Pasajera enfrenta graves cargos tras agredir borracha a tripulación y pasajeros de un vuelo de Mánchester a Cuba

Lo que pudo ser el recuerdo de unas inolvidables vacaciones en el Caribe, se convirtió para Zoe Alexander en una de las experiencias más amargas de su vida.

Todo por culpa de unas copas de más que se tomó en el vuelo TUI Arways que la conducía de Manchester a Cuba.

De acuerdo con el testimonio presentado en una corte de esa ciudad inglesa, en el aire, ella se pasó de tragos y ello afectó seriamente su comportamiento.

En la borrachera, quiso pasar del área de la clase turista, por la que había pagado, a la premium, que era más cara.

Cuando miembros de la tripulación trataron de razonar con ella, explicándole que tenía esa zona del avión vedada, la mujer de 33 años no lo tomó de la mejor manera.

Desesperada porque no se le cumplían sus deseos de cambiar de área, les pegó a tres miembros de la tripulación.

A los pasajeros que trataron de disuadirla o que simplemente mostraron su desacuerdo con su conducta, los insultó con palabras de grueso calibre.

Zoe Alexander llegó a tal grado de agresividad, que la situación dejó de ser un asunto menor, pensaron los integrantes de la tripulación y le dieron aviso al capitán de la aeronave.

Este último, al saber de los hechos, dio aviso a las autoridades en tierra.

Aunque la situación fue controlada, Alexander fue detenida por la policía de Manchester a su regreso.

En la corte, luego de la lectura de cargos, negó que estuviera bajo los efectos del alcohol, pero la fiscalía insiste en que así fue.

La acusación abarca tres cargos por ataque, dos por utilizar un lenguaje abusivo, insultante y amenazante y uno por estar borracha durante el vuelo.

Los casos de pasajeros difíciles se han vuelto el pan de cada día en los aeropuertos de todo el mundo.

Hace poco, la crónica al respecto tuvo por escenario a Nueva Orleans, la mítica ciudad del jazz en Louisiana.

La normalidad con que todo parecía marchar en un vuelo de Southwest Airlines se vio abruptamente interrumpida por Kamaryn Gibson y su rudo comportamiento.

Mientras la tripulación preparaba todo para despegar, la mujer empezó a dar muestras de que algo extraño pasaba con ella, pues tuvo actitudes que resultaron molestas para los otros pasajeros.

Aquí se puede ver el video:

Para cuando el avión carreteaba por la pista para alzar el vuelo, Gibson se salió de control.

Primero, puso los pies sobre el espaldar de la silla que tenía adelante, lo cual ya resultó agresivo para el ocupante del puesto.

No contenta con ello, empezó a patear la silla, ante lo cual el viajero se quejó con los asistentes de vuelo.

El comportamiento de la mujer fue tan agresivo e intransigente, que la aeronave se tuvo que devolver al punto de retorno.

Allí, fue convocada la policía, que no la tuvo fácil cuando trató de sacar a Gibson del avión.

Tanto para las autoridades como para la tripulación, ya no cabía duda de que estaba bastante afectada por el alcohol.

Además, se resistía agresivamente a los intentos de los policías por llevarla a la terminal de pasajeros del aeropuerto Louis Armstrong.

Según lo relató el diario local New Orleans Advocate, Gibson decía no entender lo que pasaba.

Eso sí, reaccionaba con mordiscos y manotazos contra los agentes de policía, que varias veces le pidieron que se dirigiera a la puerta del avión para abandonarlo, pero sin ningún éxito.

Del incidente quedaron videos en que se ve el forcejeo de la mujer, quien en un momento dado expresó: “Literalmente, necesito mi celular. Literalmente, estoy confundida, no sé qué está pasando”.

Ante sus seguidas preguntas sobre qué estaba ocurriendo, los pasajeros, cansados de la situación, le contestaron que la estaban arrestando.

En efecto, los policías le pusieron la esposas y así, en últimas, pudieron sacarla del avión para que este siguiera con su itinerario.

Pero las esposas no fueron capaces de refrenar a la mujer, quien siguió resistiéndose al arresto en el recorrido al terminal y en el área de espera del aeropuerto a donde fue conducida, para asombro de múltiples curiosos.

De ahí, la mujer fue puesta en una silla de ruedas y llevada a la oficina de la policía en el aeropuerto, donde empezó a experimentar las serias consecuencias de su imprudencia.

La policía le impuso cargos como ataque a un oficial de policía, perturbación de la paz en estado de embriaguez, resistencia al arresto y delito contra la propiedad, según informó el New Orleans Advocate.