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Pepe Mujica asegura que su cáncer se extendió a su hígado: “Me estoy muriendo”
El exmandatario de Uruguay había anunciado hace unos meses que tenía cáncer de esófago, pero este se habría extendido a su hígado. También dijo que no se hará más tratamientos médicos.
En una entrevista, el expresidente uruguayo, José ‘Pepe’ Mujica habló del cáncer de esófago que había anunciado que tenía hace unos meses, asegurando que este se le extendió al hígado.
El antiguo mandatario de izquierda dijo que se está muriendo por la enfermedad y contó que no se hará más tratamientos médicos, informó el semanario Búsqueda sobre la situación del líder político.
“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, aseguró en la entrevista el exmandatario uruguayo, símbolo de la izquierda latinoamericana.
El exmandatario dice que ya no quiere sufrir en vano y no por esto decidió dejar cualquier terapia que tenía con anterioridad. “Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. ¡Hasta acá llegué!”, indicó.
Mujica, quien también fue exguerrillero en su país, fue presidente de 2010 a 2015 y una de las figuras más emblemáticas de la política en América Latina, el mandatario se encontraba en recuperación tras recibir tratamiento por el diagnóstico recibido en mayo del año pasado.
También se le recuerda porque pasó 13 años preso en condiciones infrahumanas, la mayor parte durante la dictadura militar (1973-1985); recientemente, celebró en noviembre la victoria de su delfín Yamandú Orsi en las presidenciales de Uruguay por el partido izquierdista Frente Amplio.
Sin embargo, en los últimos meses ha estado presente en varios eventos y entrevistas en modo de despedida a sus 89 años, en esta ocasión fue similar.
“Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Por eso, la primera categoría son mis compatriotas y de ellos me despido. Les doy un abrazo a todos”, indicó.
“Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, concluyó el expresidente uruguayo sobre sus relaciones políticas, después de asegurar que ya no tiene injerencia en el Movimiento de Participación Popular (MPP).
“Tengo mis simpatías y cuando puedo dar una manito la doy. Pero no soy un viejo consultor que me tienen que pedir permiso”, finalizó.