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Periodista Piers Morgan abandona set de “Good Morning Britain” tras recibir críticas por su comentario sobre Meghan Markle
La crítica por el comentario sobre el príncipe Harry y Meghan fue formulada por el copresentador del programa, Alex Beresford.
Piers Morgan abandonó el set del programa “Good Morning Britain” luego de recibir críticas por parte del copresentador, Alex Beresford, por su comentario sobre el príncipe Harry y Meghan Markle, luego de la entrevista que concedió a Oprah Winfrey, en la que realizaron explosivas declaraciones.
Morgan tuvo una reacción violenta y luego de una investigación por parte del regulador de medios del Reino Unido se supo que dejará de conducir el programa “Good Morning Britain”, según anunció la cadena ITV este martes.
“Tras las conversaciones con ITV, Piers Morgan ha decidido que ahora es el momento de dejar Good Morning Britain”, dijo ITV en un comunicado. De igual manera, la cadena aceptó la decisión y “no tiene nada más que añadir”.
Tras la entrevista emitida este domingo, la duquesa de Sussex, Meghan Markle, confesó que tiempo atrás tuvo pensamientos suicidas, además que un integrante de la familia real había mostrado preocupación por el tono de piel que tendría su hijo, por lo que los comentarios de Morgan tenían como objetivo satirizar a la pareja.
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Según el presentador, este era “sólo otro recordatorio de que cualquiera que critique a Meghan Markle es considerado un matón racista”, publicó en su cuenta de Twitter.
Del mismo modo, cuestionó en el programa del lunes si ella estaba siendo sincera acerca de tener pensamientos suicidas, comentarios que desde entonces ha tratado de retroceder, de acuerdo con la cadena CNN.
Al respecto, el regulador de medios del Reino Unido, Ofcom, aseguró que fueron más de 41.000 las quejas que recibió sobre los comentarios hechos en el programa hasta la tarde del martes. “Hemos iniciado una investigación sobre el episodio del lunes de Good Morning Britain bajo nuestras reglas de daños y perjuicios”, dijo en un comunicado en Twitter.
De otra parte, Morgan hizo frente a las críticas de su colega de show: “Entiendo que a usted [Morgan] no le agrada Meghan Markle, lo ha dejado muy claro varias veces en este programa”, dijo el copresentador de “Good Morning Britain”, Alex Beresford. “Y entiendo que tienes una relación personal con Meghan Markle, o la tuviste y ella te cortó”, agregó.
“¿Ha dicho algo sobre ti desde que te interrumpió? No creo que lo haya hecho, pero aún así continúas tirándola”, dijo Beresford.
En ese momento, Morgan se levantó y, mientras salía del set, dijo: “Está bien, he terminado con esto, lo siento, no, lo siento... nos vemos luego, lo siento, no puedo hacer esto”.
Muchos comentaristas han descrito la entrevista como un ataque a la familia real británica. La exigencia por parte de los monárquicos para que Meghan y Harry “estén calladitos” recuerda las muchas ocasiones en las que miembros de la realeza británica se confesaron en público, y de cómo los que lavan los trapos sucios en público son ninguneados para proteger a la institución.
Las confesiones de la realeza tienen una larga historia. Marion Crawford, que escribió un libro en 1950 sobre su tiempo como niñera de la Reina y su hermana Margaret, fue supuestamente condenada al ostracismo por vender su historia sin permiso. Wallis Simpson, la socialité estadounidense por la que Eduardo VIII abdicó del trono en 1936, escribió un libro de memorias en el que recordó sarcásticamente el “justamente famoso encanto” de la Reina Madre como una crítica apenas velada.
La entrevista de la princesa Diana en la BBC en 1995 es quizás la confesión real más emblemática. Diana habló al entrevistador Martin Bashir sobre el adulterio de su esposo, el príncipe Carlos, los complots palaciegos en su contra y el deterioro de su salud física y mental. La frase “bueno, éramos tres, así que nuestro matrimonio estaba un poco abarrotado”, refiriéndose al romance del príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles, todavía se recuerda casi 26 años después. Sir Richard Eyre, exdirector del National Theatre, confesó que la Reina calificó de “espeluznante” la decisión de Diana de contarlo todo.
Todos estos ejemplos tienen en común que son mujeres las que utilizan las confesiones reales para revelar sus experiencias. Los famosos suelen recurrir a estas confesiones para airear intimidades ante el público. De esta forma, revelan algo personal y exhiben su yo “auténtico”.
Sin embargo, como señalan las académicas Helen Wood, Beverley Skeggs y Nancy Thumin, las confesiones de celebridades masculinas, blancas y miembros de las élites tienden a ser tratadas con seriedad, pero las confesiones de mujeres, en particular de mujeres de color o asociadas con “profesiones de poca monta”, son tratadas con demasiada frecuencia como inapropiadas y narcisistas.