Poderoso narco se fugó tras incursión armada en cárcel de México: en la huida, como de película, 14 personas murieron

Un peligroso narcotraficante hace parte de los más de 20 presos que se fugaron tras una incursión armada en una cárcel de Chihuahua, Ciudad de Juárez, confirmaron las autoridades que avanzan en las investigaciones de este hecho que dejó 14 muertos.

El ataque al centro penitenciario se produjo en las primeras horas del domingo primero de enero, cuando hombres fuertemente armados llegaron a bordo de vehículos blindados y dispararon contra los miembros de la guardia penitenciaria.

Tras la recuperación de la normalidad en cárcel, se procedió al reconteo y se logró determinar que más de 20 presos lograron fugarse. Pese a que algunos fueron recapturados, uno de los que logró evadirse fue Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias El Neto, quien es considerado de los jefes de la organización de narcotraficante de Mexicles.

El delincuente fue capturado en 2009 e ingresado al penal de Ciudad de Juárez. Enfrentaba una pena de más de 200 años por los delitos de secuestro y homicidio.

“El narco más duro y desalmado del grupo criminal de los Mexicles, “El Neto”, sustituto de “El Lalo”, se fugó hoy del Cereso de Ciudad de Juárez, auxiliado por un comando armado”, informó en su cuenta de Twitter el exgobernador de Chihuahua y periodista Javier Corral Jurado.

Añadió que “ha sido uno de los generadores de mayor violencia en la Ciudad desde el penal, y ahora vuelve a las calles”.

“Motín en el Cereso de Ciudad Juárez, Chihuahua, deja 14 muertos (10 custodios entre las víctimas) y 24 reos fugados, corre versión de que uno de los fugados es Ernesto Alfredo “El Neto” el responsable de atentados del Jueves Negro”, indicó el blog del Narco México en su cuenta en Twitter.

Vida delictiva

De acuerdo con medios mexicanos, alias El Neto inició en la vida criminal desde muy joven, cuando a los 18 años era el cabecilla de una organización dedicada al secuestro desde 2007.

Con el paso de los años se convirtió en el líder del grupo de Fuerzas Especiales Los Mexicles, considerado el brazo armado del Cártel de Sinaloa.

Asumió esa posición dentro de la organización en reemplazo de su antecesor, Jesús Eduardo Soto Rodríguez, alias El Lalo, quien tras su captura fue internado en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 15, en Villa Comaltitlán, Chiapas, en febrero de 2020.

Alias El Neto, quien fue capturado en 2009, fue sentenciado a una pena de 224 años de cárcel. Tras su traslado al centro penitenciario de Cereso No. 3 de Cd. Juárez, se registró un intento de fuga en 2010, pero debido a que resultó herido durante el motín, su evasión no logró concretarse.

El delincuente ha sido vinculado con, al menos, 30 secuestros y dentro de los procesos que lo llevaron a la cárcel se encuentran varios homicidios. Además de alias El Neto, durante la incursión armada al centro penitenciario se habría fugado César Vega Muñoz, alias El Chilín, quien es sindicado como el principal subalterno de Piñón de la Cruz, al interior de Los Mexicles

Del total de 14 fallecidos, 10 eran oficiales de seguridad y guardianes penitenciarios, mientras que cuatro eran personas reclusos.

“Todos los que trabajamos en la SSPE lamentamos la pérdida de 10 policías de seguridad y custodia penitenciaria. A sus familiares, amigos y compañeros de la FGE, los acompañamos en su tristeza. QEPD”, señaló la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Chihuahua, al publicar el listado de policías y guardianes penitenciarios que murieron en el hecho.

Según las primeras investigaciones, el asalto armado tenía como fin facilitar la fuga de un grupo de presos.

Las autoridades indicaron que algunos de los presos “se aprovecharon de lo ocurrido para ejecutar acciones en contra de grupos antagónicos”.

Tras la incursión de los hombres armados se desató una balacera, así como la quema de muebles y colchones al interior de la cárcel, mientras que las columnas de humo negro podían verse desde la calle.

La Fiscalía informó que, previo al motín, hubo un ataque contra la policía municipal en la avenida Manuel Gómez Morín y que se logró capturar a cuatro hombres, así como la inmovilización de una camioneta Ford Expedition, tras una persecución.

En ese penal están recluidos miembros de los brazos armados de los cárteles de Sinaloa y Juárez, que libran una lucha por el control de la ciudad desde hace más de 15 años.