Otan le dijo ‘no’ a pedido de zona de exclusión aérea hecho por Ucrania

Al término de una reunión realizada en la ciudad de Bruselas, con la participación de todos los ministros de relaciones exteriores o cancilleres de los países miembros de la Organización del Atlántico Norte, Otan, su secretario general, el noruego Jens Stoltenberg, entregó una declaración a medios de comunicación en la que reveló algunos apartes de la reunión y las decisiones allí emanadas con respecto a Ucrania.

Dentro de lo comunicado por Stoltenberg se destaca la decisión de la Otan de no tener aviones de sus fuerzas realizando sobrevuelos sobre territorio ucraniano, cerrando la puerta a una solicitud elevada en días pasados por el gobierno de ese país para que se estableciera una ‘zona de exclusión aérea’, que sirviera como elemento disuasorio frente a nuevos bombardeos por parte de fuerzas rusas.

“No debemos tener aviones sobre el espacio aéreo de Ucrania, ni tropas de la Otan en el territorio de Ucrania”, advirtió el secretario de la Otan, al término del encuentro pactado el pasado martes, y que se realizó de manera presencial en Bélgica, en el que se ratificó la posición que hasta el momento ha tenido la organización frente a su decisión de no intervenir militarmente para defender a Ucrania de la invasión rusa.

Sin embargo, pese a la postura de no enviar tropas a Ucrania, la Otan afianzó su decisión de fortalecer la presencia de tropas en los estados miembro que se encuentran próximos al territorio ruso y ucraniano, así como sus capacidades para una eventual respuesta a un intento de vulneración de algunos de dichos países, recordando lo suscrito en el artículo quinto de su tratado de constitución: “Un ataque contra un país miembro, es un ataque contra todos”.

¿Qué es una zona de exclusión aérea?

Una zona de exclusión aérea se traduce en una normativa que prevé la prohibición del sobrevuelo de un país o territorio determinado en pro de proteger instalaciones estratégicas o por contextos bélicos, y su implementación requiere de un músculo armado que posea la capacidad de hacerla cumplir; es decir, que sea capaz de castigar o neutralizar a quien desee violar la normativa que, en este caso, implicaría el derribo de aviones rusos.

Históricamente, esta medida ha sido implementada en contextos como el de la intervención militar en Libia en el año 2011, y en a finales del siglo XX en contextos como las guerras de Iraq y Balcanes.

Justamente, al respecto, Jens Stoltenberg advirtió que la negativa de la Otan frente a esta medida se traduce en que “la única forma de implementarla, es mediante el envío de aviones de combate de la Organización que tendrían que derribar aviones invasores rusos”.

“Creemos que si hacemos eso, acabaremos teniendo algo que pueda convertirse en una guerra total en Europa, envolviendo a muchos otros países, y causando mucho más sufrimiento humano”, dijo.

Así, la Otan pactó la que consideran una decisión “dolorosa”, en la que se reforzarán las sanciones de corte económico, pero no se involucrarán militarmente ni en el territorio, ni en el espacio aéreo del país invadido.

En días pasados, el excomandante de la Otan, Philip Breedlove —quién encabezó las fuerzas de Estados Unidos en Europa—, dejó claro, en declaraciones a Foreign Policy, que declarar una zona de exclusión aérea es en sí mismo representaría “un acto de guerra”; no obstante, cuestionaba si el mundo se quedaría sosegado frente a la arremetida de Rusia.

Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA