MUNDO
Por insultar a la Corona española en Twitter, un hombre fue detenido en España
Se trata de un hombre de 60 años que también emitía descalificativos contra otras instituciones del Estado a través de un perfil anónimo.
Agentes de la Guardia Civil de España capturaron a un hombre en Valencia por publicar mensajes en Twitter, durante más de dos años, que podrían constituir delitos de injurias a la Corona y de odio hacia otras instituciones del Estado.
De acuerdo con la información, el arrestado, de nacionalidad española y 60 años de edad, utilizaba un perfil anónimo en la red social, por lo que a los investigadores les ha llevado más de un año descubrir su identidad real.
Las autoridades indicaron que la operación se enmarca en unas diligencias previas del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, y obedece a una de las prioridades del Plan de Acción de Lucha contra los delitos de odio, establecidas por la Secretaría de Estado de Seguridad relativa a la investigación y persecución de este tipo de delitos.
Los comentarios vertidos en Twitter por los que se les investiga estaban dirigidos principalmente hacia la Corona española, los tribunales de Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los agentes creen que esos mensajes podrían incitar al odio, delito que se contempla en el Código Penal, así como el de injurias a la Corona.
Caso Hasél
Este caso se suma al del rapero Pablo Hasél quien fue detenido y encarcelado a mediados del pasado mes de febrero para cumplir una pena de nueve meses de cárcel por unos tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad.
En los mensajes, el rapero arremetía contra la monarquía y llamaba, por ejemplo, “mercenarios de mierda” a las fuerzas policiales y las acusaba de torturar y asesinar a manifestantes e inmigrantes.
Así mismo, era procesado por por unas canciones donde pedía la muerte de la familia real o ensalzaba a grupos extremos responsables de acciones violentas. Condenado a nueve meses de cárcel por unos tuits publicados entre 2014 y 2016, pero en esa época la pena no se ejecutó.
Las autoridades lo conminaron a entregarse voluntariamente y empezar a cumplir sentencia por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y las fuerzas de seguridad, pero al no hacerlo, las autoridades adelantaron un operativo para capturarlo.
“¡No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar!”, gritaba con el puño alto Hasél mientras la policía lo escoltaba fuera de la universidad de Lérida, en la región nororiental de Cataluña, donde se había atrincherado la víspera con decenas de jóvenes.
“Muerte al Estado fascista”, vociferó instantes antes de entrar en el vehículo policial, entre abucheos de activistas que protestaban en esta ciudad a 150 km de Barcelona.
El caso de Hasél recuerda al del rapero español Valtonyc, quien en 2018 se marchó a Bélgica horas antes de entrar en prisión para cumplir una condena por injurias al rey, enaltecimiento del terrorismo y amenazas en sus canciones.
Largo historial judicial
Hijo de un empresario, este rapero vive en su ciudad natal de Lérida, en Cataluña (noreste), donde su padre fue dirigente del club de fútbol local.
En 2018 explicó a la prensa que, como tenía problemas para encontrar un empleo estable, iba a trabajar durante la vendimia en Francia.
Los polémicos tuits no fueron su primer encuentro con la justicia. Sus elogios al Grapo le valieron pequeñas condenas desde 2011 que también generaron polémica y muestras de apoyo al rapero.
En 2014 fue condenado a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo pero no llegó a ser encarcelado porque no tenía antecedentes penales y la pena no superaba los dos años.
Y el pasado junio recibió otra sentencia de seis meses de cárcel por rociar con un líquido de limpieza a un periodista.
Abonado a la polémica, cuando terminaba su plazo para entregarse, publicó su última canción arremetiendo contra el gobierno de izquierdas español y el actual rey Felipe VI.
“Hijos de Franco condenando por ser franco, crecerá la semilla de libertad que planto. No hay quien me quite esto, ni Felipe VI”, cantaba.