Comercio

¿Por qué Rusia está construyendo la flota rompehielos más poderosa del mundo en el Ártico?

El Gobierno ruso se fijó como objetivo aumentar el volumen de tráfico a lo largo de esa ruta a 80 millones de toneladas para 2024.

14 de abril de 2021
Buque rompehielo (Getty)
A medida que retrocede la capa de hielo flotante de las regiones oceánicas polares, por cuenta del calentamiento global, desde Moscú plantean avanzar en la implementación de una vía comercial que conecte a Europa y Asia. | Foto: Getty Images

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sigue liderando la construcción de una gran flota rompehielos en el Ártico, en el marco de su plan geopolítico para convertir la región del Gran Norte en su fortín estratégico para el desarrollo de infraestructuras no solo militares, sino mineras, petroleras y gasísticas.

Durante el reciente bloqueo de seis días generado por el barco carguero Ever Given en el Canal de Suez, el mandatario ruso se jactó de las ventajas que representó su “Ruta Marítima del Norte” para evitar los problemas de transporte, pues esa región se ha consolidado como una de las grandes apuestas de Rusia en el Ártico.

“El incidente del Canal de Suez puso de manifiesto la necesidad de seguir desarrollando rutas alternativas, comenzando por la Ruta Marítima del Norte”, reconoció Nikolai Korshunov, responsable de cooperación internacional en el Ártico para la Cancillería rusa, citado por la agencia de prensa Interfax.

A medida que retrocede la capa de hielo flotante de las regiones oceánicas polares, por cuenta del calentamiento global, desde Moscú plantean avanzar en la implementación de una vía comercial que conecte a Europa y Asia, lo que permitirá que Rusia pueda competir directamente con el Canal de Suez.

Con sólo un 4% de la población inmunizada Vladimir Putin pide a los rusos que se vacunen contra el coronavirus
Con sólo un 4% de la población inmunizada Vladimir Putin pide a los rusos que se vacunen contra el coronavirus | Foto: AP

Los planes rusos para consolidar una hegemonía en el Ártico se iniciaron tras el bloqueo de la vía egipcia por cuenta de un gigantesco buque, lo que condujo a los responsables rusos a destacar sus ambiciones árticas, a pesar de haber sido muy criticadas por los defensores del medioambiente.

Nikolai Korshunov también ha manifestado que la vía ártica, también llamada Paso del Noreste, es más difícil para la navegación pero más corta que la del Canal de Suez, aunque considera importante “reflexionar sobre la diversificación de las vías marítimas estratégicas”.

Rusia apuesta por los rompehielos

Aunque el cambio climático ha facilitado la construcción del proyecto marítimo, este no deja de representar una apuesta muy costosa que aún no es viable para barcos comerciales clásicos.

No obstante, Rusia posee una flota de rompehielos a propulsión nuclear encargados de acompañar y ayudar los barcos a franquear estas zonas. Además, si esta ruta se convierte en la más utilizada, esto podría revolucionar el flete mundial recortando el trayecto Asia-Europa en 15 días.

A medida que retrocede la capa de hielo flotante de las regiones oceánicas polares, por cuenta del calentamiento global, desde Moscú plantean avanzar en la implementación de una vía comercial que conecte a Europa y Asia
| Foto: Getty Images/iStockphoto

De hecho, algunos barcos del grupo privado Novatek, uno de los principales actores de esta estrategia, lograron recorrer en enero pasado esta ruta sin necesidad de asistencia.

El Gobierno ruso se fijó como objetivo aumentar el volumen de tráfico a lo largo de esa ruta a 80 millones de toneladas para 2024, teniendo en cuenta que el volumen total de flete a lo largo de la Ruta Marítima del Norte era de 32,97 millones de toneladas en 2020.

Cambio climático, ¿a favor o en contra?

La agencia meteorológica Rosguidromet reveló recientemente en un informe que Rusia registró un récord de calor para el año 2020 y un retroceso histórico de la banquisa (capa de hielo flotante de las regiones oceánicas polares) de verano en la ruta marítima del norte.

Comparado con los años 1980, la superficie del hielo allí es “5 a 7 veces menor”, subrayó la agencia meteorológica, además de asegurar que “en 2020 la superficie de cobertura de hielo en septiembre alcanzó un récord a la baja con 26.000 km2”.

No obstante, el cambio climático no deja de ser un riesgo para los intereses rusos, pues el deshielo del permafrost amenaza a las infraestructuras estratégicas y puede además liberar volúmenes de metano y de CO2 en la atmósfera, lo que puede agravar el cambio climático.

Lo anterior también puede traducirse en nuevas catástrofes naturales como incendios, inundaciones y la llegada de especies de animales invasores.

*Con información de AFP