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¿Problemas cardíacos después de la covid-19? Los expertos continúan investigando
A pesar de los estudios, aún no hay claridad sobre el tema.
La covid-19 es un virus que ha causado gran impacto en todo el mundo. En la salud, ha creado grandes cuestionamientos alrededor de su recuperación y lo que sucede en el organismo, luego de que haya pasado el contagio. Una de esas preguntas es ¿se desarrollan problemas cardíacos después de padecer la covid-19?.
La Academia Francesa de Medicina explica que ha pasado poco tiempo para poder establecer una relación causal. “Un seguimiento clínico cardiovascular es esencial para todas las personas con una infección por covid-19, incluso benigna”, detalló esta entidad.
Según la Academia, la covid-19 y las enfermedades cardiovasculares aumentan el riesgo de complicaciones en la salud. “Hasta ahora, las consecuencias cardiovasculares (duraderas) se detectaban solo en pacientes hospitalizados, en series pequeñas y con un tiempo de seguimiento corto”, señaló.
Aunque aún no hay respuestas concretas sobre los riesgos directos cardíacos de la covid-19 en las personas, existen algunas estudios que señalan algunas ideas para tener en cuenta. Según una investigación estadounidense, publicada en la revista Nature, los resultados “apuntan a un aumento significativo de las enfermedades cardiovasculares en todo el mundo” luego de la pandemia del coronavirus.
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Este estudio analizó la frecuencia de los problemas cardiovasculares, después de un año del contagio de más de 150.000 veteranos del ejército estadounidense y los comparó con la de otros veteranos que no tuvieron covid-19. “Después de los 30 días posteriores a la infección, los individuos con covid-19 tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares”, afirmó el estudio.
De acuerdo con la investigación el riesgo de sufrir infartos, inflamación del corazón o un accidente cerebrovascular es menor en quienes no son hospitalizados. No osbtante, “existe incluso en los individuos que no fueron hospitalizados”.
Respecto a este estudio existen opiniones divididas. Algunos científicos destacan la muestra analizada y el tiempo, mientras que hay algunos que son escépticos. “Es muy difícil llegar a conclusiones pertinentes” con este estudio, opinó el estadista británico James Doidge. Según él, hay demasiados sesgos en la metodología. Uno de estos es la muestra, pues es una población muy homogénea, la cual no es necesariamente representativa.
Aunque los investigadores intentaron corregir este error, el estadista agregó otro problema y es que el estudio no establece claramente cuánto tiempo después del contagio es que se desarrollan las afecciones cardíacas. Esto cambiaría completamente el contexto si los problemas aparecen un mes después o un año.
Por su parte el cardiólogo Florian Zores señaló que hay varias imperfecciones, pero cree que el estudio apoya las hipótesis ya consideradas probables por muchos cardiólogos en vista del perfil del SARS-CoV-2 que, como otros virus, puede provocar una inflamación duradera. “Hace tiempo que se sabe que la inflamación es un factor de riesgo cardiovascular”, afirmó Zores. “De hecho, lo mismo ocurre con la gripe”, apuntó.
Daño neurológico en los niños
Natalia Restrepo, médica pediatra y decana de la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria Sanitas, explica los impactos que la pandemia ha traído consigo en el desarrollo neurológico de los niños.
Un aspecto fundamental es la afectación en el proceso social. Aunque el aislamiento resultó efectivo para controlar el aumento de casos del virus, los niños disminuyeran sus niveles de intercomunicación con otros menores, afectando de esta forma sus relaciones interpersonales.
A su vez, es importante recalcar que la actividad física en un niño y la socialización con un entorno infantil se debe mantener constante, ya que se ha comprobado que estos hechos afectan la salud mental del infante y con ello llegan los problemas psicosociales que impacta a toda la familia.
En las etapas posteriores a la situación crítica de la pandemia de covid-19 se conocieron más casos de niños que empezaron a tener problemas depresivos a muy temprana edad, lo que genera una alarma para su desarrollo.