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Pacientes con demencia tienen un mayor riesgo de contraer covid-19, según estudio

El estudio reveló que de 15.770 pacientes con covid-19, unos 810 tenían demencia.

9 de febrero de 2021
Coronavirus Hospital Covid
Registered Nurse Rachelle Curtis cares for an intubated patient in the coronavirus intensive care unit at Christus Santa Rosa Hospital in New Braunfels, Texas, Friday, Jan. 22, 2021. (Mikala Compton/Herald-Zeitung via AP) | Foto: AP

Los pacientes con demencia tenían un mayor riesgo de covid-19 en comparación con los pacientes sin demencia.

Estos hallazgos destacan la necesidad de proteger a los pacientes con demencia como parte de la estrategia para controlar la pandemia del coronavirus.

El riesgo no podría explicarse por completo, pero está asociado a los factores más comunes como lo son la edad o las comorbilidades.

La doctora Kristine Yaffe, profesora de neurología y psiquiatría en la Universidad de California en San Francisco, dijo: que “es bastante convincente sugerir que hay algo en la demencia que te hace más vulnerable”.

Asimismo, el estudio reveló que las personas negras y con demencia tienen más probabilidades de contraer el virus que las personas blancas, ya que según el estudio las personas de color han sufrido más daños durante la pandemia.

“Este estudio destaca la necesidad de proteger a los pacientes con demencia, especialmente a los negros”, señala el estudio que fue dirigido por investigadores de la Universidad Case Western Reserve.

Además, el estudio reveló que de 15.770 pacientes con covid-19, 810 tenían demencia.

“Las personas con demencia dependen más de quienes las rodean para hacer las cosas de seguridad, recordar usar una máscara, mantener a las personas alejadas a través del distanciamiento social […] Está el deterioro cognitivo y el hecho de que están en mayor riesgo social”, dijo el doctor Kenneth Langa, profesor de medicina en la Universidad de Michigan, quien no participó en el estudio.

La vacunación en el mundo

En el mundo 134,64 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna y el país que más ha aplicado el inmunizante ha sido Estados Unidos con 41,21 millones de dosis y en segundo lugar se encuentra China con 31,2 millones.

Otros territorios del mundo que no han iniciado con la vacunación son Australia, Hong Kong, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, en donde el presidente Moon Jae-in señaló que el país logrará una inmunidad colectiva en noviembre, ya que la vacunación contra el coronavirus comenzará en febrero.

Mantener las medidas de bioseguridad

Mientras se inicia con la inoculación, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades han asegurado en repetidas ocasiones que el constante lavado de manos, el distanciamiento social, evitar los espacios cerrados, así como limpiar y desinfectar diariamente las superficies que se tocan con frecuencia son algunas de las recomendaciones para evitar la propagación del virus.

A la fecha, 106 millones de personas en el mundo se han enfermado de coronavirus, 2,3 millones han perdido la vida por el virus que apareció en Wuhan (China) en diciembre de 2019 y las principales comorbilidades de las personas que han muerto por la enfermedad son hipertensión arterial, diabetes, obesidad, epoc, enfermedad cardiovascular y la renal.

La efectividad de las vacunas y la cadena de frío

Varias farmacéuticas han trabajado en la creación de una vacuna contra el virus y han revelado su efectividad luego de conocer los resultados de la Fase III de estudios clínicos.

Por ejemplo, la vacuna de Pfizer y BioNTech tiene una efectividad del 95 %, la de Moderna es del 94,1 %; la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford tiene una eficacia del 62,1 %, en tanto la vacuna rusa Sputnik V reportó una eficacia del 91,6 %.

Además, en casos graves, las vacunas de Sputnik V, Moderna y AstraZeneca tienen una eficacia del 100 %, mientras que la de Pfizer y BioNTech es del 75 %.

La mayoría de las vacunas que se han creado hasta el momento tiene efectos secundarios leves como dolor y sensibilidad en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular, sensación general de malestar, escalofríos, fiebre, dolor en las articulaciones y náuseas.

De otro lado, la temperatura es un tema muy relevante para poder conservar la vacuna contra el coronavirus.

La de AstraZeneca y la Sputnik V necesitan temperaturas entre 2 ºC y 8 ºC, la de Pfizer se puede almacenar entre -80 ºC y -60 ºC, mientras que la vacuna de Moderna debe estar entre -25 ºC y -15 ºC.