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Petróleo derramado en las costas de Perú ya fue recogido casi en su totalidad

La ONU le pidió al gobierno de Pedro Castillo responder a las necesidades de la población más afectada por el incidente.

19 de febrero de 2022
Así se ve desde el aire la mancha de petróleo en algunas zonas marítimas de Perú
Así se ve desde el aire la mancha de petróleo en algunas zonas marítimas de Perú. | Foto: Getty Images / Christian Vinces

Repsol afirmó este viernes 18 de febrero que retiró el 98 % del crudo vertido en las costas peruanas el pasado 15 de enero, luego de que el buque petrolero Doricum sufriera una avería durante la descarga de crudo en la refinería La Pampilla.

“Según los modelos, entre playas y mar no debería quedar más del 2 % del petróleo crudo que se derramó en el medioambiente”, afirmó Jaime Fernández-Cuesta, presidente de la empresa española, en una rueda de prensa.

Pese a que el gobierno de Pedro Castillo calcula que se vertieron 11.900 barriles, la compañía europea informó que fueron 10.400. Asimismo, explicó que la cantidad de hidrocarburo por recoger se redujo a un 35 % del vertido al mezclarse con el agua y la arena, y por procesos físicos como la evaporación.

La compañía, de igual manera, señaló que faltan cerca de 135 barriles por recolectar. Sin embargo, este volumen difiere ampliamente de lo manifestado esta misma semana por el ministro del Ambiente, Modesto Montoya, quien dijo que solo se han recogido 2.000 barriles.

Repsol atribuyó el derrame al fuerte oleaje causado por una explosión volcánica submarina en Tonga horas antes y ha presentado un reclamo ante la empresa italiana Fratelli d’Amico Armadori, propietaria del Mare Doricum. “Según los modelos predictivos, no debería haber afectación del fondo marino”, agregó.

Fernández-Cuesta también manifestó que el accidente se produjo por el “movimiento descontrolado del buque, que en aquel momento pesaba más de 110.000 toneladas” y que rompió los sistemas de la refinería para sujetar los petroleros.

Ante estos datos, la empresa también puntualizó que ha completado un 79 % de su “Plan de primera respuesta”. Este programa contempla la contención, recuperación y limpieza de áreas afectadas para su entrega, así como con la evaluación durante seis meses del impacto socioambiental del vertido.

Repsol estima que entre febrero y marzo concluirán la limpieza de las costas, mientras que los pescadores y comerciantes de la zona protestan porque el derrame ha afectado fuertemente la economía y el turismo.

El ministerio del Ambiente calcula que han sido afectadas al menos 1.400 hectáreas de mar y tierra, y unas 500 hectáreas de reservas de fauna marina protegida. Por su parte, el ministerio de Producción estima que unos 2.500 trabajadores artesanales no pueden faenar por la contaminación.

Desde el organismo han puesto de manifiesto que, hasta la fecha, no se han llevado a cabo evaluaciones de perjuicios sobre las necesidades que pueda tener la gente de la zona.

“Se recomienda realizar cuanto antes un análisis de necesidades de la población afectada que garantice la puesta en marcha de mecanismos de comunicación y participación de las comunidades en los planes de asistencia y de recuperación socioeconómica”, recalcó.

La ONU resaltó finalmente que es responsabilidad del Estado poner en marcha vías de comunicación con la población para conocer el impacto que ha tenido sobre su día a día el vertido de petróleo, con el fin de que esto influya en la implementación de soluciones a los problemas sociales.