Animales
Pandillas de gatos callejeros: el extraño fenómeno que preocupa a la ciencia
Un reciente estudio de científicos en España ha referido algunos de los retos derivados de las grandes manadas que se presentan en algunas grandes ciudades, y emitieron recomendaciones orientadas a pensar mejor las políticas públicas.
A través de un artículo recientemente revelado por la revista científica Conservation Science and Practice, los estudiosos advirtieron que los gatos callejeros se han convertido en un problema para la biodiversidad, y para la salud pública, advirtiendo que estos, debido a su naturaleza de cazadores, se han convertido en ‘depredadores dañinos’, siendo los causantes de la extinción de cerca de un cuarto de las especies de aves, mamíferos y reptiles de todo el mundo.
El artículo fue desarrollado por investigadores adscritos a la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, España, quienes trabajaron de la mano del equipo de investigadores de la denominada Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), de la Universidad Miguel Hernández de Elche, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB) y el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (CSIC); todos ellos en el mismo país.
El estudio de los científicos ha evidenciado que las condiciones en las que se han desarrollado grandes pandillas de gatos callejeros en las diferentes urbes se ha convertido en un problema, que pone en jaque a la conservación de algunas especies animales, siendo incluso más peligrosa que los atropellamientos, envenenamientos y prácticas de cacería desarrolladas por humanos en contra de un importante número de aves que ven en peligro la supervivencia de su especie, debido al alto número de sus ejemplares que perecen en las garras de los felinos.
En ese sentido, el estudio también ha precisado que, contrario a lo que han previsto algunas providencias locales en España que abogan por los medios para la protección de estas poblaciones animales, un gato ‘bien alimentado’ no es garantía de que sea un animal que desista de su naturaleza cazadora y depredadora; actividad que, pese a recibir cuidados que satisfacen sus necesidades básicas, no significan que el animal desista de seguir desarrollando su instinto cazador.
Es decir, los gatos no solamente cazan por su necesidad de alimento, lo que hace que la amplia proliferación de animales en situación de calle, traduzcan en un peligro mayor para otras especies que son habitualmente sus presas.
Así, dentro de las conclusiones del estudio se ha manifestado lo problemático que eventualmente podría resultar la reciente aprobación de la llamada Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los animales, aprobada en ese país, que busca brindar garantías para las poblaciones que se han dedicado al cuidado de estos animales.
En otra línea, además del peligro que representa una gran población de gatos callejeros en términos de depredadores, los expertos también han señalado los riesgos para la salud pública que se desprenden de la existencia de grandes poblaciones de felinos sin el debido cuidado, refiriendo que estos se convierten en focos de enfermedades de tipo infectocontagioso -que no solo representan una amenaza para otros gatos sino también para los humanos-, recordando la existencia de situaciones como la rabia y los endoparásitos.
En ese sentido, desde las conclusiones de estos estudios, se insta a los humanos a evitar favorecer el surgimiento y desarrollo de estos grupo o colonias de animales callejeros, manifestando el peligro que en sí representan.
En el caso de los gatos, a diferencia de otros animales domésticos, el riesgo de contacto entre animales ‘asilvestrados’ y domésticos es mayor, dada la independencia de estos animales.
Sobre los gatos, según destacan medios internacionales, también existen riesgo de transmisibilidad de enfermedades como los brotes de la llamada leucemia felina, situación que ha sido tangible en algunos lugares de España, recordando la crisis vivida en 2017 con los llamados linces de Doñana.
Conscientes de la necesidad de tomar medidas ante la proliferación de animales callejeros, pero también de suministrar medios de protección de estos seres vivientes, los especialistas encargados de la investigación han recabado en la necesidad de que la legislación que se emita en ese sentido, abogaron únicamente por los animales de compañía, en tanto al incurrir en el cuidado de ciertas especies, por desconocimiento, se podría ir en detrimento de otras, que podrían estar en situaciones aún peores, refiriendo el peligro de extinción.
En ese sentido, una de las vías a las que llaman los expertos es precisamente al desarrollo de campañas de castración, de modo que se pueda trabajar en virtud del control de la población de felinos, y que a su vez sea un aspecto positivo para la preservación de las especies de las que estos se han convertido en depredadores.
En ese sentido, otro de los llamados se refiere a mecanismos como los medios de adopción, haciendo un énfasis en las poblaciones más jóvenes de estos animales, en tanto estos tienen mayor capacidad para adaptarse, y mientras que gatos adultos, ya adecuados a la calle, en pocas ocasiones logran domesticarse totalmente.