A PESAR DE LA REPRESION

Enfrentamientos entre "Solidaridad" y la milicia dejan un saldo en rojo

4 de octubre de 1982

Cuatro muertos, 211 heridos y 4.320 personas detenidas. Tal es el balance parcial que las autoridades polacas han dado de las manifestaciones del 31 de agosto.
Estas informaciones, suministradas por la agencia de prensa polaca, PAP, demuestran la amplitud de las confrontaciones entre la milicia y sus grupos mecanizados de intervención: los "zomos" y los manifestantes del sindicato "Solidaridad ".
Los combates fueron particularmente violentos en Lublin, centro de la industria del cobre, en donde la milicia disparó después de iniciarse los primeros agrupamientos callejeros. "Dos manifestantes resultaron muertos en Lublin y once heridos, tres de gravedad" informó la agencia oficial, el 31 por la noche, antes de agregar: "Los manifestantes se mostraban demasiado agresivos y atacaban las fuerzas del orden con ladrillos, piedras, bombas incendiarias"
A pesar de la represión nuevos enfrentamientos se produjeron el miércoles y jueves, cuando los "zomos"' intentaron destruir las coronas, erigidas por la población en los lugares donde fueron asesinados dos obreros y un profesor.
Aparte de Lublin y Gdansk -bastión de la resistencia obrera, y en donde hubo un muerto-- los incidentes más importantes fueron registrados en Wroclaw y Legnica, sede de las tropas soviéticas del Pacto de Varsovia.
En Wroclaw los choques duraron 9 horas, paralizando las actividades durante varias horas. Eran 1.500 manifestantes, no todos eran jóvenes reconoció el periódico del partido gobernante en esa ciudad. En total treinta ciudades de más de treinta mil habitantes respondieron al llamado de "Solidaridad" para conmemorar el segundo aniversario de los acuerdos de Gdansk.
"Solidaridad" dijo a SEMANA, por intermedio de un dirigente del sindicato en el exilio, que "logró reunir varias centenas de miles de personas en el país, y que su éxito es aún más grande ahora, cuando se sabe que el régimen de Jaruzelski había militarizado las ciudades, desplegado un increíble sistema policíaco y armado que el levantamiento del estado de sitio dependía de la conducta de la población el 31 de agosto"
"El gobierno militar recurrió a otro método que en vez de intimidar, lo desprestigia más a los ojos de nuestro pueblo" afirmó el exiliado: "programar maniobras militares con el ejército soviético cerca de Varsovia, pocos días antes de las manifestaciones"
El gobierno estimó que los disturbios del martes "habían interrumpido el proceso de normalización y echado por tierra la posibilidad de abolir el estado de guerra antes del fin de año" Exigió, en fin, el procesamiento inmediato de los miembros del Kor (Comité de Autodefensa Social), acusándolos de ser los responsables de las manifestaciones y cuyos dirigentes máximos, Kuron y Mcknik, fueron detenidos el día del golpe.
El episcopado, quien en una carta había prevenido que el gobierno sería responsable de lo que pudiera ocurrir el 31 de agosto, ha decidido celebrar misas en todas las diócesis en favor de las reivindicaciones definidas por monseñor Glemp: liberación de los detenidos, restablecimiento de los derechos sindicales y apertura de negociaciones.
En realidad, los cuatro muertos, que se deben sumar a los 9 mineros asesinados en Wujek, Silesia, el 16 de diciembre pasado, han ampliado el abismo existente entre la sociedad de Walesa y la del general Jaruzelski.
José Hernández (París)