensa de los derechos humanos y la protección de la memoria de los gulag, fue prohibida por la justicia acusada de no haber cumplido con la controvertida ley sobre los “agentes extranjeros”.
Con información de Europa Press y AFP