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Principal sospechoso del asesinato de Fernando Villavicencio sería colombiano, según investigaciones
Otros seis detenidos por el homicidio también son de nacionalidad colombiana.
Luego del asesinato del candidato presidencial de centroderecha, Fernando Villavicencio, en la noche del 9 de agosto, en Quito, las autoridades trabajan arduamente para esclarecer los hechos del homicidio que lleven a la atribución de responsabilidades por el suceso que ha conmocionado a Ecuador y la región.
La Policía Nacional ha dado a conocer los nombres de los seis implicados en el atentado contra la vida de Villavicencio, los cuales son de nacionalidad colombiana y responden al llamado de Adey Fernando García García, Andrés Manuel Mosquera Ortiz, Camilo Andrés Romero Reyes, John Gregore Rodríguez Gomgora, José Neider López Hitas y Jules Osmin Castaño Alzate, quienes se encuentran a disposición de las autoridades competentes para la legalización de captura e imputación de cargos.
Asimismo, las autoridades han confirmado a medios locales que la persona abatida en el cruce de disparos al momento del atentado contra Villavicencio era de nacionalidad colombiana; sin embargo, no se reveló su nombre hasta tener más información del sujeto neutralizado. Por otro lado, las autoridades informaron que el sujeto había sido detenido el pasado 17 de junio por porte de armas.
Más detalles del caso
El comandante general de la Policía del Ecuador, Fausto Salinas, declaró a la opinión pública que: “La cápsula de seguridad que protegía al candidato presidencial contaba con 13 copias de seguridad; un interno que conforma el equipo de seguridad inmediata compuesto por cinco policías; un cerco intermedio de reacción conformado por el equipo de apoyo de la unidad de mantenimiento del orden, y dos patrulleros que conformaban el cerco externo”.
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El uniformado añadió que el político contaba con un vehículo blindado, el cual fue utilizado en su gira por Guayaquil, por lo que el automotor no estaba disponible en Quito.
Las fuerzas de seguridad informaron que se habían encontrado municiones “donde presuntamente se movilizaban los miembros” que perpetraron el asesinato, como lo fueron dos cargadores de fusil, tres granadas, cuatro pistolas, una subametralladora, entre otros artefactos.
La respuesta de las autoridades en Quito
Salinas, a través de un comunicado, precisó que “tras el enfrentamiento para repeler el ataque se inició una persecución de uno de los presuntos victimarios y haciendo uso legítimo de la fuerza se logró su neutralización, donde más tarde se confirmó su deceso producto del intercambio de disparos con los agentes del orden”.
En su momento, las autoridades declararon haber perdido la única pista que podría esclarecer el asesinato de Villavicencio; sin embargo, las autoridades durante la madrugada del 10 de agosto lograron avanzar significativamente en la captura de los seis presuntos responsables del homicidio.
En el lugar de la confrontación entre las fuerzas del orden y los delincuentes, las autoridades notificaron que “se encontraban alrededor de 100 personas, resultando varios heridos, entre ellos tres servidores policiales de su equipo de protección”, precisando que “su pronóstico es estable”.
Otro hallazgo preocupante
Además de encontrar los fusiles y pistolas, la Policía Nacional aseveró que en el lugar de los hechos se halló “un artefacto explosivo tipo granada”, el cual en el momento del atentado fue lanzado contra los uniformados y escoltas del candidato, destacando que “esta no estalló. Posteriormente, las unidades especializadas hicieron una detonación controlada para destruir esa carga por parte de los grupos tácticos”.
La Cancillería colombiana no se ha pronunciado al respecto con base en las declaraciones de la Policía ecuatoriana de aseverar que nacionales de Colombia estarían detrás del asesinato de Villavicencio, lo cual podría provocar una tormenta diplomática en la región similar a la ocurrida en 2008 entre los presidentes Álvaro Uribe y Rafael Correa por el bombardeo que terminó con la neutralización de uno de los cabecillas de las Farc más poderosos, alias Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano por parte del Ejército de Colombia.