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Por falta de datos, Suiza rechaza la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca
Norteamérica, Europa, Israel y los países del Golfo optaron mayoritariamente por las desarrolladas por la germano-estadounidense Pfizer/BioNTech y la estadounidense Moderna, así como por la británica AstraZeneca/Oxford.
La agencia suiza de los medicamentos Swissmedic, responsable de la homologación de los fármacos en el país, estimó el miércoles que son necesarios análisis suplementarios sobre la vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca, antes de autorizarla.
“Los datos que nos fueron suministrados y que estudiamos hasta hoy son insuficientes para conceder una autorización”, dijo Swissmedic en un comunicado.
La vacuna de AstraZeneca ya fue autorizada en varios países y también por la Unión Europea (UE).
“Para obtener una evaluación concluyente, se deberán presentar datos adicionales sobre la eficacia de un ensayo de fase 3 que se está realizando América del Norte y del Sur y estos datos tendrán que ser analizados”, agregó la agencia suiza.
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Vacuna de AstraZeneca reduce la transmisión tras una dosis, según un estudio
La vacuna contra el covid-19 desarrollada por los británicos de AstraZeneca y la Universidad de Oxford reduce la transmisión del virus en un 67 % desde la primera dosis, según un análisis de los ensayos clínicos divulgado el miércoles.
Este estudio, realizado en Oxford y que aún debe ser revisado por científicos exteriores antes de su publicación, señala que las personas vacunadas no sólo están protegidas contra síntomas graves de la enfermedad sino que tienen menos probabilidades de contagiar.
La vacuna puede así tener un “enorme impacto” en términos de transmisión, afirmó el miércoles a la BBC el director del proyecto, Andrew Pollard, aunque precisó que las pruebas se realizaron antes de la aparición de las nuevas variantes.
Contra las infecciones, el estudio muestra una eficacia del 76 % tras la primera dosis, que se mantiene durante tres meses. La eficacia sube al 82 % tras una segunda dosis inyectada tres meses después.
Estos elementos refuerzan la estrategia del gobierno británico quien, para poder vacunar a más gente rápidamente, decidió posponer la segunda inyección hasta 12 semanas después.
El Reino Unido, que ha vacunado ya a 9,6 de sus 66 millones de habitantes, utiliza actualmente las vacunas de AstraZeneca/Oxford y Pfizer/BioNTech, a las que se unirá en la primavera boreal la desarrollada por Moderna.
“Esto demuestra al mundo entero que la vacuna de Oxford funciona bien”, se congratuló el ministro de Sanidad, Matt Hancock, en declaraciones a la BBC, tras las críticas de algunos países que como Francia y Alemania no la recomiendan a los mayores de 65 años por haber pocos datos en los ensayos clínicos sobre su eficacia en este grupo.
El gobierno de Boris Johnson se apoya en la vacunación masiva para poder levantar el tercer confinamiento en que se encuentra el país, que registra ya más de 108.000 muertos por covid-19, el peor balance de un país europeo.
“Si estas vacunas reducen la transmisión en la medida indicada, significará que se podrán relajar las restricciones antes que si tuviéramos que esperar a la inmunidad colectiva”, estimó el doctor Gillies O’Bryan-Tear, exdecano de la Facultad de Medicina Farmacéutica de Londres. “Esto sería el Santo Grial del despliegue mundial de vacunas”, añadió.
*Con información de AFP