Protesta en Bucarest contra la corrupción

Alrededor de 300.000 personas salieron a las calles de Bucarest para protestar contra un decreto que hace que quienes incurran en abuso de poder solo vayan a la cárcel si el monto malversado supera 44.000 euros. La opinión condenó la medida, ya que dejaría en libertad a los aliados del gobierno encarcelados y protegería a otros políticos que enfrentan cargos. A pesar de la magnitud de las protestas, las más significativas desde la caída del comunismo en 1989, el primer ministro, Sorin Grindeanu, rehúsa ceder. “Tomamos una decisión y seguiremos adelante hasta el final”, reiteró después de una reunión con el Partido Social Demócrata, que lleva menos de dos meses en el poder. La crisis política se agudiza, pues la Comisión Europea advirtió que si el gobierno no reconsidera reducirá los fondos que recibe Rumania de la Unión.