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Paro nacional en Argentina: vuelos cancelados, bancos cerrados y una multitud frente al Congreso
Miles de personas han participado del acto central del día, en el que han intervenido los principales dirigentes sindicales.
Argentina vive este miércoles 24 de enero una jornada de paro nacional en la que participan todos los sindicatos del país, con una multitud que se ha dirigido desde la principal avenida de Buenos Aires hasta las puertas del Congreso, para exigir la paralización del debate del decreto de necesidad y urgencia (DNU) impulsado por el Gobierno para desregularizar la economía y otra serie de medidas incluidas en la ‘Ley Ómnibus’ que buscan el “reajuste fiscal”.
Los sindicatos esperan que la convocatoria sea “la más masiva” de la historia y refleje el rechazo popular a los planes de “ajuste y recorte” del Gobierno de Milei. Las principales organizaciones sindicales están secundando el paro, entre las que se encuentran la CGT, la CTA, la ATE o La Bancaria.
A partir del mediodía, miles de personas han participado del acto central del día, en el que han intervenido los principales dirigentes sindicales. Estos han lamentado las amenazas del Gobierno en los últimos días y sus políticas ultraliberales, que a su juicio solo empeoran la dramática situación económica que vive el país.
En esta jornada se han producido además cientos de cancelaciones de vuelos. Aerolíneas Argentinas decidió cancelar casi 300 vuelos y reprogramar otros 26. Por su parte, la aerolínea JetSmart optó por cancelar directamente todos sus vuelos, dejando sin transporte a más de 5.000 pasajeros.
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Los supermercados han seguido operando con normalidad, mientras que los bancos han optado por cerrar las puertas a partir de las 12:00 p.m. hora local. La Bancaria, el principal sindicato del sector bancario, optó por unirse al paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina desde el pasado diciembre.
Sindicatos de aceiteros, periodistas, trabajadores de la cultura, de hospitales, de la ciencia, así como miembros de organizaciones barriales, de derechos humanos y de otros sectores participaron de la manifestación en Buenos Aires portando carteles como “La patria no se vende”, “No al apagón cultural” y “Ciencia o terraplanismo”.
“Vine solo para solidarizarme con los trabajadores y por los jubilados porque nos quieren avasallar nuestros derechos, tenemos que frenarlos”, dijo a la AFP Andrés Divisio, un jubilado de 71 años que caminaba con una pancarta que decía “Somos la casta que tiene caspa. Milei estafador”.
Durante el acto central de la protesta frente el Congreso nacional, el sindicalista Pablo Moyano lanzó una dura advertencia contra el ministro de Economía, Luis Caputo: “Si sigue con estas medidas, los trabajadores lo van a llevar en andas al ministro, pero para tirarlo al Riachuelo”, el río que marca el límite sur de Buenos Aires.
Moyano hacía así alusión a un comentario de Milei, quien lleva solo 45 días en el gobierno y había dicho que, si la inflación en enero resultaba menor al 30 %, había que “sacar a pasear en andas” a Caputo. Este, de su lado, escribió en la red social X que esperaba que “la justicia tome cartas en el asunto” por el comentario del sindicalista.
Milei está tranquilo
Mientras, el Gobierno respira tranquilo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha asegurado que el presidente del país, Javier Milei, está tranquilo, asegurando que una gran parte de los argentinos han optado por acudir a su lugar de trabajo.
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Manuel Adorni, lamentó que el paro supone “una pérdida de dinero” para los argentinos. “Encontrar hoy una vía de diálogo con gente que intenta complicar la vida al resto de los argentinos”. No dejan de ser un grupo minoritario”, lamentó.
El Gobierno ha mostrado en todo momento su rechazo a esta convocatoria, que llega en tiempo récord, según criticó. En concreto, hace referencia a la celeridad con la que el Ejecutivo de Milei se ha tenido que enfrentar a su primer paro nacional, menos de dos meses después de asumir el cargo.
En este sentido, cabe señalar que la Confederación General del Trabajo (CGT) no convocó ningún paro durante los últimos cinco años, que comprenden todo el tiempo que el presidente Alberto Fernández estuvo en el cargo, lo que ha aumentado las críticas del actual mandatario.
*Con información de Europa Press.