CORONAVIRUS
“Países ricos y las compañías farmacéuticas deben pagar la vacunación de las naciones pobres”, asegura el FMI
Para el FMI y los países desarrollados, hay que ayudar a los países más necesitados a superar la pandemia para que la recuperación económica sea duradera.
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dijo este domingo que los países ricos y las empresas farmacéuticas deben “pagar” los programas de vacunación contra la covid-19 de los países en desarrollo.
Las declaraciones de Georgieva se llevaron a cabo en el marco de la cumbre del G7, la cual reúne a los ministros de Finanzas y mandatarios de las economías más grandes del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Y es que uno de los temas principales de la cumbre del G7 fue la responsabilidad de las economías desarrolladas en la recuperación económica y sanitaria del resto del mundo.
“No es solo un imperativo moral, sino un paso necesario para que la recuperación económica sea duradera. Por ese motivo, debemos asegurarnos de que el mundo logre que los países ricos y las compañías paguen por ello”, dijo la directora del FMI.
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Para Georgieva, el primer paso de las ayudas del G7 al resto del mundo debe ser a través de la donación a los países más vulnerables de las vacunas de sobra que tengan las naciones más avanzadas.
De hecho, ha sido tal el interés de ayuda del G7, que se acordó una donación de 1.000 millones de vacunas contra la covid-19 para los países más pobres del mundo.
Georgieva intervino en la plenaria del encuentro en Cornualles que se celebró este sábado 12 de junio y aseguró que se ha visto “muy impresionada” por la seriedad con que los líderes del G7 han asumido el compromiso de acabar con la pandemia en el mundo.
“Por ese motivo, debemos asegurarnos de que el mundo logra que los países ricos y las compañías paguen por ello”, resaltó.
Así mismo, Georgieva recomendó la necesidad de acelerar y expandir la capacidad de producción de vacunas en países en desarrollo, es decir, apoyar a las naciones más pobres para que tengan la opción de fabricar el fármaco e inmunizar a su población.
Por otra parte, la ejecutiva aseguró que es necesario apoyar también a los países en desarrollo a remontar la crisis económica provocada por la pandemia y aseguró que “no podemos permitir que el mudo se parta en dos”.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, también realizó una rueda de prensa en el Cornualles donde aseguró que: “Los esfuerzos en la vacunación van a tener que mantenerse hasta bien entrado 2022, y posiblemente más allá, así que es necesario impulsar la capacidad de fabricación”, afirmó Malpass.
“Debemos poder vincular los excedentes de producción con los países que pueden utilizar ese tipo particular de vacuna a tiempo, antes de su fecha de expiración. Ese es uno de los grandes retos”, afirmó.
Hace unas semanas, durante la Cumbre Mundial de la Salud del G20, desarrollada de manera virtual y organizada por la Presidencia italiana y la Comisión Europea, comenzó con el anuncio de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, tres de las grandes farmacéuticas productoras de vacunas contra la covid-19, de reservar 3.500 millones de dosis para los países pobres entre 2021 y 2022.
Según explicaron, este año se suministrarán alrededor de 1.300 millones de dosis y en 2022 el resto. Pfizer proporcionará 2.000 millones, Moderna hasta 995 millones y Johnson & Johnson hasta 500 millones.
Los países de menores ingresos podrán comprarlas a precio de costo y los de ingresos medios a un precio reducido, de acuerdo con las precisiones que hicieron los responsables de los laboratorios durante una cumbre virtual.