ELECCIONES
Perú elige presidente: ¿Candidatos para todos los gustos?
Los peruanos definirán el futuro de los próximos cinco años, pero la duda es la favorita en el tarjetón. Las encuestas reflejan un empate técnico entre varios candidatos presidenciales y advierten una enorme tasa de ausentismo.
Sumidos en una profunda crisis económica, sanitaria y política, los peruanos saldrán a las urnas para elegir nuevo presidente, así como a integrantes del Congreso de Diputados y del Parlamento Andino para los próximos cinco años.
En la antesala de los comicios, no cabe duda de que habrá una segunda vuelta. Los escándalos políticos que ocasionaron que hubiese cinco presidentes juramentados en el último periodo presidencial (Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Mercedes Aráoz, Manuel Merino y Francisco Sagasti) han pasado cuenta de cobro: los peruanos, incrédulos, se han alejado cada vez más de la clase política, y nadie se aventura a decir quién será el siguiente primer mandatario de aquella nación.
El número de candidatos es revelador. Son 18 los aspirantes a ocupar la Casa de Pizarro. Diez son de derecha o centroderecha; cuatro, de izquierda; tres, nacionalistas, y uno es de centro. Dentro de ese espectro, sobre el papel para todos los gustos, nadie ha logrado superar el umbral de 10 por ciento de intención de voto en las encuestas, lo que asegura la segunda vuelta, fechada para el 6 de junio.Las encuestas coinciden en que Yonhy Lescano, exlegislador centroderechista del partido Acción Popular, lidera las proyecciones.
De acuerdo con el sondeo de Ipsos publicado por el diario El Comercio, lo siguen de cerca Verónika Mendoza, antropóloga de izquierda que representa al partido Juntos por el Perú, y Hernando de Soto, economista de derecha de la colectividad Avanza País. Mendoza y de Soto están en empate técnico, con 9 por ciento de apoyo.Aunque los tres destacan como favoritos, el panorama está lo suficientemente apretado como para aventurarse a descartar a otros candidatos. Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori (actualmente en la cárcel), se postula por tercera vez y mantiene una sólida, aunque reducida, base de seguidores.
También están en disputa el exfutbolista George Forsyth, el empresario Rafael López y el profesor Pedro Castillo, todos con 8 por ciento de intención de voto, de acuerdo con Ipsos. La incertidumbre está más que justificada. Arturo Maldonado, profesor de ciencia política de la Pontificia Universidad Católica del Perú, le explicó a SEMANA que “estas elecciones son atípicas. No solo por la fragmentación del voto, que hace que tengamos muchos candidatos con opciones de pasar a segunda vuelta, sino también por la alta magnitud de ciudadanos que siguen indecisos o que reportan votar en blanco o nulo”. El experto insiste en que la relación de los peruanos con su clase política pasa sus horas más bajas. “El escándalo Lava Jato generó un alejamiento de los ciudadanos de la política. La idea de que todos eran corruptos llevó a un pedido para que ‘se vayan todos’. A esto ahora se le suma la pandemia, donde sienten que la clase política ha estado más interesada en sus luchas fratricidas, que en tratar de controlar la crisis sanitaria de una manera más efectiva”, concluye Maldonado.
La economía es otro de los temas que más preocupa al electorado. Tras varios años de crecimiento, el PIB se contrajo 11,12 por ciento en 2020 debido a la pandemia, la peor cifra en tres décadas. Esto desencadenó que 4 millones de peruanos perdieran su empleo, y que 5 millones pasarán a ser pobres. En definitiva, estos son los retos que tendrá que asumir el nuevo mandatario. Para Maldonado, “en el corto plazo, el nuevo presidente tendrá que disminuir el impacto de la crisis sanitaria e implementar campañas de vacunación ágiles, además de llevar a cabo un plan de reactivación de la economía”. La corrupción y los escándalos políticos han sembrado un sentimiento de desconfianza en los más de 25 millones de ciudadanos convocados a las urnas.
El último episodio bochornoso, el ‘vacunagate’, terminó por alejar a los peruanos de una clase política anquilosada y sin vergüenza. Aún no hay un favorito, y los comicios del domingo son apenas un abrebocas para la incertidumbre que se prolongará en Perú hasta la segunda vuelta.