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Atención: la primera ministra de Bangladés renuncia a su cargo y huye del país en medio de grandes protestas. ¿Qué pasó?
La mandataria, quien obtuvo un cuarto mandato en enero tras unos comicios sin oposición real, huyó del país en helicóptero,
La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, huyó este lunes del país que gobernó durante 15 años y los militares anunciaron un “gobierno provisional” tras más de un mes de mortales protestas antigubernamentales en esta nación del sur de Asia. Hasina, de 76 años, llamada la Dama de Hierro, intentó sofocar las multitudinarias manifestaciones que sacudían el país desde inicios de julio, pero se vio obligada a huir tras una jornada de disturbios que dejaron casi 100 muertos el domingo.
En un mensaje a la nación retransmitido por la televisión estatal, el jefe del ejército, el general Waker-Uz-Zaman, declaró que Hasina había dimitido y que los militares formarían un “gobierno provisional”. “El país sufrió mucho, la economía se ha visto golpeada, muchas personas murieron, es hora de acabar con la violencia”, subrayó Waker. “Espero que la situación mejore después de mi discurso”, añadió.
Hasina, quien obtuvo un cuarto mandato en enero tras unos comicios sin oposición real, huyó del país en helicóptero, indicó una fuente cercana a la dirigente a AFP. Poco después, cientos manifestantes irrumpieron en su residencia oficial en Daca, la capital del país. La fuente, que habló bajo condición de anonimato, precisó que Hasina trató primero de irse en un vehículo.
Multitudes de personas ondearon banderas y algunos bailaron encima de un tanque el lunes, tras más de un mes de violentas protestas en este país musulmán de 171 millones de habitantes. Las manifestaciones empezaron a inicios de julio, después de la reintroducción de un sistema de cuotas que reservaba más de la mitad de los empleos públicos a determinados grupos. Al menos 300 personas murieron desde el inicio de las movilizaciones el 1 de julio, según un recuento de AFP basado en informes de la policía, autoridades y médicos en hospitales.
Estatua derribada
El canal 24 de Bangladés emitió imágenes de multitudes corriendo hacia el recinto oficial de la primera ministra, saludando a las cámaras y celebrando la huida de la mandataria. Otros manifestantes derribaron una estatua del padre de Hasina, el jeque Mujibur Rahma, héroe de la independencia del país en 1971. Antes de que los manifestantes irrumpieran en el palacio en Daca, el hijo de Hasina había instado a las fuerzas de seguridad a bloquear cualquier intento de toma de poder.
“Su deber es mantener a salvo a nuestra gente y a nuestro país, y defender la Constitución”, escribió en Facebook Sajeeb Wazed Joy, quien reside en Estados Unidos. Durante los disturbios, las fuerzas de seguridad apoyaron al gobierno de Hasina. Ante la magnitud de las protestas, el Tribunal Supremo suavizó el sistema, pero las manifestaciones continuaron y se convirtieron en llamamientos a la dimisión de Hasina.
Al menos 94 personas murieron el domingo, entre ellos 14 agentes de la policía, en el día más mortífero del movimiento de protesta. Manifestantes y partidarios del gobierno se enfrentaron en todo el país con palos y cuchillos, y las fuerzas de seguridad abrieron fuego.
En enero de 2007, los militares habían declarado el estado de emergencia tras una crisis política generalizada en el país, e instauraron un gobierno provisional respaldado por el ejército durante dos años. Hasina llegó al poder justo después, en 2009.
Grupos de derechos humanos acusaron a su gobierno de utilizar las instituciones para afianzarse en el poder y acabar con la disidencia, entre otros mediante ejecuciones extrajudiciales de activistas opositores.
“La protesta final”
Soldados y policías protegieron el lunes las vías de acceso a la residencia de Hasina con alambres de espino, pero multitudes de personas inundaron las calles y derribaron las barreras. El periódico Business Standard calculó que había hasta 400.000 manifestantes en las calles, aunque la cifra no pudo ser verificada.
“Llegó el momento de la protesta final”, declaró Asif Mahmud, uno de los principales líderes del movimiento de protesta. Durante su discurso el lunes, el jefe del ejército, el general Waker-Uz-Zaman, subrayó que el papel de los estudiantes era ahora “mantener la calma y ayudarnos”. Los soldados y la policía no siempre intervinieron para frenar las protestas del domingo, a diferencia de lo ocurrido en el último mes, en la que las manifestaciones se saldaron con muertos.
El general Ikbal Karim Bhuiyan, un respetado exjefe del ejército, llamó el domingo a retirar las tropas de las calles y autorizar las protestas, un gesto que se interpretó como desafío a Hasina. El movimiento antigubernamental obtuvo el apoyo de varios sectores de la sociedad, incluido estrellas de cine, músicos y cantantes.
Con información de AFP.