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Popularidad del presidente brasileño Jair Bolsonaro está en el punto más bajo de su mandato
La Fiscalía de Brasil aceptó la semana pasada investigar al presidente Jair Bolsonaro por prevaricato.
Una encuesta de la MDA para la Confederación Nacional de Transporte (CNT) y que fue publicada este lunes, estableció que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cayó al nivel más bajo desde que asumió el cargo. Los resultados de esa medición se dieron al tiempo de que lo acusaran de haber hecho caso omiso a un supuesto plan de sobornos en la compra de vacunas contra el coronavirus.
De acuerdo con esa encuesta que entrevistó a 2.002 personas en todo el país y tiene un margen de error de más o menos 2,2 puntos porcentuales, el mandatario de los brasileños bajó a un 34 %, frente a 44 % en febrero. Entre tanto, las tasas de rechazo a él y a su gobierno alcanzaron máximos históricos de 63 % y 48 %, respectivamente.
Además, cerca del 40 % de las personas que fueron encuestadas dijeron que preferirían que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganara las elecciones del próximo año, mientras que el 25 % quisiera que Jair Bolsonaro repita mandato.
No obstante, aproximadamente al 30 % de los encuestados dijeron que les gustaría ver a alguien nuevo en la presidencia de Brasil, es decir ni a Lula da Silva, ni a Bolsonaro.
Vale destacar que una dura decisión judicial deberá afrontar Bolsonaro, luego de que la Fiscalía anunciara el pasado viernes la “instauración de una investigación” tras las acusaciones formuladas contra él mandatario por sospechas de que no denunció, -tal como se mencionó anteriormente-, una tentativa de corrupción en la compra de una vacuna anticovid.
“En una notificación registrada este viernes por la mañana, la Fiscalía General de la República (PGR) informó al Supremo Tribunal Federal (STF) de la instauración de una investigación sobre los hechos denunciados” por tres senadores, que acusaron a Bolsonaro de prevaricación, indica el comunicado de la Fiscalía.
Para dar formalmente los primeros pasos de la investigación, el vicefiscal general, Humberto Jacques de Medeiros, solicita a la jueza de la Corte Suprema, Rosa Weber, la autorización para pedir informaciones sobre el caso “y el eventual envío de pruebas” recogidas por otros organismos judiciales y legislativos.
Si la Fiscalía encuentra pruebas contra Bolsonaro, pedirá al Supremo Tribunal Federal (STF) que abra una causa contra el mandatario. Pero para hacerlo, el STF deberá obtener la aprobación de dos tercios de la Cámara de Diputados. En ese caso, Bolsonaro sería separado de sus funciones durante seis meses, mientras se realiza su juicio.
Pero esa hipótesis parece hoy poco probable, dado a que el mandatario de ultraderecha cuenta con una base de apoyo consistente en el Congreso.
“Los brasileños están hartos de tanta tontería”
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva vaticinó que Bolsonaro perderá las elecciones previstas para octubre de 2022 porque “los brasileños están hartos de tanta tontería” y desean a alguien que “gobierne pensando en la mayoría”.
“Bolsonaro va a perder las elecciones en 2022, y no las perderá ante Lula, ante el Partido de los Trabajadores (PT). Le derrotará el pueblo brasileño, que está harto de tantas tonterías”, enfatizó el expresidente brasileño en un video publicado en sus redes sociales en días pasados.
“Él va a perder por el pueblo brasileño, que quiere reconstruir su esperanza, su calidad de vida. El pueblo quiere que sus hijos estudien, que coman, que sus hijos trabajen. Son otras cosas lo que la gente espera de un presidente”, señaló Lula da Silva.
“La gente necesita de alguien a quien le guste Brasil, alguien que gobierne pensando en la mayoría. La gente no quiere más peleas, no quiere más odio”, continuó diciendo el expresidente, quien pese a no haber presentado de manera oficial su candidatura, agregó que “nuestro Gobierno, en lugar de armas distribuirá libros”.
“Vamos a vender un poco de amor y no de ese odio que ellos venden”, afirmó el expresidente brasileño, a quien las últimas encuestas lo colocan como claro favorito para las presidenciales de octubre de 2022, con casi un 50 % en intención de voto, más del doble que Bolsonaro.