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Prevenir los abusos sexuales contra menores, el mensaje de la ONU al papa Francisco
El sumo pontífice reconoció recientemente que los abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes son “una especie de asesinato psicológico”.
Un grupo de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) manifestó este lunes su “gran preocupación” por las numerosas acusaciones de abusos sexuales contra menores que se habrían llevado a cabo al interior de instituciones católicas, por lo que solicitaron al papa Francisco que actúe para investigar las denuncias.
En una carta enviada al sumo pontífice, los expertos condenaron las “medidas adoptadas por la Iglesia católica para proteger a los presuntos abusadores, ocultar crímenes, obstruir la rendición de cuentas de los presuntos abusadores y evadir las indemnizaciones correspondientes a las víctimas”.
Los miembros del organismo internacional, cuya identidad no ha sido revelada, plantearon que todo ello ha conducido “a la impunidad de los delitos cometidos, la repetición de las violaciones durante décadas y al aumento del número de víctimas, así como a la falta de reparación y apoyo a las víctimas”.
La solicitud para que el papa Francisco tome las riendas de las investigaciones fue emitida a través de una carta enviada el pasado 7 de abril, pero que solo fue hecha pública este lunes. El documento está firmada por cuatro expertos, entre ellos los relatores especiales sobre tortura, venta y explotación sexual de niños.
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“Queremos expresar nuestra preocupación por la falta de respuesta” por parte del Vaticano, subrayan los cuatro expertos en su carta. No obstante, la misiva también señala que uno de los relatores envió una carta anterior, el 2 de abril de 2019, en la que se refería a casos de abuso y explotación sexual cometidos en Australia, Estados Unidos, Polonia, Irlanda y Holanda, entre otros.
También se reportaron casos similares en otros países como Alemania, Bélgica, Francia, Chile, México, Argentina y Colombia, además de que se cita el caso de situaciones de abuso en los internados religiosos para niños nativos en Canadá. Justamente, ese caso dio un giro en las últimas semanas con el anuncio del hallazgo de los restos de 215 niños aborígenes en el emplazamiento de una de estas instituciones en la Columbia Británica (oeste de Canadá).
Presunta protección de abusadores
“Aunque algunas investigaciones han sido iniciadas por el Vaticano o por diócesis locales o nacionales, los informes apuntan a intentos persistentes por parte de la Iglesia católica de proteger a los presuntos abusadores de la justicia secular”, aseguraron los expertos en la carta enviada a la Santa Sede.
En ese sentido, le solicitaron al papa Francisco que tome todas las medidas necesarias para poner fin a estas violaciones y evitar que se sigan cometiendo. También expresan su “preocupación por los continuos intentos de miembros de la iglesia de socavar los esfuerzos legislativos para mejorar la justiciabilidad de la violencia sexual contra los niños en las jurisdicciones nacionales”.
Incluso, los expertos de la ONU denunciaron que existe un “lobby de miembros de la Iglesia para preservar la prescripción de estos delitos”. A pesar de ello, los expertos afirman acoger con satisfacción “las nuevas normas establecidas por la Santa Sede para abolir el secreto papal en los casos de abusos sexuales”, entre otros.
Sin embargo, lamentan que “la petición de denunciar los delitos a las autoridades civiles no sea todavía obligatoria” e instan al Vaticano a hacerla obligatoria “lo antes posible”.
Por su parte, la máxima autoridad del Vaticano se refirió a mediados de mayo a los abusos sexuales cometidos contra niños, niñas y adolescentes y rechazó este tipo de actos a los que calificó como “una especie de asesinato psicológico” que tiene que dejar de ser encubierto, ya sea en el caso de la pederastia al interior de la Iglesia Católica o en escenarios intrafamiliares.
En ese sentido, el sumo pontífice fue enfático al criticar los abusos, pues aseguró que en muchos casos este tipo de hechos generan una “cancelación de la infancia” y una “llaga” que es difícil de borrar.
*Con información de AFP