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DIPLOMACIA

Peña Nieto reencaucha al arquitecto de la visita de Trump a México como canciller

Luis Videgaray, el ministro de Hacienda defenestrado en su momento por aquel desastre de relaciones públicas, será el nuevo jefe de la diplomacia mexicana.

4 de enero de 2017

La novela desatada por la polémica visita del entonces candidato Donald Trump a México continúa aún después de su elección. Luis Videgaray, quien renunció a la secretaria de Hacienda en septiembre por orquestar aquel encuentro con el magnate republicano, regresa triunfal a la cancillería con la instrucción de establecer un diálogo con la nueva administración estadounidense tan pronto asuma funciones. 

Nadie entendió en su momento por qué el presidente Enrique Peña Nieto le hizo ese gesto a Trump, que lo hizo quedar como un blando sin carácter y se convirtió en un ridículo mundial. Pero el tiempo parece haberle dado otra valoración.

Videgaray sustituye a Claudia Ruiz Massieu, quien ocupaba la cancillería desde agosto de 2015 y quien habría sido, según fuentes diplomáticas, una fuerte crítica y opositora a la visita de Trump a México el 31 de agosto.

"A partir de hoy, el doctor Luis Videgaray asume la titularidad de la secretaría de Relaciones Exteriores", anunció el presidente Peña Nieto ante la prensa acompañado de Videgaray y Ruiz Massieu.

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Ante el cambio de gobierno en Estados Unidos el 20 de enero, "la instrucción del secretario Videgaray es acelerar el diálogo y los contactos para que desde el primer día de la nueva administración se puedan establecer las bases de una relación de trabajo constructiva".

Subrayó que la prioridad es fortalecer los vínculos bilaterales en seguridad, comercio y migración pero siempre "promoviendo los intereses de México y sin menoscabo de nuestra soberanía y de la dignidad de los mexicanos".

Videgaray, economista de 48 años y uno de los colaboradores más cercanos a Peña Nieto, fue el operador de aquella visita, como admitieron Trump y el propio Peña Nieto, y según medios concretó el encuentro a través de un amigo empresario cercano a Jared Kushner, yerno del magnate republicano.

Fue la primera vez que un mandatario mexicano recibía a un candidato presidencial estadounidense pues la tradición marcaba encuentros pero con el nuevo huésped de la Casa Blanca electo y habitualmente en Estados Unidos.

El encuentro le trajo a Peña Nieto una lluvia de indignación por parte de políticos, analistas y mexicanos en general, que criticaron que un político que había calificado a los inmigrantes mexicanos de "violadores", recibiera tan prestigiosa invitación.

En medio de las críticas, Videgaray renunció el 7 de septiembre pero tras el triunfo de Trump en la elección estadounidense, volvió a despachar en presidencia como asesor de Peña Nieto, según analistas.

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El historiador y analista político José Antonio Crespo considera lógico el regreso de Videgaray al gabinete porque es el que tiene contactos con el equipo del presidente estadounidense electo.

"Trump le tiene confianza. Es mejor alguien que ya conoce que un desconocido. Pero que Videgaray sea el adecuado para llevar la negociación no garantiza que vayan a salir bien las cosas para México", señaló.

Crespo reconoce que Videgaray está preparado y tiene elementos para negociar, "pero el punto es qué tanto está Trump dispuesto a flexibilizar su postura".

Trump hizo gala durante la campaña de un discurso anti-inmigrantes y anunció que construiría un muro fronterizo y renegociaría o se retiraría del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Apuesta ganadora

Trump lamentó en su momento la salida de Videgaray del gabinete. "México ha perdido a un brillante ministro de Finanzas y a un hombre maravilloso", escribió el republicano en Twitter.

El mismo Peña Nieto reconoció en una entrevista que su salida del gabinete fue por el "gran desgaste" que sufrió Videgaray tras haberse "involucrado" en la visita de Trump.

Pero en contra de todas las encuestas, Trump salió victorioso y ahora no sólo llega a la cancillería sino que tiene claras oportunidades para ser candidato presidencial Partido Revolucionario Institucional (PRI) para la elección del próximo año.

"Es claro que Videgaray, dependiendo cómo le vaya en la negociación, va por la candidatura presidencial para 2018, pero aunque todo le salga bien, difícilmente podrá borrar todo lo que ha pasado en este gobierno, como en la economía, y a él se le hace en buena parte responsable", señaló Crespo.

La relación con el gobierno de Trump se anticipa complicada porque el republicano insiste en sus represalias contra México, aunque sus declaraciones están lejos de tono virulento de campaña.

México ya sufrió el martes la primera sacudida de la era Trump con el anuncio de la automotriz Ford de cancelar un proyecto de 1.600 millones de dólares para construir una planta en el norteño San Luis Potosí.

Tras el anuncio de Ford, el peso mexicano perdió el 1,4% ante el dólar y este miércoles continuaba su declive al depreciarse 1,38% al mediodía, lo que merma aún más el ánimo de los mexicanos que inician 2017 con un aumento de hasta 20,1% a los combustibles.

*Con AFP y Efe