CORONAVIRUS
Prohíben los desalojos en Estados Unidos por la pandemia del coronavirus
Hasta el 3 de octubre no se podrán llevar a cabo desahucios teniendo en cuenta el impacto que esto representa, un riesgo para la salud pública, según las autoridades sanitarias.
Las autoridades de Estados Unidos anunciaron que hasta el 3 de octubre van a quedar suspendidos y no se podrán llevar a cabo desahucios en ninguna parte del país, con el fin de evitar que haya más contagios de coronavirus.
“La emergencia de la variante delta aceleró el ritmo de contagios en Estados Unidos, poniendo a más ciudadanos en peligro, sobre todo si no están vacunados”, dijo en un comunicado la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), principal agencia federal de salud pública de Estados Unidos, Rochelle Walensky.
Esta iniciativa salió adelante gracias a la presión del sector más progresista del Partido Demócrata, al cual pertenece el presidente Joe Biden. La propuesta deberá ser revisada por las autoridades legales del país.
“Esta moratoria era necesaria para que la gente se quede en casa y no en lugares concurridos donde el covid-19 se propaga”, explicó Walensky.
El objetivo de las autoridades sanitarias de EE. UU. es que con esta iniciativa las personas que han tenido problemas para cumplir con sus pagos de renta puedan tener más tiempo, no solo para conseguir los recursos, sino también para quedarse en casa mientras pasa el auge de la variante delta del coronavirus.
La propuesta también da tiempo para que los fondos que asignó el Gobierno para el pago de las rentas atrasadas desde febrero de este año, y que fueron aprobados por el Congreso, puedan llegar a las personas necesitadas.
Los pagos han sido retrasados considerablemente por razones burocráticas, entre otros motivos. Solo US$3.000 millones, de los US$46.000 millones presupuestados han sido distribuidos entre los arrendatarios en problemas, de los cuales US$25.000 millones ya fueron enviados a los Estados y autoridades locales.
Una anterior moratoria para evitar los desalojos dispuesta en septiembre de 2020 por los CDC expiró el pasado 31 de julio. Según una decisión tomada en junio por la Corte Suprema, su renovación debía ser adoptada por el Congreso y no por los CDC.
Desde hace semanas, un sector radical del Partido Demócrata estaba presionando a Biden para que tomara nuevas iniciativas relacionadas al desalojo de los ciudadanos.
Una legisladora que estuvo un tiempo sin hogar, Cori Bush, ha acampado desde el viernes ante el Congreso en Washington para exigir a la Casa Blanca y al parlamento la adopción de medidas urgentes, ya que 11 millones de personas están amenazadas de desahucio.
“Hoy nuestro movimiento movió montañas”, tuiteó Bush el martes, al recibir en las escaleras del Capitolio la noticia de la nueva moratoria en compañía de la joven representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez.
Incentivos para vacunarse
Desde que empezó el proceso de vacunación en el mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco) instó a los gobiernos dar prioridad a los maestros en el acceso a las nuevas vacunas contra la covid-19, al estimar que deben ser tratados como trabajadores de “primera línea”.
Esta petición del organismo internacional se debe a que también solicita que se reabran cuanto antes las instituciones educativas, teniendo en cuenta el impacto en el aprendizaje y salud mental de los niños.
Los colegios del condado de Henry, en Georgia, en el sureste de Estados Unidos, pagarán una prima de US$1.000 a sus profesores, administrativos y trabajadores en general que estén totalmente vacunados contra la covid-19 para incentivarlos a protegerse ante el repunte de la pandemia en el país norteamericano, donde se ha evidenciado que el nuevo pico de casos positivos se debe a que muchas personas prefieren no vacunarse a pesar de la llegada de la variante delta.
Con esa iniciativa, las escuelas del condado esperan evitar las “numerosas interrupciones ocurridas en la educación pública en los dos últimos años debido a la pandemia global”, indicaron funcionarios de esa población en un comunicado.
“El año pasado fue un reto sin precedentes para nuestros estudiantes y nuestro personal, ya que tuvimos que adaptarnos constantemente a la presencia y posibilidades de tener el covid-19 en nuestros campus”, dijo la superintendente Mary Elizabeth Davis en el comunicado.
Con información de AFP.