CORONAVIRUS
Perú: cierran los cementerios para frenar contagios por coronavirus
La iniciativa se tomó con el fin de evitar las aglomeraciones del 1 y 2 de noviembre, celebraciones de Día de los Muertos en Perú.
Las autoridades peruanas decidieron cerrar los cementerios públicos en ese país para los días 1 y 2 de noviembre, fecha en las que se llevan a cabo las celebraciones del Día de Muertos en Perú.
El objetivo del Gobierno es evitar las aglomeraciones que puedan traer consigo un repunte en los casos de coronavirus en ese país.
Uno de los cementerios más famosos de Lima es el de Nueva Esperanza, ubicado a las afueras de la capital y conocido como Virgen de Lourdes, el cual fue uno de los cerrados por la iniciativa. De hecho, el cementerio Virgen de Lourdes cuenta con más de un millón de tumbas y es considerado como uno de los más grandes del mundo.
Para intentar compensar a las personas que no pueden asistir a los cementerios, se están llevando a cabo misas virtuales para los familiares de los difuntos. De igual manera, luego de este martes, se permitirán visitas a los cementerios, siempre y cuando no haya aglomeraciones.
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Perú es el país que tiene la mayor tasa de mortalidad en el mundo con más de 6.070 fallecidos por cada millón de habitantes, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales. En comparación, el vecino Chile tiene 1.973 muertos por cada millón de habitantes, Brasil 2.854, Estados Unidos 2.240 y México 2.228.
Oraciones por el fin de la covid-19
La semana pasada, miles de devotos católicos peruanos peregrinaron hasta el Monasterio de las Nazarenas en Lima para suplicar por el fin de la pandemia ante la popular imagen del “Señor de los Milagros”.
Los fieles esperaron agolpados y con mascarillas varias horas para poder ver la imagen solo algunos segundos, acatando la decisión del arzobispado de Lima, que ofreció esa opción tras suspender -debido al coronavirus- la multitudinaria procesión que se realiza desde hace tres siglos.
Vine a “agradecerle que todavía tenemos salud y estamos bien a pesar de toda esta pandemia”, dijo a la AFP Yuliana Santaolaya, de 41 años, mientras esperaba su turno para ver la imagen en el templo situado en el centro histórico de Lima.
La mujer justificó las enormes colas bajo el calor porque se trata de “una pequeña peregrinación (...) donde todos venimos a pedirle que nos siga bendiciendo”.
“Es el patrón del Perú y la devoción es firme, pedir por la pandemia para que tenga piedad de nosotros y desaparezca”, indicó por su parte Eliza Ponte, de 59 años.
Es el segundo año que la pandemia obliga a cancelar la que es considerada como una de las mayores manifestaciones religiosas en América Latina.
Los devotos se turnaron para una meditación personal en la iglesia, a diferencia del año 2020 cuando la procesión se realizó de manera virtual. Ello permitió a muchos tomarse un “selfie” frente a la imagen religiosa.
Unas rejas mantenían a los devotos a prudente distancia de la imagen, un Cristo moreno pintado sobre un enorme lienzo, mientras un grupo de sahumadoras vestidas de traje morado y mantilla blanca sobre la cabeza, humeaban todo el ambiente para ahuyentar espíritus irreverentes.
La devoción al “Señor de los Milagros” es muy popular en este país de fuerte mayoría católica -más del 80% de la población- y donde el culto a esta enorme imagen de Cristo moreno crucificado, pintada por un esclavo afroperuano en el siglo XVII, está muy arraigado.
Paralelamente, el presidente de la Conferencia Episcopal peruana, Miguel Cabrejos, y el nuncio apostólico, Nicola Girasoli, celebraron una misa en el interior del templo para un centenar de fieles.
La procesión convoca usualmente a una multitud de diferentes comunidades étnicas de Perú, que suplican por la curación de algún mal o para encontrar sosiego a sus frustraciones cotidianas.
Con información de AFP.