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Papa Francisco invita a los padres a no juzgar a sus hijos por su orientación sexual
El pontífice reflexionó sobre las relaciones entre padres e hijos, y pidió “acompañar” en lugar de “condenar”.
Durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano, el papa Francisco envió un mensaje este miércoles 26 de enero a todos los padres de familia para que acompañen a sus hijos y “no se escondan en comportamientos de condena” por su orientación sexual.
En ese sentido, el pontífice destacó la necesidad de que padres e hijos tengan una buena relación, basada en el amor y en la confianza. Así mismo, citó los casos en que las familias se fragmentan debido a las muertes prematuras de hijos como producto de enfermedades o accidentes de tránsito.
“Tantos problemas de los padres, pensamos cómo ayudarlos. A ellos les digo: no tengan miedo. Hay tanto dolor, pero piensa en el Señor y en cómo José resolvió los problemas. Nunca condenes a un hijo”, reflexionó el papa Francisco.
El máximo jerarca de la Iglesia católica, además, recordó cuando en Buenos Aires, Argentina, observada largas filas de madres y padres para visitar a sus hijos: “Allí estaban las madres, esas madres que ante el problema de un hijo que ha cometido un error, ponían su cara, no se escondieron y lo acompañaron siempre. Qué valor”.
En el pasado, el papa Francisco ya había sentado su posición respecto al rechazo de hijos homosexuales en las familias. En 2018, cuando le preguntaron qué les diría a los padres de un hijo gay, el pontífice sentenció que “ignorar al hijo o la hija con tendencias homosexuales sería una falta de maternidad y paternidad. Eres mi hijo o mi hija como eres”.
Durante este miércoles, el papa Francisco también aprovechó para compartir un mensaje en relación a la tensa situación que se vive entre Ucrania y Rusia.
“Los invito a rezar hoy por la paz en Ucrania. Pidamos con insistencia al Señor que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y superar las divisiones. Que las oraciones que hoy se elevan al cielo toquen las mentes y los corazones de los responsables en la tierra”, escribió en su cuenta de Twitter.
Los invito a rezar hoy por la paz en #Ucrania. Pidamos con insistencia al Señor que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y superar las divisiones. Que las oraciones que hoy se elevan al cielo toquen las mentes y los corazones de los responsables en la tierra.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 26, 2022
Defendió la paternidad: el regaño del papa Francisco a quienes no quieren tener hijos
En otro mensaje compartido durante el primer mes de 2022, el pontífice elogió la paternidad y la adopción durante la audiencia general en el Vaticano y lamentó que las mascotas tomen, a veces, el lugar de los niños. Precisamente, dichas declaraciones despertaron una oleada de críticas, burlas y todo tipo de reacciones en redes sociales, en las que los usuarios publicaron fotografías de sus mascotas con la leyenda “Foto de tu hijo para el papa Francisco”.
“Hoy vemos una forma de egoísmo. Vemos que algunos no quieren tener hijos. A veces tienen uno, y ya, pero en cambio tienen perros y gatos que ocupan ese lugar”, subrayó el papa durante la primera audiencia general del año en la sala Pablo VI.
El pontífice exhortó también a las instituciones para que faciliten los procesos de adopción, de modo que el sueño de los niños que necesitan una familia y de las parejas que desean acogerlos se haga realidad.
“La negación de la paternidad y de la maternidad nos menoscaba, nos quita humanidad, la civilización se vuelve más vieja”, dijo.
El papa volvió a criticar el llamado “invierno demográfico” y la “dramática caída de la natalidad” que se registra en numerosos países occidentales e instó a tener hijos o a adoptarlos.
“Tener un hijo siempre es un riesgo, ya sea natural o adoptado. Pero más arriesgado es no tenerlo. Más arriesgado es negar la paternidad, negar la maternidad, ya sea real o espiritual”, recalcó el pontífice.
Al final de la audiencia, como es habitual, el papa asistió a varios números preparados por un circo con payasos, malabaristas, bailarines y músicos, en un ambiente festivo que contrastaba con el escenario solemne del Vaticano.