MUNDO
Preocupación en el Vaticano: dos cardenales cercanos al papa Francisco tienen coronavirus
En el Vaticano levantaron una alarma para prevenir un riesgo de contagio del papa Francisco debido a dos cardenales cercanos que dieron positivo para covid-19.
A pocos días de que el mundo viva una Navidad totalmente distinta debido a la llegada de la pandemia del coronavirus, dos cardenales de la curia romana, quienes usualmente deben tener una relación directa con el papa Francisco, resultaron contagiados con el virus, un tema que preocupó a todos los altos mandos que rodean el Vaticano.
Uno de los cardenales contagiados es el polaco Konrad Krajevski, quien hace de las veces de limosnero pontificio, esto quiere decir que es el encargado de hacer caridad en nombre del papa. El hombre, de 57 años, dio positivo para coronavirus luego de que se realizara una prueba de hisopo en la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano por presentar síntomas de lo que al parecer sería una neumonía “inicial”.
Por el momento, se conoce que Krajevski se encuentra internado en el hospital Gemelli, según lo aclarado por la Sala de Prensa del Vaticano. Así como ha pasado en ocasiones anteriores, el Vaticano está tomando todos los cuidados con quienes estuvieron en contacto en los últimos días.
De noche, Krajevski suele hacer recorridos para llevarle ropa, comida, abrigo y demás ayudas a indigentes. Justamente, el jueves pasado 17 de diciembre, a la oficina del papa llegó un ramo de girasoles enviado por un grupo de pobres como un regalo por su cumpleaños número 84. Según el diario romano Il Messaggero “ahora se teme por papa Francisco”, pues el viernes pasado, durante una meditación cercana a la llegada de la Navidad, el purpurado Krajevski fue visto hablar con el papa Francisco.
Tendencias
El segundo cardenal que resultó contagiado es el italiano Giuseppe Bertello, de 78 años, quien es el presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, el encargado de administrar el pequeño Estado.
Sin embargo, hasta el momento, el Papa Francisco no se ha pronunciado sobre el tema.
“Nadie perderá su trabajo”
Este 21 de diciembre, el papa Francisco, durante su mensaje de Navidad a los cerca de 4.000 empleados de la Santa Sede y sus familias aseguró que ninguno de los empleados perderá su trabajo a causa de la pandemia.
“¡Ustedes son lo más importante!”, exclamó el papa, ante una sala en la que había presentes empleados protegidos con mascarillas.
“Nadie debe perder su trabajo” o ver cómo sus salarios disminuyen en este periodo difícil y agotador, dijo el sumo pontífice. “Nadie debe sufrir la consecuencia brutal de esta pandemia”, insistió.
El Vaticano, el Estado más pequeño del mundo, se ve privado de gran parte de sus ingresos debido a la pandemia, sobre todo las entradas en los museos. La Santa Sede no tiene ninguna estructura para pagar seguro de desempleo a sus trabajadores y ha querido seguir pagando a sus empleados normalmente.
Esta decisión va en la línea de las declaraciones del papa desde que irrumpió esta pandemia, en las que ha instado a los Estados a ser solidarios.
“Esta Navidad es la Navidad de la pandemia, de la crisis sanitaria, socioeconómica e incluso eclesial que ha lacerado cruelmente al mundo entero”, dijo Francisco este lunes en un mensaje navideño a la Curia romana, el gobierno central de la Iglesia.
A los 84 años y después de casi ocho de pontificado, el papa argentino ha utilizado a menudo esta cita anual ante la Curia romana, para emitir críticas y reprimendas.
En 2014, por ejemplo, Francisco enumeró las 15 enfermedades que afectaban a la Curia, como el “Alzheimer espiritual” o la “fosilización mental”.
Este año, el tono fue más suave. El papa Francisco pidió a la jerarquía de la Iglesia que se preocupe más de los pobres y criticó la tendencia existente al “conflicto”.
“La crisis generalmente tiene un resultado positivo, mientras que el conflicto siempre crea un contraste, una rivalidad (...) entre sujetos con la consiguiente victoria de una de las partes. La lógica del conflicto siempre busca culpables a quienes estigmatizar y despreciar y justos a quienes justificar”, dijo.
“Si se hace una lectura de la Iglesia partiendo de las bases de un conflicto -derecha e izquierda, progresistas y tradicionalistas- eso fragmenta, polariza, pervierte y traiciona su verdadera naturaleza”, agregó.
Con información de AFP