El Vaticano
Papa Francisco se muestra consternado por el brutal atentado a un colegio en Uganda
El sumo pontífice celebró el Ángelus ante miles de fieles tras su operación.
El papa Francisco, quien fue operado a principios de junio del abdomen, pronunció la oración del Ángelus este domingo 18 de junio delante de miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro en el Vaticano, y agradeció sus muestras de “afecto” durante su hospitalización.
El pontífice argentino, de 86 años, salió el pasado viernes 16 de junio del hospital Gemelli de Roma tras una decena de días ingresado.
“Deseo expresar mi gratitud a cuantos, en los días de mi ingreso en el Policlínico Gemelli, me han manifestado afecto, preocupación y amistad”, declaró el papa, debilitado desde hace varios años por sus problemas de salud, sobre todo a nivel del intestino y las articulaciones.
El papa Francisco aprovechó su intervención para denunciar el “ataque brutal” de un grupo rebelde de filiación yihadista contra una escuela de educación secundaria en Uganda, que deja hasta el momento 41 muertos, en su gran mayoría estudiantes.
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“Rezo por los jóvenes estudiantes víctimas del ataque brutal cometido contra una escuela en el oeste de Uganda”, país de mayoría cristiana, declaró el sumo pontífice argentino ante los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano, tras el rezo del Angelus.
“Esta lucha, esta guerra en todas partes. Recemos por la paz”, añadió el pontífice.
La masacre se produjo la noche del viernes en la escuela secundaria Lhubiriha en la localidad de Mpondwe, muy cerca de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC). El ejército y la policía acusaron a las Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF), un grupo rebelde vinculado al grupo yihadista Estado Islámico.
Sobre el ataque
El Ejército de Uganda ha aumentado a 41 la cifra de muertos por el ataque de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) contra una escuela, de los que 37 son estudiantes, tres son miembros de la comunidad y otro más es el guardia de seguridad de la escuela.
El portavoz del Ejército, Felix Kulayigye, ha asegurado que las autoridades siguen buscando a los asaltantes para rescatar a los estudiantes que aún permanecen secuestrados, según declaraciones recogidas en vídeo por el diario ugandés Daily Monitor.
El ataque se produjo el pasado viernes 16 de junio por la noche en la escuela secundaria privada Mpondwe Lhubiriha de esta localidad fronteriza con República Democrática del Congo (RDC), principal ámbito de actuación de esta milicia, una de las más violentas del continente, que tuvo sus orígenes no obstante en suelo ugandés.
Las ADF, creadas en la década de los noventa y acusadas de las matanzas de miles de civiles, fue objeto de una escisión en 2019 después de que su líder jurara lealtad al grupo yihadista Estado Islámico en África Central (ISCA), bajo cuya bandera actúa desde entonces. Naciones Unidas les atribuye más de 1.200 asesinatos de civiles tan solo en 2021.
La ONU condenó el ataque
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado el ataque de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) contra la escuela en Uganda, que ha dejado al menos 41 muertos y ocho heridos.
“Los responsables de este acto atroz deben comparecer ante la justicia”, ha declarado Guterres en un comunicado en el que también ha expresado su “más sentido pésame” a las familias de las víctimas, al Gobierno, y al pueblo de Uganda.
Además, ha pedido la liberación “inmediata” de los secuestrados, y ha reiterado la importancia de acuerdos regionales para enfrentar la inseguridad de la región y establecer una “paz duradera”.
Familiares desconsolados se congregaron este domingo en una morgue de Uganda en busca de noticias de sus seres queridos, tras el ataque de un grupo rebelde que dejó 41 muertos en una escuela, la gran mayoría estudiantes.
Muchas de las víctimas murieron calcinadas, cuando los atacantes incendiaron un dormitorio colectivo, lo que complica las tareas de identificación y de recuento de los desaparecidos. En la morgue de Bwera, cerca de donde sucedió el ataque, las familias lloraban mientras los cadáveres de sus parientes eran colocados en féretros y trasladados para ser enterrados.
Otros siguen sin noticias de sus seres queridos. Muchas de las víctimas que murieron quemadas fueron llevadas a la ciudad de Fort Portal, donde se les realizarán exámenes de ADN para ser identificadas.
Con información de AFP y Europa Press*