Mundo
Padre e hijo reciben segunda cadena perpetua en EE. UU. por “crimen de odio”
Fueron acusados del asesinado de un joven afrodescendiente a las afueras de Brunswick, Georgia en 2020.
La justicia de Estados Unidos condenó este lunes a dos hombres a una segunda cadena perpetua por el asesinato de un hombre afrodescendiente de 25 años, en un hecho ocurrido en 2020.
El primero de ellos es Gregory McMichael, uno de los tres hombres condenados por el crimen de Ahmaud Arbery, quien fue sentenciado a cadena perpetua más siete años, luego que un tribunal federal lo encontró responsable por interferencia con los derechos (un delito de odio), intento de secuestro y uso de armas.
Esta decisión se conoció hora después de que su hijo, Travis, también recibió una segunda condena a cadena perpetua más 10 años en el mismo tribunal de Georgia por los mismos cargos federales.
Entre tanto, se está a la espera de que William “Roddie” Bryan Jr., vecino de estas dos personas, también reciba una condena, de acuerdo el análisis del tribunal.
Lo más leído
Los tres condenados ya están cumpliendo cadena perpetua luego de que el tribunal estatal estableció su responsabilidad por una serie de cargos relacionados con el homicidio de Ahmaud Arbery.
Travis McMichael, su padre Gregory McMichael y su vecino William “Roddie” Bryan fueron hallados responsables el pasado mes de febrero de los hechos relacionados con interferencia con los derechos (un delito federal de odio) e intento de secuestro.
En ese momento, el jurado aceptó el argumento de los fiscales que determinaron que los acusados actuaron por animadversión racial hacia el joven afrodescendiente.
La investigación permitió determinar que Travis McMichael, disparó fatalmente a Arbery, por eso también fue declarado culpable de usar y llevar una escopeta Remington.
Entre tanto, su padre, Gregory fue declarado culpable, tras ser acusado de usar y llevar un revólver Magnum .357.
Padre e hijo ya están cumpliendo cadena perpetua tras haber sido condenados en un tribunal estatal por una serie de cargos relacionados con la muerte de Arbery, incluido el de asesinato.
Durante el juicio, los fiscales federales alegaron que cada uno de los acusados había hablado de los afrodescendientes en público y en privado, utilizando un lenguaje incendiario, despectivo y racista, por lo que se argumentó que el caso tuvo relación con un crimen de odio.
Tanto desde la Fiscalía como los familiares señalaron que el joven había salido a trotar, como lo hacía regularmente por tratarse de un jugador de fútbol americano de la escuela secundaria, el 23 de febrero de 2020, cuando fue sorprendido por los condenados, quienes lo persiguieron y lo mataron en su vecindario a las afueras de Brunswick, Georgia.
Entre tanto, los abogados defensores afirmaron, durante el juicio, que los McMichael persiguieron a Arbery en una camioneta por las calles del barrio para detenerlo y llevarlo ante la policía, creyendo que se trataba de una persona, que al parecer, había entrado ilegalmente a robar en una casa en construcción.
Según señalaron, esta persona habría quedado grabada en una cámara de seguridad ubicada en el lugar. Aunque los fiscales reconocieron que Arbery había entrado en la casa en el pasado, nunca se llevó nada.
La defensa de los acusados y condenado también argumentó que Travis McMichael disparó a Arbery en defensa propia mientras luchaban por la escopeta de su padre.
Igualmente, señaló que el tercer implicado en el caso (Bryan) se unió a la persecución en su propia camioneta después de ver a los McMichael seguir a Arbery en su camioneta mientras corría.
Se indicó que el vecino de los McMichael grabó video del tiroteo.
Inicialmente, los fiscales que asumieron la investigación no ordenaron a la policía del condado de Glynn la detención de estas tres personas, pero dos meses después se dio la orden tras conocerse el video grabado por Bryan, lo que desencadenó la protesta nacional.