CORONAVIRUS
Por primera vez desde enero baja el número de fallecidos por coronavirus en Brasil
El número de muertes e infecciones en Brasil ha descendido durante varias semanas, pero los epidemiólogos temen un nuevo brote de casos debido a la variante delta, que ya está circulando en varios estados del país.
La media diaria de muertes por covid-19 en los últimos siete días en Brasil bajó el sábado por debajo de 1.000 por primera vez en más de siete meses, gracias a los avances en la vacunación.
Las últimas cifras del Ministerio de Salud sitúan en 556.370 el número de muertes y en 19.917.855 los casos confirmados en este país de 212 millones de habitantes, el segundo más enlutado del mundo por la pandemia después de Estados Unidos.
Con 910 nuevas muertes registradas en las últimas 24 horas, la media semanal alcanzó los 989 decesos diarios.
Esta cifra no había bajado del umbral de los 1.000 desde el 20 de enero, cuando se registraron 981 al comienzo de una segunda ola de la pandemia en Brasil que fue especialmente mortífera.
El número de muertes e infecciones en Brasil ha descendido durante varias semanas, pero los epidemiólogos temen un nuevo brote de casos debido a la variante delta, que ya está circulando en varios estados del país.
Tras un comienzo tardío y caótico debido a la falta de dosis disponibles, la vacunación alcanzó finalmente su velocidad de crucero, con más de un millón de inyecciones diarias desde junio.
En total, más de 100 millones de personas recibieron al menos una dosis en Brasil y más de 40 millones ya están totalmente inmunizadas.
A principios de esta semana, sin embargo, la vacunación se suspendió durante varios días en varias ciudades importantes debido a los retrasos en la entrega de nuevas dosis.
Una comisión de investigación del Senado lleva tres meses investigando la forma en que el gobierno del presidente Jair Bolsonaro ha gestionado la crisis sanitaria.
Los especialistas dicen que fue un caos, con retrasos y sospechas de corrupción en la compra de vacunas.
Recientemente el mandatario se pronunció al respecto y se negó a responder las denuncias que investiga una comisión del Senado sobre posibles irregularidades en la negociación de vacunas anticovid por parte de su gobierno.
“¿Saben cuál es mi respuesta? Me cago, me cago en la CPI. No voy a responder nada”, dijo Bolsonaro en su transmisión semanal por redes sociales, al aludir a un pedido de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para que responda a las denuncias sobre un intento de sobreprecio en la compra de la vacuna india Covaxin.
“No voy a responder a ese tipo de gente en hipótesis alguna, ellos no están preocupados por la verdad y sí por desgastar al gobierno”, afirmó el presidente.
“Después de 13 días [de denuncias], Su Excelencia no emitió ninguna manifestación apartándose, de forma categórica, puntual y esclarecedora, de las graves afirmaciones atribuidas a Su Excelencia”, señalan los senadores Omar Aziz, presidente de la CPI; Randolfe Rodrigues, vicepresidente, y Renan Calheiros, relator, en la carta, citada por la prensa.
Entretanto, las autoridades brasileñas generaron polémica al manifestar que tras la disputa de la Copa América llegó una variante del coronavirus de origen colombiana.
A través de un comunicado, la entidad señaló que se pudo confirmar la identificación de dos casos de la variante B.1.621, originaria de Colombia pero que ya circula en varios países, en dos “individuos del equipo de la Copa América”, sin señalar de quiénes se trataría.
El descubrimiento, al parecer, se dio después de que los dos hombres fueran sometidos a pruebas para detectar el coronavirus en la ciudad de Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso y una de las sedes del torneo continental.
“Los pacientes son ambos del sexo masculino, tienen 37 y 47 años, y son provenientes de Ecuador y Colombia, respectivamente. La investigación epidemiológica de los casos está en marcha en el estado de origen de las muestras”, explicó en su momento el instituto en un comunicado.
*Con información de agencias