ESTADOS UNIDOS
¿Por qué los latinos son decisivos para las elecciones en Estados Unidos?
Esta población es la primera minoría étnica del país, con 32 millones de habilitados para votar este año. Su participación puede ser decisiva en estados clave como Arizona, Florida y Texas
Donald Trump y Joe Biden enfrentan el final de la carrera a la presidencia de Estados Unidos con un objetivo claro: ganar el voto latino para asegurarse la victoria. Según todas las encuestas, son los latinos quienes decidirán las elecciones, ya que su participación definirá el curso de estados en disputa como Florida y Texas. Por esa razón la preocupación de los dos rivales por conseguir su voto en las últimas horas de la carrera.
El jueves Joe Biden prometió, durante un acto realizado en Florida, que evitará la expulsión de venezolanos que escapan del gobierno de Nicolás Maduro y que cambiará la política de su país hacia Cuba si le gana a Donald Trump las elecciones presidenciales estadounidenses del martes.
Aunque lidera las encuestas nacionales, el candidato demócrata aparece codo con codo con el presidente republicano en Florida, un estado decisivo para el resultado de la consulta y que cuenta con una nutrida población de origen hispano. Biden calificó de “matón” al presidente venezolano Nicolás Maduro y denunció la decisión de la administración Trump de enviar a cientos de venezolanos y cubanos “de vuelta a sus dictaduras”.
Trump “ni siquiera quiere otorgar un estatus de protección temporal a los venezolanos que huyen del opresivo régimen de Maduro”, lamentó el postulante demócrata durante un discurso de campaña en el condado de Broward, cercano a Miami. “Yo lo haré”, dijo.
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Este Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés) permite a las personas originarias de países en conflicto o que sufren una crisis humanitaria trabajar legalmente en Estados Unidos sin gozar de un permiso de residencia.
La iniciativa de Biden fue agresiva. Como recordó, un proyecto de ley para proteger a unos 200.000 venezolanos fue aprobado en 2019 en la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, pero no avanzó en el Senado, controlado por los republicanos. Trump “no se preocupa por los cubanos y venezolanos”, dijo Biden.
Florida, el campo de batalla de Trump
Por su parte, el presidente republicano dijo a sus partidarios reunidos en Tampa, también en Florida, que Joe Biden había “traicionado” a los hispanos durante su larga carrera en Washington. “Yo siempre los he amado y creo que ellos siempre me han amado”, sostuvo. Los cubanoestadounidenses constituyen la mayor proporción de votantes hispanos en Florida y tradicionalmente se han inclinado por los republicanos.
Biden también afirmó que se necesita una “nueva política hacia Cuba”, y dijo que la isla “no está más cerca de la libertad y la democracia que hace cuatro años”. A fines de 2014, durante la gestión de Barack Obama, del que Joe Biden fue vicepresidente, Estados Unidos emprendió un acercamiento histórico con Cuba.
Pero las relaciones bilaterales se tensaron fuertemente desde la llegada al poder en 2017 de Donald Trump, que ha multiplicado las sanciones contra el gobierno de la isla. Trump necesita los 29 votos electorales de Florida para ganar los 270 necesarios para quedarse en la Casa Blanca, tiene la capacidad de atizar fácilmente el fervor anticomunista de los latinos floridanos.
Recientemente, por ejemplo, endureció aún más las sanciones contra Cuba. “Hoy reafirmamos nuestra férrea solidaridad con el pueblo cubano y nuestra eterna convicción de que la libertad prevalecerá sobre las siniestras fuerzas del comunismo”, dijo el presidente.
El cubanoamericano Johnny López de la Cruz, presidente de la agrupación de veteranos de la fallida invasión de Bahía de Cochinos, de 1961, pidió a Trump que siga trabajando por “librar al mundo de estos corruptos regímenes narcoterroristas y comunistas”.
“Cuba debe volver a ser libre después de 60 años de comunismo. La gente está sufriendo allí, así como en Venezuela y Nicaragua”, añadió. Randy Pestana, experto de la Universidad Internacional de Florida, dice que los venezolanos se han asimilado a los cubanos de Miami.
También recuerda que éstos se volvieron republicanos, y así lo transmitieron a las generaciones siguientes, a partir del fracaso del presidente demócrata John F. Kennedy en Bahía de Cochinos, que los cubanos interpretaron como una “traición”.
Hoy en día, “los venezolanos son esto mismo para los republicanos”, dice Pestana. “Esa es la estrategia. Que los venezolanos crean que los republicanos son el partido que buscará el cambio democrático en su país. Aunque no lo consigan”. Y añadió: “Sólo tienen que hacerles creer que están abogando por Venezuela y tendrán 50 años de venezolanos votando republicano en cada ciclo electoral”.
Demócratas con ventaja
Por su parte, en el poblado de Santa María Ostuma, en el centro de El Salvador, los habitantes -que viven de las remesas- añoran una victoria para el candidato demócrata a la presidencia estadounidense, Joe Biden, con la esperanza de propiciar un diálogo sobre el espinoso tema de la migración.
“Allá”, en Estados Unidos, “los demócratas y republicanos tienen una misma línea de gobierno, la diferencia (es que) los demócratas se catalogan como más abiertos al diálogo y los republicanos un poco más represivos”, resumió José Ramiro Alvarado. Para América Latina, “lo más beneficioso es que estén los demócratas en el poder”, añadió este carpintero de 52 años, que construye una casa de madera en la entrada del poblado de 6.300 habitantes, a 65 km al este de San Salvador.
La vivienda es para uno de los muchos salvadoreños de Santa María Ostuma que decidieron emigrar a Estados Unidos, en este caso a Maryland (este). Muchos en El Salvador se preocuparon luego que en septiembre pasado, un tribunal estadounidense dio luz verde al gobierno del presidente republicano Donald Trump para expulsar a miles de refugiados, entre los que figuran 250.000 salvadoreños que habían recibido un estatus de protección temporal por razones humanitarias desde 2001.
“La amenaza de que los van a echar es una amenaza latente, en realidad siempre hemos tenido eso, pero hoy es mas latente”, comentó Alvarado, quien tiene tres sobrinos en Estados Unidos, uno de ellos indocumentado. En Santa María Ostuma, conocida por los cultivos de piña, las remesas permitieron sustituir las casas de adobe por las de concreto, cuyos techos tienen antenas parabólicas para recibir televisión satelital.
Alexis Morales, de 28 años, es otro salvadoreño que trabajó seis años en San Francisco, California (oeste), y regresó con sus ahorros el año pasado para establecer junto a su esposa Yesenia un pequeño restaurante en Santa María Ostuma. “Convendría mucho que Donald Trump no siguiera en la presidencia porque a los latinos nos ha afectado, por eso la esperanza está en un triunfo del demócrata Joe Biden”, coincidió Morales.
Para el director del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI), César Ríos, independiente de quién gane las elecciones, El Salvador debe pedir a Washington “un respeto de la realidad” que se vive por la falta de empleo y oportunidades de desarrollo. En Estados Unidos viven unos 2,5 millones de salvadoreños, quienes el año pasado enviaron 5.650,2 millones de dólares en remesas, 4,8% más que en 2018, que representaron 16% del PIB.
Con información de AFP