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Partido del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu gana a boca de urna las elecciones

El Likud lograría la mayoría de los 120 escaños de la Knéset (Parlamento), pero no le alcanza para formar un gobierno en solitario.

23 de marzo de 2021
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel

El partido Likud del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu encabezaría este martes las elecciones legislativas, las cuartas en dos años, aunque sin mayoría suficiente para formar gobierno en solitario, según los sondeos a boca de urna. El Likud lograría entre 31 y 33 escaños de los 120 de la Knéset (Parlamento), seguido del partido Yesh Atid (Hay Futuro) del centrista Yair Lapid, con 16 a 18 escaños, según esos sondeos.

Los israelíes votaban este martes en el cuarto episodio de una saga electoral de dos años sobre el futuro del primer ministro Benjamín Netanyahu, a su vez juzgado por “corrupción” y arquitecto de una intensa campaña de vacunación anticoronavirus. Y casi tres horas antes del cierre de los colegios electorales, un cohete fue lanzado desde el enclave palestino de la Franja de Gaza hacia el sur de Israel, una amplia región donde se encontraba entonces Netanyahu.

Una portavoz del Ejército precisó que este cohete, el primero lanzado hacia Israel desde finales de enero, cayó en un terreno baldío. Poco antes de las elecciones de septiembre de 2019, la Yihad Islámica –segundo movimiento armado gazatí– disparó un cohete en dirección a un mitin de Netanyahu en Israel, que desembocó dos meses después en una mortífera escalada armada.

El disparo del martes por la noche no perturbó el desarrollo de los comicios que, a las 18H00 (16H00 GMT), registraban cinco puntos menos de participación respecto a los anteriores, en marzo de 2020, a la misma hora. Los colegios cerraron a las 22H00 (20H00 GMT) y poco después se empezaron a conocer los primeros sondeos a boca de urna.

Referéndum

¿A favor o en contra de “Bibi”?, como se le llama a Netanyahu en Israel. Esta sigue siendo la gran pregunta de esta eterna telenovela política. Pero, en este cuarto episodio, los actores han cambiado. El general Benny Gantz, rival de Netanyahu en las tres muy reñidas elecciones anteriores, perdió popularidad tras alcanzar un pacto la pasada primavera con su antiguo enemigo para formar un gobierno de “urgencia” frente a la pandemia.

Este gobierno de unión nacional implosionó en diciembre y poco después Netanyahu lanzó una intensa campaña de vacunación gracias a un acuerdo con el gigante farmacéutico Pfizer. De hecho, Netanyahu, de 71 años de edad, de los cuales los últimos 12 ha estado en el poder, centró su campaña en el éxito de la vacunación en Israel, donde casi el 50 % de la población recibió las dos dosis, o sea casi dos tercios de los votantes. “Espero que sean las últimas elecciones”, dijo Netanyahu tras votar en Jerusalén, confiando en que el país pueda salir del bloqueo político.

Netanyahu recibió la vacuna el 19 de diciembre en el Centro Médico Sheba.
Netanyahu recibió la vacuna contra covid-19 el 19 de diciembre de 2020, en el Centro Médico Sheba | Foto: BBC

En esta ocasión, sus principales rivales fueron el centrista Yair Lapid, Gideon Saar, exmiembro de la formación de Netanyahu, y el líder de la derecha radical Naftali Bennett, seguidos de una decena de partidos. “Es el momento de la verdad”, dijo Lapid, tras depositar su voto en Tel Aviv. “Aquí hay solo dos opciones: bien Yesh Atid [su partido] gana fuerza, bien tendremos un gobierno tenebroso, racista y homófobo”, agregó.

Los últimos sondeos colocan en cabeza al Likud (derecha) de Netanyahu con aproximadamente 30 escaños de 120, seguido de Yesh Atid, con unos 20. Los partidos de Saar y Bennett obtendrían 10 cada uno. Para alcanzar la mayoría de 61 diputados para formar gobierno, Netanyahu espera aliarse con la derecha religiosa, pero también por primera vez con la extrema derecha.

Yair Lapid cuenta con un acuerdo con partidos de izquierda y de centro, pero también con una parte de la derecha decepcionada con el primer ministro.

- ¿”Bye Bye, Bibi”? -

Pese a la vacunación y la reapertura de los comercios, no se pudieron celebrar grandes mítines y la campaña se desarrolló sobre todo en las redes sociales. Cada partido se esforzó por convencer a sus adeptos de superar el “cansancio electoral”, después de tres comicios.

Frente a la baza de la vacunación usada por Netanyahu, la oposición usó el argumento del juicio contra el primer ministro por “corrupción”, “malversación” y “abuso de poder”, que comenzó hace unos meses y que alimenta un movimiento de protestas en todo el país desde hace 39 semanas.

Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí.

El sábado por la noche, miles de personas se congregaron de nuevo en Jerusalén al grito de “Yalla (vamos), lárgate Bibi” o “Bye Bye, Bibi” (Adiós, Bibi). “Hay demasiados partidos y demasiado ego. No lograrán ponerse de acuerdo sobre nada”, dijo Amit Fischer, de 35 años de edad, que votó por Lapid y se mostró convencido de que habrá que volver a votar en breve.

En esta ocasión, Naftali Bennett aparece como el candidato que podría tener el poder de hacer inclinar la balanza para que uno u otro bando alcance la ansiada mayoría. Pero, a día de hoy, sigue sin revelar sus intenciones, mostrándose crítico con la gestión de Netanyahu y al mismo tiempo próximo a su ideología. El domingo firmó una declaración en la que asegura que no formará parte de un gobierno de Lapid, pero sin decir si se unirá a uno con Netanyahu.