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Profesores se rebelan contra el ‘trabajo sin límites’ en Japón

Uno de los docentes llegó a trabajar 144 horas extras en un solo mes.

18 de diciembre de 2022
Profesora japonesa
Muchos de los docentes japoneses no tiene fines de semana. (Photo by Kazuhiro NOGI / AFP) | Foto: AFP

A través de su diario, el profesor japonés Yoshio Kudo se quejó de jornadas laborales que le demandaron levantarse temprano y llegar a casa hasta casi la media noche. Luego de 60 días con esta rutina, el hombre falleció.

Este no es el único caso que se presenta en el territorio asiático. En Japón, los profesores tienen las jornadas laborales más largas del mundo, incluso con tareas que no les compete, como la limpieza, según AFP.

De hecho, un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) reveló que años atrás, desde 2018, un profesor de educación intermedia en Japón trabaja 56 horas a la semana, contra una media de 38 horas en la mayoría de países desarrollados. En esta estimación no estuvieron las horas extras.

Así fue como, debido a las negligentes exigencias, una investigación de un centro de reflexión vinculado a un sindicato mostró que los profesores trabajan una media de 123 horas extras al mes, llevando su carga de trabajo más allá de la llamada “línea karoshi” de 80 horas.

De acuerdo con declaraciones de varios docentes, están llegando al límite y, por ello, tuvieron que rebelarse. Incluso, durante este año, el partido de gobierno japonés encargó a un grupo de trabajo para estudiar la cuestión.

A pesar de los avances de investigación, en el caso de Kudo fue demasiado tarde. La citada agencia consignó que este profesor de escuela intermedia murió de una hemorragia cerebral en 2007, con solo 40 años.

Las denuncias detallaron que el hombre sufrió con extensas e inimaginables jornadas laborales. “Hacia el final, me decía que los profesores tenían que dejar de trabajar así y que quería liderar ese cambio en el futuro”, le dijo Sachiko, su esposa viuda de 55 años, a la AFP.

Fines de semana

Tras la rebelión, las autoridades niponas ordenaron mejoras como la externalización y la digitalización de algunas tareas. “Nuestras medidas para reformar las condiciones de trabajo de los profesores están haciendo progresos continuos”, dijo la ministra de Educación, Keiko Nagaoka.

Sin embargo, la mujer aseguró que muchos docentes “siguen trabajando muchas horas” y “estos esfuerzos necesitan acelerarse”. Por un lado, los datos del ministerio mostraron un declive gradual de las horas extras, pero los expertos no vieron muchos cambios fundamentales.

“Ser asignado como supervisor de uno de estos clubes normalmente significa decir adiós a tus fines de semana”, dijo Takeshi Nishimoto, profesor de historia en una escuela secundaria en Osaka.

A mitad de año, este maestro de 34 años ganó una demanda, pidiendo compensación por el estrés generado por la sobrecarga de trabajo. En un momento de su vida, el profesional llegó a trabajar 144 horas extras en un solo mes.

“Trabajo sagrado”

De acuerdo con los expertos y las investigaciones, los profesores son particularmente vulnerables al exceso de trabajo por una ley de hace décadas que les impide cobrar las horas de más. A cambio, la ley añade el pago de ocho horas extras por mes a sus salarios mensuales, un sistema que resulta en “hacer trabajar sin límites a los profesores por un pago fijo”, según Nishimoto.

Por su parte, Masako Shimonomura, una profesora de educación física en Tokio, explicó que es difícil tomar un descanso de verdad durante el día.

En la misma línea del tema, que recientemente estuvo tomando relevancia, hay una investigación del diario Mainichi en el cual se indicó que en la última década hubo 63 muertes de profesores, bajo la causal de exceso de trabajo.

Hay una complicación ante todo esto y es que para muchos la enseñanza se ve como un “trabajo sagrado” de entrega a los niños, de modo que actitudes como cobrar las horas extras trabajadas se consideran egoístas. Por ahora, los docentes japoneses siguieron en rebelión.

*Con información de AFP