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Presidente de Turquía defendió a Vladimir Putin, acusado de injerencia en elecciones
La oposición había acusado a Rusia de interferir en los comicios turcos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, defendió este viernes a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de las acusaciones sobre una supuesta injerencia electoral de Moscú en Turquía en los próximos comicios presidenciales.
Kemal Kilicdaroglu, el candidato opositor a Erdogan, acusó el jueves a actores rusos -sin nombrarlos- de difundir “deepfakes” y otras formas de desinformación para tratar de influir en el resultado del voto el domingo.
El Kremlin rechazó “firmemente” estas acusaciones y Erdogan defendió a Putin durante una alocución en televisión. “El señor Kemal ataca a Rusia, al señor Putin. Si ataca a Putin, no estaré de acuerdo con eso”, declaró el mandatario turco.
“Nuestras relaciones con Rusia no son menos importantes que las que tenemos con Estados Unidos”, añadió.
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Erdogan ha mantenido buenas relaciones con Moscú desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022. Turquía, un miembro de la OTAN, se benefició de descuentos en las importaciones de energía rusa y se ha negado a respaldar las sanciones occidentales contra el Kremlin.
Los últimos sondeos predicen que la votación del domingo será reñida. Las declaraciones de Kilicdaroglu se produjeron en medio de una campaña cada vez más agresiva, en la que el jueves se retiró Muharrem Ince, candidato de un tercer partido.
Ince anunció su retirada tras ser objeto de una campaña de desprestigio en internet que incluía fotos trucadas en las que aparecía con mujeres y conduciendo coches de lujo.
Erdogan también ha difundido videos falsos en algunos de sus mítines, intentando asociar a Kilicdaroglu con el PKK, una organización armada kurda prohibida en el país, que Turquía y sus aliados consideran como un grupo “terrorista”.
Alerta por la última amenaza del gobierno de Putin a Reino Unido
Rusia sigue enviando duros mensajes a los países aliados que ayudan a Ucrania para contener la invasión que inició el presidente Vladimir Putin en febrero de 2022.
En esta ocasión, el Ministerio de Exteriores de Rusia denunció que la decisión de Reino Unido de suministrar misiles de largo alcance al Ejército ucraniano es un paso “extremadamente hostil” y evidencia la participación de Londres en el conflicto.
“Consideramos esta decisión como otro paso extremadamente hostil de Londres, destinado a hacer crecer a Ucrania con armas y conducir a una grave escalada de la situación en la zona de la operación militar especial”, se lee en un comunicado dado a conocer por la diplomacia rusa.
Así las cosas, Moscú lamentó que, en su afán por “establecerse como líder informal de la Otan en la vía ucraniana y enemigo implacable de Rusia, el Reino Unido obviamente está listo para cruzar cualquier frontera”.
El Ministerio de Exteriores ruso recriminó que el gobierno británico esté “llevando el conflicto a un nivel fundamentalmente nuevo en términos de destrucción y pérdida de vidas”.
Ahora las autoridades rusas han advertido que se reservan “el derecho a tomar nuevas medidas necesarias para neutralizar las amenazas que puedan surgir” del uso de misiles de largo alcance británicos por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas.
“Toda la responsabilidad por las consecuencias de la actividad destructiva de Londres recae completamente en los autores y ejecutores de este paso imprudente”, aseveró la cartera diplomática rusa.
Reino Unido anunció que enviará a Ucrania misiles de crucero con capacidad para alcanzar objetivos a más de 250 kilómetros de distancia, con el fin de ayudar a las fuerzas ucranianas a hacer frente a la “brutalidad rusa”.
Los misiles son los Storm Shadow, los cuales pueden ser disparados desde aviones y cuyo alcance prácticamente triplica el de los Himars de Estados Unidos. Kiev, con el presidente Volodímir Zelenski a la cabeza, ha pedido a sus aliados este tipo de armamento más potente para sus fuerzas armadas.
*Con información de AFP.