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Por vengar la muerte de su hijo, mujer gastó millonaria compensación para armar una pandilla
Christina López recibió casi US$5 millones por la muerte de su hijo, Isahia Murrieta-Golding, de 16 años, quien fue asesinado por un policía.
Christina López, de 42 años, fue capturada el pasado 9 de octubre por la Policía de Fresno, en los Estados Unidos, luego de ser acusada de 22 delitos, entre los que se encuentran la entrega de armas de fuego a menores de edad y favorecer a bandas criminales.
Según la hipótesis de las autoridades, la mujer recibió casi US$ 5 millones en abril de este año, luego de conciliar la muerte de su hijo, Isahia Murrieta-Golding, de 16 años, quien fue asesinado por el agente de la policía Ray Villalvazo, en 2017.
Luego de estos hechos, la mujer empezó a reforzar toda una estructura criminal conocida como Los Calwa, de la cual hace parte su hijo menor, todo con el fin de vengar la muerte de Isahia, según reconoció la fiscal del caso, Lisa Smittcamp, quien señaló que la mujer fue vinculada a la investigación luego de un fuerte tiroteo protagonizado por la banda en el que murieron 14 personas.
Tras los hechos, al menos 14 personas fueron detenidas, entre las que se encontraba Christina, quien desde hace un par de meses permanece recluida en un centro carcelario temporal, mientras un juez define su futuro en el caso que tendrá lugar esta semana, de acuerdo con diarios locales.
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Ralph Torres, abogado defensor de López, le dijo al canal ABC30 que demostrará en qué gastó el dinero la señalada y que no lo hizo en lo que se le acusa.
Cabe mencionar que tras la muerte del menor se produjeron multitudinarias marchas en Fresno, en señal de protesta por lo que ocurrió con el menor, debido a que luego se conocieron videos en los que se puede observar al joven huyendo de la policía.
Luego de un par de segundos, Villalvazo dispara una sola vez y le da en la parte trasera de la cabeza, ocasionando su muerte instantánea.
En 2018, la familia presentó una demanda federal de derechos civiles, en la cual se acusó al entonces jefe de policía, Jerry Dyer (luego se convirtió en alcalde), a Villalvazo y a la ciudad de Fresno de fuerza excesiva, fuerza letal ilegal, asalto y agresión y negligencia.
Aunque posteriormente llegaron a un arreglo con la familia de López, en su momento, el alcalde electo de Fresco, Jerry Dyer, indicó que “las acciones de Villalvazo estuvieron dentro de la política del departamento“, debido a que el menor era buscado por las autoridades para que respondiera por el asesinato de Eugenio Ybarra, de 19 años, ocurrido el 14 de abril de 2017.
En el lugar de la muerte de Ybarra se vio bajar al menor de un auto para luego empezar la huida por varias calles. Luego atravesó una cerca y cogió camino hacia una guardería. Durante este recorrido, los uniformados señalaron que Murrieta se metió las manos varias veces en el pantalón, como buscando un arma, lo cual generó temor entre Villalvazo, quien pensó que el joven podría dispararle.
“Por temor a que le dispararan, el sargento Villalvazo disparó una ronda y golpeó a Murrietta-Golding“, dijo Dyer en su momento.
Después de que la policía disparó contra el menor, su hermano mayor, de 17 años, se entregó a las autoridades y fue ingresado en el Centro de Justicia Juvenil del condado de Fresno, por los hechos relacionados con la muerte de Ybarra.
Días después de la muerte del menor, la familia, de unas 75 personas, realizó un acto conmemorativo para velar al difunto. En el acto, su hermano menor Anthony, con la voz quebrada indicó que “cuando se trata de la familia, es personal”. “El hecho es que le disparaste a un niño, ni siquiera era un hombre adulto“.