Imagen de Lunas de Nueva York. Cortesía de CinecoPlus
Imagen de Lunas de Nueva York. Cortesía de CinecoPlus | Foto: Imagen de Lunas de Nueva York. Cortesía de CinecoPlus

ESTADOS UNIDOS

¿Por qué los neoyorquinos y sus negocios se están mudando a Palm Beach?

Docenas de residentes de Nueva York están abandonando la ciudad para mudarse a Florida.

14 de febrero de 2021

Las bajas temperaturas serían una de las principales causantes para que los habitantes de Nueva York abandonaran la ciudad y buscaran nuevos rumbos en Palm Beach, Florida.

La afectación, no solo de las bajas temperaturas, sino de la pandemia a los negocios y establecimientos comerciales también han impulsado a que los empresarios neoyorquinos dejen atrás su ciudad.

“¡He escapado de Nueva York!”, declaró el propietario del bistró, Jean Denoyer a medios internacionales. “Tomamos la temperatura de todos cuando llegan y mantenemos las puertas y ventanas abiertas para que circule el aire fresco”, agregó.

El propietario del restaurante conocido como Le Bilboquet, Philippe Delgrange, también se encuentra en Palm Beach, donde estrenó esta semana la famosa cocina sureña de su negocio.

“Palm Beach realmente está trabajando contigo, no tratando de poner madera en tus ruedas”, dijo, Deltgrange, quien añadió que los restaurantes en Nueva York llevan dos meses de cierre y restricciones, pues solo pueden funcionar al 25 % de capacidad.

“He visto a tantos amigos míos, no puedo creerlo. Y todo nuestro personal de Nueva York está pidiendo venir a trabajar aquí a Palm Beach”, resaltó.

Denoyer y Delgrange se encuentran entre las hordas de neoyorquinos que ahora disfrutan de la vida en el condado de Palm Beach, donde la afluencia de nuevos negocios es notable.

Aunque las autoridades locales solicitan el uso de mascarillas dentro de los establecimientos comerciales de todo el condado, no hay reglas específicas de espaciado, por lo que no es inusual ver bares llenos de clientes sin máscara muy apretados.

El hecho de que las medidas de bioseguridad en Florida sean más laxas ha impulsado a ciudadanos y empresarios a dejar sus vidas neoyorquinas para buscar nuevos rumbos al sur del país.

Joe Wagner, de 63 años, llegó al sur de Florida a finales de enero con planes de quedarse dos semanas, pero decidió quedarse hasta marzo.

“A veces me siento un poco inseguro. En Nueva York, estaba confinado en casa, pero parece que mucha gente aquí está más relajada porque ya tenían coronavirus. Ellos dicen, ‘No te preocupes, tengo los anticuerpos’, y yo digo ‘eso es genial, pero ¿podrías retroceder un poco?’”, dijo el desarrollador inmobiliario a medios internacionales.

De hecho, las tasas de infección por covid-19 del condado de Palm Beach aumentaron esta semana al 7,57 %, mientras que en Nueva York ha caído al 5,08 % desde un máximo de más del 7 %.

Los restaurantes de Nueva York finalmente pueden recibir comensales en interiores a un 25 % de su capacidad a partir del 12 de febrero, pero los establecimientos de Palm Beach están funcionando a pleno rendimiento.

Café Boulud en Nueva York está cerrado hasta finales de 2021, pero en su hermano de Palm Beach los comensales se mezclan en el patio con exuberantes jardines. Los restaurantes neoyorquinos Bice, Sant Ambroeus y Almond también tienen ubicaciones en la isla. Incluso el desaparecido abrevadero del Upper East Side Swifty’s ha resucitado en Palm Beach.

Mientras que lugares legendarios de Nueva York como 21 y Cipriani están cerrando, esta semana se estrenó un elegante Monkey Bar en el nuevo hotel Opal Grand en el condado de Palm Beach, y el grupo de restaurantes de Nueva York Host (Campagnola, Bill’s Townhouse) está presentando un nuevo Delray Beach.

“No puedo creer la asombrosa cantidad de gente aquí este año, ¡es como una fuga de prisión!” dijo John Lehmann, de 59 años, que vive en la isla y dirige una empresa de marketing deportivo.

“Me siento vivo de nuevo. Podría mudarme aquí por el resto de mi vida“, dijo la ama de casa de Long Island, Erica Holzer, de 47 años, en el Opal Grand frente al mar, donde ella y su esposo se quedarán durante ocho semanas.

Esa sensación de libertad también va más allá de los restaurantes. Los adictos al fitness solo pueden realizar sesiones de spinning enmascaradas con un instructor virtual en los gimnasios de Nueva York, pero SoulCycle ahora ofrece clases al aire libre en el green del Royal Poinciana Plaza de la isla.