Coronavirus
Presidente chino alaba su estrategia contra la covid-19 con Shanghái confinada
La mayoría de los países, con la excepción notable de China, han abandonado la estrategia de covid cero, que busca evitar cualquier tipo de circulación del virus.
El presidente de China, Xi Jinping, alabó el viernes la estrategia de “cero covid” del país, justo cuando la ciudad de Shanghái (sudeste) se enfrenta confinada al peor aumento de casos desde el inicio de la pandemia.
Xi Jinping aprovechó la ceremonia de homenaje a los participantes, voluntarios y deportistas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Pekín para elogiar la estrategia “cero covid” china.
En la burbuja sanitaria aplicada durante la competición apenas hubo casos, por lo que “pasó la prueba y dio al mundo una experiencia útil en la lucha contra la pandemia y en la organización de grandes eventos deportivos”, según el líder chino.
“Deportistas extranjeros nos dijeron que si hubiera que dar una medalla de oro en la lucha contra la epidemia, esta sería para China”, afirmó Xi Jinping.
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La política china de “cero covid” se basa en medidas como el confinamiento desde la aparición de los primeros casos, el filtrado drástico de personas en las fronteras, una larga cuarentena cuando se ingresa al territorio y el registro de los desplazamientos.
Esto hizo que China registrara solo unos 5.000 muertos desde que comenzó la epidemia a finales de 2019 (según el balance oficial). Pero la variante ómicron aceleró en las últimas semanas la propagación del virus.
Shanghái, un gran centro económico de 25 millones de habitantes, vive confinada desde la semana pasada, razón por la que se enviaron unos 38.000 trabajadores sanitarios y cerca de 2.000 militares como apoyo y para distribuir víveres.
La ciudad es el epicentro de la actual explosión de casos, con 21.000 nuevos casos positivos el viernes, unos niveles nunca vistos en China desde el inicio de la pandemia.
Las autoridades de la ciudad afirmaron el viernes que instalaron 60.000 camas suplementarias (sobre todo en centros de exposiciones) para aislar a los casos positivos. Y serán 70.000 más en breve, indicaron, llevando el total disponible a 130.000 camas.
Bajo presión, los responsables locales tuvieron que relajar algunas medidas polémicas, como separar a los menores que dieron positivo de los padres que den negativo en los test.
Pero la economía se está resistiendo: la actividad de manufacturas en China bajó en marzo a su nivel más bajo en dos años, según un índice independiente.
Si China aparece ahora como una excepción mundial, no siempre fue el caso. Al principio de la pandemia, en inicios de 2020, muchos países impusieron estrictos confinamientos, a pesar de que en aquel momento no calificaron a esa política de “covid cero”.
Pero la situación ha cambiado. Las vacunas llegaron a principios de 2021 y han limitado de manera considerable el riesgo de casos graves.
Luego la variante ómicron, a priori menos peligrosa a pesar de que es difícil de confirmar eso justamente a raíz de la vacunación, también redujo los riesgos al tiempo que desafió la estrategia de covid cero debido a su fuerte contagiosidad.
Con este panorama, “es necesario hacer tanto para reducir la transmisión que uno se encuentra con muy escaso valor agregado en el plano sanitario”, afirma a la AFP el inmunólogo australiano Sharon Lewin.
Pero la persistencia china se explica quizás por una situación particular. Al contrario de Australia y Nueva Zelanda, al principio con dificultades, pero finalmente con un alto porcentaje de vacunación, China no ha vacunado suficientemente a su población.
Así ocurre por ejemplo con las personas mayores, las más amenazados de morir de covid. Solo la mitad de los chinos de más 80 años están vacunados. Además, el gigante asiático utiliza las vacunas Sinovac y Sinopharm, que no son las más eficaces.
Y con una vacunación insuficiente, “se corre el riesgo de encontrarse con muchos muertos si se flexibilizan las medidas de covid cero”, advierte Andrew Lee, especialista en salud pública.
*Con información de la AFP.