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Paradise Papers: la élite mundial en el 'círculo mágico del offshore'

El Consorcio Internacional de Periodistas revela un nuevo listado de 120 líderes mundiales, entre los que está el yerno de Donald Trump y la Reina Isabel. Con el nombre "Los trucos fiscales de las grandes fortunas" esta investigación también deja al descubierto las riquezas de grandes multinacionales.

5 de noviembre de 2017, 2:07 p. m.
| Foto: Archivo particular

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) reveló los secretos financieros de un largo listado de magnates en todo el mundo. Luego de los ‘Panamá Papers‘, una segunda filtración -esta vez de 13.4 millones de documentos- dio origen a lo que los investigadores llamaron ‘Paradise Papers‘. 

En esta ocasión la documentación fue obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung, que compartió la información con el ICIJ, El Confidencial y La Sexta en España, al igual que otros 94 medios internacionales, entre ellos The New York Times, Univisión, The Guardian, BBC, Le Monde o La Nación de Argentina. En total, más de 380 periodistas de 67 países han investigado durante un año los 1,4 terabytes de información recibidos.

La nueva filtración se centra en los movimientos ejecutados a través de dos firmas Appleby y Asiaciti Trust. La primera una empresa de abogados que ofrece servicios ‘offshore‘ y su central está en el país caribeño de Bermudas. Cuenta con diez oficinas alrededor del mundo, todas en países que ofrecen baja o nula fiscalidad y absoluta opacidad a los propietarios reales de las sociedades pantalla, como las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, las islas del Canal o Hong Kong.

Con sede en Singapur, Asiaciti Trust es también otro proveedor de este tipo de servicios. Cuenta con oficinas en países como Samoa o San Cristóbal y Nieves.

Los 13,4 millones de documentos exponen la operacióna hasta ahora secreta de lo que se conoce en la jerga como "el círculo mágico offshore". Revela el listado una élite que incluye a 120 políticos, príncipes, empresarios, oligarcas, estrellas de Hollywood y deportistas de élite, al igual que de algunas de las más grandes multinacionales, y algunos de los bancos y universidades más reconocibles del mundo.

Del listado sobresalen el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, o a Stephen Bronfman, el principal recaudador de fondos del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, como así también a la reina Isabel de Inglaterra y de la reina Noor de Jordania, o al ex presidente de la Asamblea General de la ONU, Sam Kutesa, y el ministro de Finanzas de Brasil, Henrique Campos Meirelles.

Los archivos sacan a la luz detalles sobre la vida financiera de millonarios y celebridades. Se relacionan, por ejemplo, el yate y submarinos del cofundador de Microsoft, Paul Allen; el vehículo de inversión del fundador de eBay, Pierre Omidyar, en las islas Caimán, y las acciones de Madonna en una compañía de suministros médicos. El cantante pop y activista social Bono, que figura con su nombre completo, Paul Hewson, poseía acciones en una compañía registrada en Malta que invirtió en un centro comercial en Lituania, según muestran los registros de la compañía.

Del mundo corporativo, en tanto, algunos de los grandes clientes de Appleby que salen a la luz son multinacionales como Apple, Nike o Uber, y bancos como Citigroup, HSBC y Credit Suisse.

Estados Unidos constituye uno de los focos centrales de la filtración. Aparece más de una docena de asesores del presidente Donald Trump, miembros del gabinete y grandes donantes aparecen con vínculos offshore, al igual que otros 31.000 clientes individuales y corporativos de Appleby provenientes de ese país o que informaron direcciones en ese país. Los siguen, en cantidad, nacionales del Reino Unido, China y Canadá.

Entre los millones de documentos, también surgen registros de cómo diversas multinacionales despliegan todo tipo de actividades en el país y envían sus dividendos a paraísos fiscales, como el gigante Glencore.

Los documentos incluyen correos electrónicos, registros internos de los clientes, formularios bancarios, presentaciones judiciales y otros archivos de Appleby que van de 1950 y 2016.   

Cabe recordar que recurrir a una sociedad offshore o abrir una cuenta bancaria en un paraíso fiscal no es, en sí misma, una actividad ilícita. Pero si el "beneficiario final" de esa operatoria no declara su dinero o cualquier otro activo a las autoridades tributarias de su país, puede incurrir en los delitos de evasión o lavado, entre otras figuras penales.

Appleby se negó a responder preguntas de los investigadores del ICIJ. Y respondió a través de un comunicado de prensa a través de su página de internet que cumple con los más altos estándares de control y que, tras iniciar una investigación interna, rechaza cualquier acusación de irregularidades propias o de sus clientes.

A diferencia de los ‘Panamá Papers‘, en donde los que empresarios, políticos y deportistas de toda América Latina representaron un porcentaje elevado de clientes del estudio Mossack Fonseca, las actividades de Appleby parecen concentrarse en clientes premium de América del Norte y Europa. En particular, de Estados Unidos.