Mundo
Países Bajos en crisis: hay ruptura de coalición de gobierno por disputas sobre políticas migratorias
Se celebrarán nuevas elecciones y el primer ministro Mark Rutte, anunció su dimisión tras cuatro mandatos desde 2010.
Este viernes 7 de julio, el Gobierno de Países Bajos, en cabeza del primer ministro neerlandés Mark Rutte, se disolvió después de un año y medio en funciones por discrepancias entre los cuatro partidos de la coalición sobre la estrategia para contener el flujo de refugiados, según informaron los medios locales.
Rutte, además, anunció el viernes la dimisión de su gobierno de coalición, mencionando las discrepancias “insuperables”. “Esta noche, desgraciadamente llegamos a la conclusión de que las discrepancias eran insuperables. Por esta razón, le presentaré próximamente mi dimisión al rey en nombre de todo el gobierno”, declaró Rutte en rueda de prensa.
Al parecer, los desencuentros entre los miembros de la coalición de Gobierno en materia de política migratoria y la oposición, después de días de reuniones, terminaron este viernes en la noche saltando por los aires, según fuentes citadas por la cadena pública NOS.
“El gobierno no alcanzó un acuerdo sobre las medidas a adoptar para contener la afluencia de solicitantes de asilo (...) Así terminó el gobierno Rutte IV”, dijo, en referencia a este cuarto mandato de Rutte, el jefe de gobierno que más tiempo ha ocupado el cargo en Países Bajos.
Tendencias
El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, centro-derecha) de Rutte había puesto sobre la mesa una propuesta para limitar la llegada de migrantes, en concreto una medida que permitiría limitar la reunificación familiar para evitar situaciones de colapso como las de 2022, cuando grupos de migrantes durmieron al raso en Ter Apel.
Así entonces, se quería que los otros tres partidos de la coalición gubernamental instauraran un sistema de cuotas para limitar el número de niños procedentes de zonas de conflicto susceptibles de obtener asilo, reduciendo el número actual hasta 200 por mes, por lo que se habría amenazado con disolver el gabinete si sus aliados no la aprobaban, refirieron los medios neerlandeses.
Sin embargo, los liberales Demócratas 66 y los democristianos de Unión Cristiana, que le aportó a Rutte el apoyo del electorado protestante del centro del país, se opusieron, lo que aboca al país en principio a la celebración de elecciones generales anticipadas, habida cuenta de que la actual aritmética parlamentaria ya implicó que las negociaciones para formar el actual Gobierno duraron diez meses.
Rutte lleva siendo primer ministro de Países Bajos desde 2010 y lideraba hasta ahora su cuarto gabinete, que tomó posesión en enero de 2022, con una coalición que tardó nueve meses en constituirse después de las elecciones de marzo de 2021. El fin de su tercer mandato fue provocado por un escándalo relacionado con las subvenciones familiares.
Según los medios, Rutte, apodado “teflón’ por su capacidad de supervivencia política, busca con la actual disolución de su gabinete ahorrar energías para librar batalla con un ala de su partido que defiende una línea más dura en materia de política migratoria y de acogida de refugiados.
Teléfonos móviles en el salón de clases
Ahora el gobierno de Países Bajos ha anunciado una fuerte legislación que les dejará prácticamente ‘expulsados’ de las aulas a partir del próximo 1 de enero de 2024.
El anuncio fue revelado el martes 4 de julio por las autoridades de ese país, explicando que los dispositivos celulares, las tablets, e incluso los relojes inteligentes quedarán prohibidos, y relegados a escenario o clases en los que su uso se vuelva estrictamente necesario, como el caso de clases que lo requieran dentro de la formación, o en tanto se hable de ellos en clase.
De igual modo, en medio de este anuncio, también se advirtió que pese a la prohibición que se plantea, estos dispositivos serán también permitidos para las personas con algún tipo de discapacidad que así lo requieran, y que sea sustentado en una consideración médica.
El anuncio, según recogen medios internacionales, estuvo a cargo del ministro de Educación de ese país, Robbert Dijkgraaf, quien reconoció que si bien estos dispositivos como los “teléfonos móviles, forman parte de nuestras vida, no deben estar en las aulas”, aduciendo que estos se han convertido, de acuerdo con múltiples estudios, en elementos de distracción, que interrumpen y vician “la oportunidad de estudiar bien”.
Para el funcionario, “los teléfonos móviles son una molestia”, y por ello planteó la ‘necesidad’ de tomar ingentes medidas orientadas a proteger a los estudiantes frente a ese tipo de peligros.
*Con información de AFP y Europa Press.