MUNDO
Por lo menos 22 combatientes proiraníes murieron en el bombardeo de EE. UU. en Siria
“Fueron autorizados en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en Irak”, dijo un portavoz del Departamento de Defensa
Por lo menos 22 combatientes proiraníes murieron en ataques de tropas de los Estados Unidos contra milicias proiraníes en el este de Siria. Según informó el viernes una ONG, esto ocurrió en la primera operación militar de la administración de Joe Biden, en represalia por los cohetes lanzados contra tropas estadounidenses en Irak.
El Departamento de Defensa dijo que había llevado a cabo ataques aéreos en un punto de control fronterizo entre Siria e Irak utilizado por esos grupos, destruyendo “múltiples instalaciones”.
“Estos ataques fueron autorizados en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal”, dijo el portavoz John Kirby en un comunicado.
Kirby dijo que el objetivo eran facciones de la poderosa coalición de paramilitares iraquíes respaldados por Irán de Hashed al-Shaabi, Kataeb Hezbollah y Kataeb Sayyid al-Shuhada.
Los ataques destruyeron tres camiones de municiones que llegaban de Irak en un puesto fronterizo ilegal al sur de la ciudad siria de Bukamal, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“Al menos 22 combatientes de milicias iraquíes proiraníes murieron, todos miembros de Hashed al-Shaabi”, indicó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, tras un primer balance de 17 muertos.
La televisión estatal siria confirmó este viernes en su canal Telegram que se produjo “una agresión estadounidense” con “ataques aéreos en sectores en la frontera sirio-iraquí”.
Represalias “proporcionadas”
Los bombardeos llegaron después de tres ataques con cohetes contra instalaciones situadas en Irak, utilizadas por las fuerzas estadounidenses y de la coalición que luchan contra el grupo Estado Islámico.
Uno de esos ataques hecho el 15 de febrero a un complejo militar en Arbil, la capital de la región kurda, mató a un civil y a un contratista extranjero que trabajaba con las fuerzas de la coalición y en él resultaron heridos varios contratistas estadounidenses y un soldado.
Los ataques en Irak, llevados a cabo por grupos que se sospecha que operan bajo la dirección de Irán, supusieron un desafío para la nueva administración de Biden en un momento que abre la puerta a reanudar las negociaciones con Teherán sobre su programa nuclear.
La administración estadounidense dice que quiere revivir el acuerdo de 2015, del que el expresidente Donald Trump salió en 2018, y que tiene como objetivo congelar las aspiraciones nucleares de Irán.
Pero Washington también considera a Teherán como una amenaza continua para la seguridad en Oriente Medio y sostiene que no tolerará “actividades malignas” llevadas a cabo por la República Islámica.
Estados Unidos sospecha que Irán está buscando una oportunidad para vengar el asesinato por fuerzas norteamericanas del general Qasem Soleimani, un año atrás.
Soleimani, un alto oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, fue el enlace clave de Teherán con los grupos y personalidades aliados en Irak, Siria, Líbano y otras partes de la región. Murió en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses justo cuando llegaba a Bagdad para reunirse con los principales funcionarios iraquíes.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo el lunes que Estados Unidos “responsabilizaría a Irán por las acciones de sus representantes que atacan a los estadounidenses”, pero que no “arremeterá” y correrá el riesgo de desestabilizar a Irak.
Kirby calificó los ataques del jueves como “proporcionados” y dijo que “se llevaron a cabo junto con medidas diplomáticas”, incluida la consulta con socios estadounidenses de la coalición anti-EI.
Pero también dijo que estaba diseñado para reducir la tensión en el este de Siria e Irak. “La operación envía un mensaje inequívoco: el presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la Coalición”, dijo.
Rechazo al ataque
El gobierno sirio denunció este viernes una “agresión” de Estados Unidos por los bombardeos contra milicias proiraníes en Siria, que calificó de “mal augurio” sobre la política de la administración de Joe Biden.
“Esta agresión constituye un signo de mal augurio sobre las políticas de la nueva administración estadounidense”, indicó en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores sirio, que advirtió de una “escalada” de la situación en la región.
Por su parte, Rusia condenó los bombardeos estadounidenses contra milicias pro-Irán en el este de Siria, la primera operación militar del presidente estadounidense Joe Biden.
“Condenamos firmemente esas acciones e instamos a que se respete, sin condiciones, la soberanía y la integridad de Siria”, afirmó la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, en una rueda de prensa.
“Reafirmamos nuestro rechazo a todas las tentativas de transformar Siria en un ruedo en el que saldar cuentas de la escena geopolítica”, agregó.
En guerra desde 2011, la Siria del presidente Bashar al Asad ha contado con un apoyo militar masivo y crucial de Moscú desde 2015.
El viernes, una ONG reportó la muerte de 22 combatientes en unos bombardeos del ejército estadounidense la víspera en el este de Siria.
Fronterizo con Irak, ese territorio está controlado por milicias pro-Irán que combaten junto al régimen de Bashar al Asad.
Los ataques, que Washington calificó de “defensivos”, se produjeron luego de tres ataques recientes en Irak imputados a grupos armados pro-Irán.
El viernes, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, lamentó que Washington hubiera avisado a Moscú de los bombardeos tan solo “cuatro o cinco minutos” antes de llevarlos a cabo.
“Este tipo de advertencia no sirve de nada cuando los bombardeos ya están en curso”, afirmó.
Además, Lavrov sugirió que Washington no tenía intención de abandonar Siria, pese a la retirada anunciada por el expresidente estadounidense Donald Trump.
“Habrían decidido no irse de Siria [...] hasta el hundimiento del país”, sostuvo Lavrov.
“Es muy importante para nosotros entender cuál será la línea estratégica de Estados Unidos sobre el terreno y en la región”, agregó, afirmando que las fuerzas armadas rusas y estadounidenses tenían contacto en Siria de vez en cuando.
Con información AFP